Aunque 'El juego del calamar' ya haya perdido el número 1 en la lista de lo más visto de Netflix en la mayor parte de territorios, la serie se mantiene como la más vista de la historia de la plataforma de streaming y continúa cautivando a miles de espectadores, dando además un impulso a la ficción coreana a nivel internacional.
Su creador, Hwang Dong-hyuk, tiene todavía muchos detalles que desvelar de la serie, como por ejemplo cuál fue el juego que fue más difícil de rodar: "Fue el primer juego, y también uno de los primeros días en el set. Tenía que ir bien porque esa iba a ser la primera impresión para el público. Fue realmente duro tanto física como psicológicamente. Tenía que tener un impacto lo suficientemente grande como para que la gente quisiera ver el resto de la serie. Lo llevaba imaginando diez años, y hacer que cobrara vida... Fue la escena más difícil a muchos niveles" explica al Hollywood Reporter, recordando ese 'escondite inglés' llamado 'Luz roja, luz verde' que involucró a más de 300 extras, 10 actores y 30 especialistas en artes marciales. El juego ha sido todo un fenómeno y la robot chivata es ya un símbolo junto con los uniformes de la serie.
Hwang Dong-hyuk también ha hablado de la sádica forma en la que eliminaban a los perdedores en muchos de los juegos: "Cuando pensamos las eliminaciones de los juegos quería expresar que eliminación significaba muerte. En Corea no usamos pistolas así que una pistola es un arma muy irreal en Corea. Personalmente pensé que la gente fuera eliminada usando una pistola era de hecho irreal en cierta manera, diciendo que no es tan violenta porque es más simbólica que realista. Es una expresión simple y simbólica de que eliminación significa muerte".
Más real de lo que parece
Como ha explicado en varias ocasiones, tardó diez años en vender la historia de 'El juego del calamar', y ahora cuenta que le sorprendió que consiguiera venderla porque pensaron que es probable que alguien en la vida real ya estuviera haciendo su propio Juego del Calamar: "La respuesta que conseguí diez años después fue que, de hecho, era muy realista - que probablemente la gente ya estaría jugando a este juego en algún lugar del mundo. Y creo que la pandemia ha acelerado la situación. Así que el hecho de que la historia ya no fuese irreal, que ya no fuese absurda, que fuese algo muy en contacto con la realidad tras una década, me entristeció un poco como persona, pero me trajo alegría como creador".
El propio Hwan Dong-hyuk ha confirmado que habrá segunda temporada, pero Netflix todavía no se ha pronunciado.