La caballerosidad de Chris Evans con Regina King en los Oscar es mejor con el escudo de Capitán América

Estuvo a punto de interpretar a Scott Smith en la película 'Mi nombre es Harvey Milk', pero el papel fue a parar a James Franco. Si Evans lo hubiera conseguido, habríamos visto al actor como el activista homosexual y pareja de Harvey Milk, interpretado en el film por Sean Penn.

Aunque sea aconsejable que los intérpretes de Hollywood no cubran su piel con marcas permanentes, Evans ha confesado ser adicto a los tatuajes. El actor tiene o ha tenido cinco (que sepamos) repartidos por todo el cuerpo, y según ha explicado varias veces, todos tienen un significado muy personal. Aunque se borró algunos para interpretar al Capitán América, por su piel han pasado un símbolo de la familia, la palabra "lealtad", las iniciales de sus hermanos (SCS), el símbolo de Tauro (el signo del zodiaco de su madre) y la inscripción "In Loving Memory, Bardsley, With Me Always", tributo a un amigo que murió en un accidente de carretera en 2003.

Evans no es solo un héroe cuando se enfunda el traje de Capitán América y se pone detrás de su escudo, sino también en la vida real, donde abandera numerosas causas benéficas, apoya a organizaciones para la lucha contra el cáncer y por los derechos de los veteranos, visita hospitales infantiles y es defensor de los derechos de los animales. Además, no duda en posicionarse públicamente en contra de las políticas opresoras de Donald Trump. De hecho, el actor se ha enzarzado en duras críticas al presidente en Twitter, como si fuera la mismísima cabeza de Hydra, así como a otros políticos conservadores. Está claro, Evans combate villanos también en nuestro mundo.

Tiene una hermana pequeña llamada Shana Evans, una mayor, Carly Evans, y un hermano más joven, Scott Evans. Los tres han hecho sus pinitos en la interpretación, pero el que más ha destacado es Scott, quien ha participado en numerosos films y series como secundario y ha formado parte del reparto de la telenovela 'One Life to Live' durante tres años. Scott es abiertamente gay, lo que ha llevado a su hermano más famoso a convertirse en un importante aliado y defensor público de los derechos de la comunidad LGBT.

Evans es un gran Capitán América, no solo porque personifica a la perfección el espíritu del personaje y la esencia del ideal norteamericano, sino también por su impresionante físico, que le ha valido el sobrenombre de "Dorito" en Internet, por la proporción triangular entre su espalda y cintura. De hecho, para potenciar sus músculos, el departamento de vestuario de Marvel le hace las camisetas dos tallas menores de la suya. Por eso en 'Capitán América: Civil War', en lugar vestirlas, parece que la llevas pintadas en el torso.

Su serie favorita es 'Los Simpson', y sus películas preferidas son 'Braveheart', 'Hurlyburly' y 'Los Tenenbaums. Una familia de genios'. También es fanático de Disney y asegura que todavía se sabe de memoria todas las canciones de 'La Sirenita'.

Además de ser compañeros de profesión y estar en la plantilla de la misma empresa, Chris Evans y Scarlett Johansson son muy buenos amigos en la vida real. Antes de fichar por Marvel, ambos tenían ya una relación íntima después de haber trabajado juntos en 'The Perfect Score (La puntuación perfecta)' (2004) y 'Diario de una niñera' (2007). Contando las películas de Marvel Studios, Evans y Johansson han coincidido en siete películas. Sin duda, la química real que hay entre los dos se traslada a la pantalla, donde Steve Rogers y Natasha Romanoff se han convertido en grandes amigos.

Chris Evans es muy reservado en lo que se refiere a su vida privada, sin embargo, es inevitable que algunas de sus relaciones hayan salido a la luz. Salió con Jessica Biel durante cinco años, hasta su ruptura en 2006. Más recientemente ha tenido una relación de un año con la también actriz Jenny Slate, a la que conoció en el rodaje de 'Un don excepcional'. Evans ha confesado ser un romántico empedernido, el típico que llena la cama de pétalos de rosa para celebrar el cumpleaños de su novia.

En 1999 Evans tomó la decisión de mudarse de su Boston natal a Hollywood para perseguir una carrera en el cine, no sin antes vivir un último verano épico en su ciudad. Recientemente, el actor contó a Esquire que se marchó a Los Ángeles no sin antes perder la virginidad, a los 18 años. Así lo relata: "Sabía que me marchaba a L.A. en agosto, así que antes de irme me levantaba al mediodía, me paseaba por el instituto visitando a mis colegas y nos íbamos al parking a colocarnos. La lié buena. Perdí la virginidad ese año. 1999 fue uno de los mejores años de mi vida".

Ahí donde lo veis, Chris Evans es mucho más inseguro de lo que parece y sufre de ansiedad. Por eso ha reconocido que se sometió a terapia psicológica para llevar mejor los grandes cambios en su vida después del éxito del Universo Cinematográfico Marvel. Además, Evans suele recurrir mucho a los libros de autoayuda para navegar su estresante vida como superestrella mundial.

Chris Evans y sus hermanos fueron educados en la religión católica, pero al hacerse mayor, el actor empezó a desarrollar una visión panteísta (la doctrina que iguala a Dios con el universo y la naturaleza) e interesarse por el budismo, ya que no está de acuerdo con muchas de las ideas del cristianismo.