Este año se cumplen 30 años del estreno en México de 'La rosa púrpura del Cairo', film de Woody Allen que despejó muchas dudas de su carrera artística tras algunos altibajos creativos. El neoyorquino, tras hacer sus películas de referencia 'Annie Hall' y 'Manhattan', pasó por un dubitativo momento creativo, realizando films ciertamente prescindibles como 'Recuerdos' y a su vez tirando de imaginación para una desternillante 'Zelig'. También la creatividad de Allen es clave para 'La rosa púrpura del Cairo', donde un personaje de una película del mismo nombre atraviesa la pantalla para vivir una aventura con una camarera, Cecilia (Mia Farrow).
Pero no es de Woody Allen de quien toca hablar en esta ocasión, sino sobre los brillantes relatos que se han hecho en el cine acerca del propio cine. Dejando de lado el artificio fantasioso que creó Allen, encontramos historias que muestran con toda claridad una industria que, en muchas ocasiones, ha de agachar la cabeza para avergonzarse de las turbias realidades que genera, pero también el cine es autocomplaciente sobre sí mismo, y algunos directores han dado forma a relatos en los que las películas forman parte de la vida de las personas y de la sociedad. Estas son algunas de las películas que reflejan el mundo del cine y que, si bien pueden no ser las mejores, son una interesante muestra de cómo la industria se ve a sí misma.
1 'El ocaso de una vida' (1950)
En 'El ocaso de una vida', Norma Desmond es una actriz de cine mudo que, con la llegada del sonoro, sufrió un importante bache en su carrera. Años después de su época de gloria, vive aislada del mundo junto a sus recuerdos y su fiel mayordomo, hasta que llega a su vida Joe Gillis (William Holden) un guionista con poco futuro. Desmond le pide que revise el guion de 'Salomé', el cual lleva años preparando para su triunfal vuelta al cine. Este es el comienzo de una historia en la que cada personaje muestra lo más oscuro de su personalidad. También, cómo no, vemos cómo la industria cinematográfica es dura, mezquina y carece de memoria. Una película que bien merecería un repaso con más calma por las numerosas situaciones que se dieron tras las cámaras y los miles de detalles a desgranar que ofrece cada una de las imprescindibles escenas. Tras ella, Billy Wilder, que se encarga de tejer una historia con amargo poso y desconcertante final. "Señor DeMille, estoy lista para mi primer plano".
2 'Cautivos del mal' (1952)
Toca postrarse ante uno de los últimos grandes actores de cine clásico con vida, el nunca lo suficientemente admirado Kirk Douglas. Él, que fue capaz de meterse en la piel de cualquiera (un periodista obsesionado con sacar una gran historia en 'El gran carnaval', Espartaco o incluso Vincent Van Gogh) interpreta en 'Cautivos del mal' a un productor repudiado por un guionista, un director y una actriz. Con tres maravillosos y gigantescos flash-backs descubrimos el pasado en común que tuvieron estos personajes y la razón que los llevó a alejarse de ese productor que resulta ser cruel y egoísta. Una película en la que Vincente Minnelli transmite la misma amargura y desencanto sobre Hollywood que 'El ocaso de una vida'.
3 'Cantando en la lluvia' (1952)
Es cierto, no a todo el mundo le gustan los musicales. Quizá sea uno de los géneros que menos interés pueden llegar a generar. Pero 'Cantandoen la lluvia' es diferente a todos los demás. Es un maravillosa comedia que explica la revolución en el cine con la llegada del sonoro desde una óptica totalmente distinta al 'Crepúsculo de los dioses'. Lejos de perder su credibilidad, la unión de comedia y musical para relatar este cambio trascendental para la industria hace que 'Cantando en la lluvia' sea una película de cabecera para los amantes del género y para los cinéfilos en general. Por supuesto en esta película también podemos ver a personas desencantadas con la industria cinematográfica, pero es sobre todo una historia de amor con el culebrón de fondo del cine sonoro. Resulta hilarante ver las situaciones con las que los estudios tienen que enfrentarse en un principio para conseguir un sonido óptimo (errores de sincronización o el persistente dolor de cabeza de dónde colocar el micro). Si a esto le sumamos los números de baile capitaneados por Gene Kelly, nos encontramos con una auténtica obra maestra. Quién necesita 'The Artist' teniendo 'Cantando bajo la lluvia'.
4 'Cinema Paradiso' (1988)
Con muchos admiradores y algún ferviente detractor, 'Cinema Paradiso' parece la película perfecta para una lista como esta. La película de Giuseppe Tornatore muestra la influencia del cine en la vida de una persona, pero también en una sociedad ávida de distracciones. Porque, en esa época de posguerra, pocas evasiones mejores podía encontrar el pueblo para olvidar sus penurias por un rato. Y el crecimiento personal y cinéfilo es el de Toto, un joven tan fascinado por el cine que en sus años adultos se convierte en director. Tornatore acierta al colocar el grueso de la acción en la infancia y juventud de Toto, momento de la vida en el que el cine nos atrapa y nos fascina para siempre. Gran parte de la historia se desarrolla dentro de ese Cinema Paradiso y por su pantalla vemos desfilar cientos de películas que marcaron una época. Todo esto convierte a 'Cinema Paradiso' es uno de los máximos exponentes de la influencia del cine en la sociedad.
5 'La invención de Hugo Cabret' (2011) ¡CUIDADO, SPOILERS!
¡CUIDADO, SPOILERS!
Película de obligado visionado para aquellos que sienten un cariño especial por los inicios del cine, 'La invención de Hugo Cabret' es un inesperado homenaje a la figura de Méliès por parte de Martin Scorsese. El famoso director de cine de principios de siglo XX había sido olvidado por el tiempo y dado por muerto en la Primera Guerra Mundial, pero en realidad seguía vivo y se ganaba la vida con una tienda de juguetes en la estación de tren París-Montparnasse. La trama, protagonizada por un joven llamado Hugo, desemboca en la revelación al mundo de que Méliès sigue vivo, con lo que vuelve a conseguir el reconocimiento publico. 'La invención de Hugo' es otra película cuya intención principal es alabar al cine, pero también poner en el lugar en el que se merece a Méliès, un director que realizó cientos de películas cortas y fue pionero en disciplinas como los efectos especiales e incluso el cine en color (de hecho, una de sus técnicas consistía en colorear a mano fotograma a fotograma). 'La invención de Hugo' es una película indispensable y su uso de la tecnología 3D no es solo como un artificio innecesario, sino que se convierte en un elemento clave para el desarrollo de la historia.