Detrás de las estrellas de Hollywood hay una industria que no siempre es tan brillante. Por cada actor millonario gracias a una carrera de éxitos hay cientos de trabajadores a los que a menudo les cuesta llegar a fin de mes. Y algunos pueden estar en la cima y unos años después declarar bancarrota. Así ha sido la triste historia de Brett Butler.
La actriz ha dado una entrevista a The Hollywood Reporter porque recientemente apareció una campaña de crowdfunding de la que es beneficiaria en la web GoFundMe. "Es urgente. Brett ha agotado todos sus recursos y el estrés de un desahucio inminente está aplastándola física y mentalmente", dice la campaña que ha abierto un amigo suyo.
Cómica y actriz que ha trabajado sobre todo en televisión desde los años 90, Butler llevaba seis meses sin pagar el alquiler cuando su amigo decidió pedir ayuda a sus fans en Internet. "He estado avergonzada. Casi avergonzada hasta morir", asegura la protagonista de la sit-com 'Grace al rojo vivo', que ahora tiene 63 años.
El objetivo de la campaña en principio era recaudar 15.000 dólares. Cuando llegaron a los 12.583 subieron la meta a los 20.000. En este momento la actriz ha recibido 35.848 dólares en donaciones.
Cómo ha llegado a esta situación
Detrás de esta desesperada situación hay una triste historia de alcoholismo, drogadicción y depresión que ha convertido a Brett Butler en una persona de dudosa reputación en la industria de Hollywood.
Su cima estuvo en 'Grace al rojo vivo', sit-com basada en su vida que se emitió entre 1993 y 1998. En esa exitosa serie cobraba 250.000 dólares por episodio; fue la protagonista durante cinco temporadas, llegando a ganar unos 25 millones de dólares por un total de 112 capítulos. En su primera temporada recibió el People's Choice Award para la Mejor Actriz en una nueva serie, y fue nominada a dos Globos de Oro como Mejor actriz de una serie de comedia, en 1995 y 1997 (ambos los perdió ante Helen Hunt).
Entre bambalinas la historia no era tan bonita. Butler ya había salido del alcoholismo y durante la serie se volvió adicta al Vicodin. Ella misma asegura que su drogadicción convirtió el rodaje de la serie en una pesadilla para sus compañeros. Algunos miembros del reparto dejaron la producción, que fue cancelada abruptamente a mitad de la quinta temporada.
Mientras tanto, el dinero se le escurría entre los dedos. La actriz admite que lo gastó sin cuidado, además de prestar grandes cantidades a conocidos. "Fue estúpido dejar y dar tanto dinero. Es que me sentía culpable por tenerlo, casi que me faltaba tiempo para deshacerme de él", cuenta.
Asegura llevar sin tocar las drogas y el alcohol desde 1998, pero su mala conducta en la sit-com la convirtió en una persona non-grata en muchos círculos de la industria. Ante la falta de trabajo se mudó a su Georgia natal con sus hermanas, también huyendo de la sombra de las drogas en Los Ángeles. Pero tampoco fue fácil: "Me mudé donde el Ku Klux Klan tiene laboratorios de metanfetamina, básicamente". Además tiene problemas de salud mental. "Esta cosa me viene de familia. Mi padre era un bipolar alcohólico no diagnosticado, y empezaron a aparecer síntomas en mí cuando tenía unos 50 años", cuenta.
Los medios contaron en 2011 que Butler había vivido en un refugio para personas sin hogar, aunque ella lo niega. Sí es verdad que compró una granja, cuya hipoteca no pudo pagar y acabó perdiéndola.
Dice que Charlie Sheen le salvó la vida en 2012 cuando luchó porque tuviera un papel en 'Terapia con Charlie', serie en la que Butler trabajó durante dos años. En la última década ha tenido papeles secundarios y episódicos en series de primera línea como 'Cómo defender a un asesino', 'The Leftovers' o 'The Morning Show', y apareció en seis episodios de la novena temporada de 'The Walking Dead'.
Ahora cobra unos 5.000 dólares por día de rodaje en esos trabajos, pero no son muy frecuentes. Y su apartamento de una habitación en Los Ángeles cuesta 2.500 dólares al mes. Además, en 2019 tuvo uno de los episodios de depresión más grandes de su vida, llegando a tener pensamientos suicidas y agorafobia, que coincidió con el confinamiento de 2020.
Está preparando un monólogo en el que pretende contar todo esto. Le deseamos que le vaya genial con ese espectáculo, y que le lleguen más papeles.