¡Cuidado SPOILERS!
*Este artículo contiene spoilers del capítulo 4 de 'The Last of Us'.
Después de que cogieran nuestro corazón y lo estrujaran hasta dejarlo seco en su tercer episodio, 'The Last of Us' prosigue con su road trip con 'Por favor, no me sueltes la mano', el primero de los dos episodios dirigidos por Jeremy Webb ('The Umbrella Academy', 'Masters of Sex', entre otras). En este episodio comprobaremos cómo Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsey) empiezan a conocerse realmente. Tiempo tendrán. Por delante les esperan muchos kilómetros de carretera en busca de Tommy (Gabriel Luna).
El capítulo comienza con Ellie en el baño de una gasolinera, admirando la pistola que se llevó de casa de Bill y Frank (y que todavía no ha enseñado a Joel). Vemos que sabe manejarse perfectamente con ella, su pasado sigue siendo toda una zanahoria que perseguir a lo largo de la serie. Su protector está sacando gasolina de los coches abandonados alrededor mientras recuerda cómo podían ir a casi cualquier sitio con el depósito lleno. "¿Tú dónde fuiste?", le pregunta Ellie. "En realidad, a ninguna parte". Su curiosidad no tiene límites. La niña abre la mochila y saca un libro que los fans de los videojuegos reconocerán sin problema. ¡Su libro de chistes! De chistacos malísimos, que ponen a Joel de los nervios. Y no será por Bella Ramsey, que los suelta con un timing perfecto.
De vuelta en el coche, Ellie encuentra una cinta de Hank Williams, para que no volvamos a llorar a mares con Linda Ronstadt, y también ve otro guiño al videojuego: la revista porno gay de Bill. Este es el mayor guiño a la sexualidad del personaje que teníamos en el videojuego, y la serie de HBO Max aprovecha para reproducir la escena prácticamente frase a frase. Después de arrojarla por la ventanilla, 'The Last of Us' se recrea en escenarios abandonados pero inexplicablemente bellos, como un parque de atracciones. Cuando cae la noche, Joel se sale de la carretera y se internan en el bosque para dormir. Joel hace de padre pidiéndole que coma más despacio. Se niega a hacer una hoguera no por los infectados, sino por posibles saqueadores. Claramente les teme mucho más que a los zombies, y consigue meter un poco de ese miedo a la niña, a pesar de que luego intenta tranquilizarla. Joel no se va a dormir, sino que se queda haciendo guardia.
Ya por la mañana, un olor extraño despierta a Ellie. Claramente no es fan del café, pero para Joel es un privilegio que vuelve a ponernos en perspectiva las pequeñas cosas que damos por hecho cada día. Una vez en marcha, la joven pregunta a Joel qué pasó con su hermano Tommy. Este le explica que Tommy siempre sentía la necesidad de unirse al grupo de los héroes, primero al ejército, antes del brote de Cordyceps, y una vez en Boston a los Luciérnagas. Fue Tommy quien tuvo la idea de ir de Texas a Boston, y en ese camino conocieron a Tess. Tommy acabó dejando a los Luciérnagas y se fue de la ciudad. Ellie habla sobre las motivaciones para continuar en un mundo así, y Joel le recuerda que ella no ha conocido otra cosa. A pesar de que la niña está consiguiendo calar en él, la sigue considerando "mercancía", y si él sigue adelante es porque hizo una promesa a Tess (Anna Torv). Se niega a dejar entrar más a Ellie en su corazón. No será Sarah, pero tampoco quiere exponerse a esa posibilidad.
Cuando llegan a la altura de Kansas City, el túnel para continuar su camino está bloqueado. Se ven obligados a internarse en la ciudad, cosa que a Joel no le hace ninguna gracia. Perdidos por las calles, porque Ellie sigue teniendo que recordarle que es la primera vez que se sube a un coche (no digamos leer un mapa), pasan por delante de la puerta de la zona de cuarentena. Está abierta y no hay señales de FEDRA. Un hombre aparece de la nada pidiendo ayuda, pero Joel no se fía, con razón. Son víctimas de una emboscada y acaban con el coche empotrado en una lavandería, como en el videojuego. Mientras insta a Ellie a que se esconda en un hueco en la pared, Joel neutraliza a todos los enemigos (en momentos así echamos de menos el mando). Cuando parece que todo ha terminado, un chaval bastante joven pilla a Joel por sorpresa y comienza a estrangularlo. Ellie lo ve y saca su navaja, pero luego lo piensa mejor, desenfunda la pistola y dispara al joven, pero no de muerte. Joel queda perplejo, luego enfadado (probablemente más con él que con ella), y por último le dice que se vuelva al hueco de la pared. Su enemigo, que es prácticamente un adolescente, pide clemencia y le ofrece una tregua, pero Joel lo asesina. Cuando huyen del lugar, dejando la camioneta de Bill abandonada, se cruzan con varios coches con gente armada.
