¡Cuidado! Este artículo es oscuro y alberga SPOILERS
*No sigan leyendo si no han visto el 08x03 de 'Game Of Throness'
Ocho años han llevado hasta esto. La batalla más importante de 'Game Of Thrones', la batalla por la vida, ya está aquí. Es el clímax de una de las ficciones más grandes e influyentes de los últimos años, la mayor batalla que se ha visto nunca en la televisión y el cine. ¿Ha estado a la altura de todas las expectativas?
Nunca hemos visto algo así. La batalla por Invernalia es un evento histórico sin precedentes y el punto álgido de una de las mayores gestas jamás contadas. Son ochenta minutos que pasan como un suspiro, cargados de una tensión manejada con maestría que logra que el espectador sea incapaz de apartar la mirada. Miguel Sapochnik, que ya se encargó de la Batalla de los Bastardos, dirige el que tiene todas las papeletas para convertirse en el mejor episodio de 'Game Of Thrones' hasta la fecha. Una enorme batalla organizada como si fuera una película, con su prólogo, inicio, nudo y desenlace.
Una batalla silenciosa
La conexión del público con los personajes es tan grande que apenas es necesario diálogo. Es un episodio con pocas conversaciones, que se inicia repasando el lugar de todos los personajes en silencio. Melisandre, la Bruja Roja, regresa a Invernalia mientras todos se preparan para la batalla por la vida.
El manejo de la tensión en estos primeros compases es envidiable. La muerte de los dothraki ante la amenaza invisible, que el espectador no puede ver, nos mantiene en vilo. ¿Vienen? ¿No vienen? Y entonces, la colisión. Al más puro estilo de la Batalla de los Bastardos, el ejército de los muertos se golpea con los vivos, muerden, desgarran y matan a todo el que se ponga por delante. Es, de nuevo, una batalla sucia, donde el realismo es el valor más importante.
Planean las sombras de Steven Spielberg y Peter Jackson sobre esta larga noche, que a veces se convierte en choque de cuerpos contra cuerpos, pero en todo momento es capaz de contarnos dónde se encuentra cada personaje. Poco a poco, sin embargo, Sapochnik va dando mayor importancia a las secuencias más pequeñas e individuales, otorgando relevancia a personajes como Lyanna Mormont, que protagoniza una de las muertes más duras del capítulo.
Todo por la supervivencia
Pero cuando los muertos entran en Invernalia es cuando la batalla da paso a su vertiente más interesante. Ya no estamos en campo abierto, sino que el episodio ejecuta un inteligente giro para convertirse en un auténtico "survival horror", como lo definía su director. El hogar de los Stark se transforma en una carnicería en la que sobrevivir parece imposible. Y aquí es donde Arya Stark empieza a ganar minutos de pantalla. En una de las escenas más angustiosas del capítulo, el personaje de Maisie Williams se ve obligado a esconderse de los espectros en la biblioteca, y consigue que todos tengamos el corazón en un puño durante varios minutos.
Por su parte, varios personajes se encuentran en las criptas de Invernalia, donde casi han asumido que no tienen nada que hacer con la que hay montada fuera. Cuando los muertos entran allí, Sansa y Tyrion protagonizan un emotivo momento en el que se reconocen el uno al otro como iguales, y se disponen a morir mano a mano.
Los dos dragones
Mientras tanto, Daenerys y Jon tratan de enfrentarse al Rey de la Noche en el cielo, en varias secuencias algo confusas. No resulta fácil saber dónde está cada uno ni quién es quién en varios momentos. Pero cuando Jon y el Caminante caen de los dragones, llega una escena que todos recordaremos. Nieve avanzando hacia el Rey mientras este levanta los brazos de nuevo, evocando a aquella batalla de Casa Austera. Y en medio del fuego, todos los caídos se levantan para incorporarse al ejército de la muerte.
También el personaje de Emilia Clarke tiene sus momentos de protagonismo, cuando está a punto de perecer a manos de los espectros. Todos dábamos por muerta a nuestra Madre de Dragones y ya teníamos los pañuelos preparados. Por suerte, su amadísimo ser Jorah llega para protegerla y ambos pelean contra los muertos en una escena en la que, por fin, vemos a la khaleesi enarbolando una espada. Grandioso.
Cerrando ojos azules
Pero entonces es cuando damos paso al final de la batalla. La banda sonora de Ramin Djawadi vuelve a hacer acto de presencia con una pieza a piano que engrandece los últimos compases de esta lucha por la vida. Theon cae ante el Rey de la Noche, justo después de escuchar cómo Bran le asegura que es "un buen hombre", arrancando las lágrimas de más de uno. Jon se enfrenta a Viserion. El Rey de la Noche está a punto de alcanzar a Bran...
Y Arya llega para salvar el mundo. La Stark resulta ser más lista que nadie en un sencillo pero hábil juego de manos y termina con el Rey de la Noche. Beric Dondarrion había resucitado varias veces solo para salvarla aquella noche. Melisandre ya se lo había advertido: cerraría muchos ojos, marrones, verdes... y azules. El mayor enemigo está liquidado, quizá demasiado rápido, pero desde luego es una victoria satisfactoria. El final del capítulo nos muestra a la Sacerdotisa Roja caminando al encuentro de la muerte, ya despojada de un sentido para seguir viviendo, pues al fondo el amanecer rompe las tinieblas.
'La Larga Noche' es un episodio con menos muertes de las que creíamos, pero los fallecidos remueven al espectador, sobre todo ser Jorah y Theon. 'Game Of Thrones' no ha tenido que recurrir a las muertes gratuitas para generar shock, y es perfectamente capaz de mantenernos en tensión durante 80 minutos sin utilizar apenas diálogos. Nos encontramos ante el culmen de una narración sin precedentes y una forma nueva y rompedora de acercarse a las batallas en cine y televisión. Este episodio pasará a la historia de lo audiovisual. ¿Qué más queda por delante?
Nota: 10
Lo mejor: La batalla de Invernalia es uno de los episodios más importantes de 'Game Of Thrones' hasta la fecha, llamado a marcar la historia del cine y la televisión.
Lo peor: Las secuencias con los dragones son un poco confusas.