Netflix es una factoría de éxitos impredecibles: nunca sabes cuándo va a llegar el nuevo fenómeno ni cuál será el país de donde proceda. Es lo que ha pasado con la serie coreana 'El juego del calamar', que sin promoción alguna se ha convertido en uno de los títulos más vistos de la plataforma de las últimas semanas. Ahora mismo es la producción número uno en el catálogo español.
Esta ficción de nueve episodios es un distópico drama de supervivencia escrito y dirigido por Hwang Dong-hyuk. La premisa presenta a un grupo de personas que se introducen en unos juegos letales organizados por unas misteriosas personas con máscaras; el ganador se llevará un premio de más de 40 millones de dólares.
Después de este éxito, llega la pregunta de siempre: ¿habrá segunda temporada? La respuesta que Hwang ha dado a Variety es bastante tajante: no, al menos de momento. "No he desarrollado planes en profundidad para 'El juego del calamar 2'. Me agota bastante simplemente pensar en ello", asegura el cineasta surcoreano.
Hwang tardó seis meses en escribir y reescribir los dos primeros episodios, por lo que no se considera un creador muy prolífico. Ahora le gustaría centrarse en volver al cine, y ya prepara el borrador de una película que se titularía 'KO Club', sobre una guerra intergeneracional liderada por un grupo llamado el Club de los Asesinos de Viejos (Killing Old Men Club). Hasta ahora todos sus éxitos habían sido películas, entre ellas el drama 'Silenced', la comedia musical 'Miss Granny' y la película de época 'The Fortress'.
Si en algún momento quisiera hacer la secuela de 'El juego del calamar', asegura que "no lo haría solo. Consideraría contratar a una sala de guionistas y querría trabajar con varios directores con experiencia". Aunque avisa que no se le da muy bien el trabajo en equipo.
¿Demasiado inspirada en 'Battle Royale'?
A Hwang le molesta que se compare 'El juego del calamar' con películas de supervivencia como 'Los Juegos del Hambre', 'Battle Royale' y la japonesa 'Kamisama no iu tôri' ('As the Gods Will') de Takashi Miike. Asegura que él empezó a desarrollar su idea como una película en 2008.
"Admito sin problemas que me he inspirado mucho en cómics japoneses y animes a lo largo de los años", cuenta. "Cuando empecé, yo mismo estaba en un apuro financiero y pasaba mucho tiempo en cafeterías leyendo cómics como 'Battle Royale' y 'El juego de los mentirosos'. Empecé a preguntarme cómo me sentiría si yo participara en los juegos. Pero me parecieron juegos demasiado complejos, y en mi obra me concentré en usar juegos de niños". Así se decantó por una sencillez para los juegos de su historia, que junto con unos personajes con los que es fácil conectar, piensa que son dos claves que han ayudado al éxito internacional de 'El juego del calamar'.
También opina que hay en su obra una crítica al capitalismo, algo que tiene en común con los títulos españoles de éxito internacional en Netflix 'La casa de papel' y 'El Hoyo', y que también estaba en otro fenómeno coreano reciente: 'Parásitos'. "Quería escribir una historia que fuera una alegoría o fábula sobre la sociedad capitalista moderna, algo que representara una competición extrema, de alguna forma como la competición extrema de la vida", sentencia.
