De entre las estrellas fugaces que han marcado para siempre el cielo Hollywoodiense, James Dean fue y será siempre una de las más brillantes y recordadas. Su atractivo, rodeado de una apariencia descuidada, era innegable e hipnótico.
Los que le conocieron afirman que detrás de ese físico espectacular se ocultaba un alma torturada que no encontraba su sitio, un hombre que nunca se sintió a gusto en su propia piel.
Ya hace 60 años del fallecimiento de este actor californiano que, tras algunos papeles como secundario en la televisión, se mudó a Los Angeles para triunfar en la meca del cine, cosa que consiguió con tal sólo tres películas que han pasado a la historia.
'Al Este del Edén', donde interpretó al hijo díscolo de una familia rota en tiempos de crisis, 'Gigante', esa historia de toda una vida enmarcada en la riqueza petrolífera, y 'Rebelde sin causa', un film en el que interpretó a Jimmy, un adolescente atormentado y confuso que se rebela contra todo y todos, papel por el que suele ser recordado.
Un icono insustituible
Con 24 años, el 30 de Septiembre de 1955, sufrió un accidente de tráfico que acabó con su vida y su breve carrera, convirtiéndolo en un mito, en el eterno sex symbol, en el rebelde que brilló como nadie y no estuvo para disfrutarlo.
De hecho, dos de sus películas se estrenaron a título póstumo, 'Rebelde sin causa' en la que compartía protagonismo con Natalie Wood y 'Gigante', en la que destacó entre grandes como Carroll Baker, Elizabeth Taylor o Rock Hudson. También después de su muerte recibió dos nominaciones a los Premios de la Academia, honor que sigue siendo sólo suyo.
De él se dice que admiraba profundamente a Marlon Brando, que le negó su amistad mientras le recomendaba el nombre de un psicoanalista; que confundía a sus compañeros de rodaje porque rara vez lograba ceñirse al guión, que le gustaba hacer trucos de magia con los cigarros que fumaba sin parar y que siempre quiso ser Billy el Niño.
James Byron Dean nos dejó tres papeles inolvidables para interpretar tan sólo uno más: el de leyenda.