"We The People"
Justo después conocemos a Kathleen, personaje creado para la serie e interpretado por Melanie Lynskey, experta en parecer una mujer adorable y tener una vis oscura que pone los pelos de punta. Cuando la vemos por primera vez está interrogando a un hombre en una celda de una instalación de FEDRA abandonada. Está preguntando por un tal Henry, un nombre que quizás suene familiar a los que han jugado a 'The Last of Us'. Más adelante en la conversación entendemos que el hombre interrogado era médico ("¡yo te traje al mundo!") y que era un soplón, vendiendo a varios de sus vecinos a FEDRA a cambio de protección. Henry también era un chivato, y Kathleen le busca porque delató a su hermano, que acabó muerto en una celda como esa. La venganza, qué sentimiento tan habitual en el universo de este videojuego... Cuando avisan a Kathleen de la emboscada, y traen al chico que mató Joel, no le cabe duda de que tiene que estar trabajando con Henry. Inicia una búsqueda masiva por los alrededores para dar con ellos, pero está tan ciega de ira que vuelve a la celda y mata al médico de un disparo. Puede que parezca una "soccer mom", pero es capaz de hacer lo que sea para conseguir su objetivo, quizás por eso es la líder de Kansas City. En uno de los camiones vemos el lema "We the People (Nosotros, el pueblo)". En Kansas City los civiles se plantaron frente al gobierno militar de FEDRA, y ganaron. Pero, como demuestra Kathleen, no es que haya sido un cambio a mejor.
Joel y Ellie están escondidos en un bar, y aprovechan este momento para tener otra conversación profunda sobre la primera vez que Ellie ha disparado un arma. "No ha sido la primera vez" admite Ellie, y Joel lamenta que alguien tan joven haya tenido que pasar por eso, y le pide perdón. También le enseña a utilizar bien el arma porque no parece ser muy fan de los métodos de enseñanza de la academia militar de FEDRA. Poco a poco, el personaje de Pascal va mostrando más confianza en la niña. En el fondo sabe que, de no haber sido por ella, ahora estaría muerto.
Mientras, Kathleen y Perry (Jeffrey Pierce) encuentran un ático lleno de dibujos hechos por un niño y un montón de latas de comida vacías. Kathleen sabe que ahí ha estado Henry y siente una pequeña victoria al ver que no les quedaba comida: "No dejará que Sam muera de hambre". Investigan el edificio y bajan al sótano. Allí ven un enorme boquete y temen lo peor. Sus sospechas se confirman cuando ese boquete parece empezar a moverse. ¿Un posible nido de infectados bajo tierra? Kathleen ordena ignorar el asunto y no decírselo a nadie hasta encontrar a Henry. Perry no está de acuerdo, pero se resigna.
Joel y Ellie se cuelan en un rascacielos con la intención de subir a los pisos más altos y buscar una ruta de salida de la ciudad. Pero a Joel le pesan los 56 años. Llegan hasta donde pueden y al ser noche cerrada deciden descansar en un piso en el que se cuelan. Joel llena el suelo de cristales que sirvan de alarma si alguien entra mientras duermen. Ellie pregunta a Joel por qué sabía que el hombre que pedía ayuda era una emboscada, y él le dice que ha pertenecido a los dos bandos. "¿Has matado a alguien inocente?". La mirada de Pedro Pascal lo dice todo. Joel pregunta luego a Ellie por la primera vez que hirió a alguien con un arma, pero Ellie le responde algo que Joel le ha dicho un montón de veces: "No quiero hablar de eso". La chica cambia de tema y pregunta a Joel si oye peor del lado derecho porque le dispararon (efectivamente, lo vimos en el prólogo), pero él le suelta que probablemente fue a causa de disparar tanto, y le sugiere que utilice más su navaja en vez de la pistola si quiere conservar su oído. Ellie decide, antes de dormir, rebajar un poco la tensión con un último chistaco, que por fin hace reír a Joel.
El buen humor no durará mucho. Joel despierta al oír los gritos de Ellie. En algún momento de la noche se ha dado la vuelta y estaba durmiendo sobre su oído bueno. La niña está de rodillas, con una pistola apuntándole la cabeza. Esa pistola está empuñada por un chico más mayor que ella. Pero Joel también está en peligro. Un niño con un antifaz pintado en los ojos le apunta a su vez con un arma y le ordena que guarde silencio. Como el capítulo siguiente está dirigido también por Jeremy Webb, tiene toda la pinta de que estaríamos hablando de dos partes dentro de un arco narrativo en este viaje. Si consiguen escapar de sus captores, todavía tienen que buscar la manera de salir de Kansas City vivos, evitando a Kathleen y sus hombres. Pero antes de ver qué pasa, conclusiones.
Este episodio puede dar la sensación de que no ha tenido un desarrollo tan trascendental como el tercero (una cumbre que marcará el resto de la temporada), y que tampoco pasan tantas cosas como en el segundo. Sin embargo, es un episodio importante porque da a Joel y Ellie la capacidad de tener conversaciones con enjundia que les sirven para estrechar lazos, para generar una confianza cada vez mayor y que es muy necesaria en un mundo que, como comprobamos en este capítulo, está mucho más lleno de gente que nos quiere meter una bala en la sien que tender la mano para ayudarnos. Ellie ha probado a Joel que puede protegerlo tanto como él a ella, y que una joven en este mundo no se parece en nada a una joven como su hija. Y Joel va dejando poco a poco caer las murallas, aunque sea a base de chistes malos. Sabe que se juega mucho dejando entrar a alguien que le recuerda tanto a su hija, pero la soledad del día a día pesa mucho más.
El quinto episodio de 'The Last of Us' se estrenará en HBO Max el sábado 11 de febrero.
