Entre tanta purpurina y colorinchi, camuflado bajo los ja jas, una banda sonora brutal, una acción más que potente y un diseño de vestuario pa' morirse; allí, como si la cosa no fuese durísima, se esconden un par de escenas tan directas, sobre todo desde el punto de vista femenino, que marcan irremediablemente a 'Aves de Presa y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn', propuesta de Warner/DC que no se anda por las ramas a la hora de subirse a la "moda" del feminismo Hollywoodiense, y elige el equipo correcto: ese que apuesta por la valentía y reniega de medias tintas.
En este sentido se intuye una firme decisión creativa nacida de la inmensa dedicación de la productora de esta película, Margot Robbie, estrella absoluta de la fiesta y epicentro de ese "si lo hacemos, vamos a por todas" que se intuye en cada escena. Aquí no se pasa de puntillas cuando hablamos de situaciones de acoso, ni se obvia la feminidad de las protagonistas. Tampoco se apuesta por una acción que ignore el género de estas heroínas, ni se ocultan los sentimientos que inspiran cada patada, cada puñetazo, cada secuencia coreografiada al milímetro con una originalidad y un impacto visual innegables. Sí, hablamos de entretenimiento, pero uno que aprovecha su "ligereza" para mandar su mensaje: ante el acoso no mires hacia otro lado, reacciona. ¿Esto le resta impacto a las escenas de acción? ¿Entorpece a la comedia? ¿Resta gracia, interés o atractivo a sus personajes? No, de hecho, aporta un sustento ideal para conectar con estas heroínas cuya fiereza y apuesta por la violencia surge en su esencia como respuesta a todos esos palos que han recibido.
Cathy Yan, directora prácticamente novata, que viene de ponerse tras las cámaras de tan solo otro largometraje, 'Dead Pigs', sujeta la batuta firmemente y abraza la opción más complicada, la de sudar sangre, a la hora de mostrar cómo estas ladys empeñadas en sobrevivir reparten mandanga. Planos muy abiertos, coreografías larguísimas, diferentes estilos de lucha para cada personaje, gestos adaptados al cuerpo femenino... Casi todo el tiempo vemos a las actrices, con Robbie a la cabeza, lanzando cada puñetazo gracias al trabajo desarrollado de la mano del equipo de especialistas que también sustenta las celebradas secuencias de una de las sagas de acción que más sigue aportando en este sentido: 'John Wick'.
Así la apuesta por una espectacularidad ante la que no nos perdemos ni una coma, se mide hasta el milímetro mostrando ese cuidado en cada posición que termina lanzando un paquete perfecto incluso cuando se usan props, desde los más "comunes" como es el caso de un bate de béisbol, arma muy del gusto de Harley, hasta los más inesperados cuando hablamos de buscar herramientas para lanzarse al campo de batalla: los patines. La acción es lo mejor de esta película no solo por esta manera en la que se plantea cada secuencia, sino por lo que motiva cada uno de esos momentos. Estas mujeres no reparten por repartir. Las menosprecian, las quieren como objetos, las quieren calladas y, en definitiva, las quieren muertas y ante eso: se unen.
Este es ese otro puntazo de la cinta. La sororidad y esas relaciones bastante más cercanas a la realidad de un grupo de amigas que aquello por lo que ha apostado el cine en numerosas ocasiones. Estas mujeres no solo se unen contra todos esos hombres malvados que tratan de darles caza, sino que se admiran activamente, quizá no al nivel "¿quién te ha permitido ser tan guapa? ¿Quién te lo ha permitido a ti? ¿Quién te ha permitido cortarme la respiración por completo?" de 'la noche de las nerds', pero en esa línea. Y de esta base superficial al comportamiento de todas ante los ataques y el abuso masculino. Aquí no se mira para otro lado: se actúa, se rescata, se hace un equipo sólido ante esa larga lista de hombres que tienen tanto a lo que responder.
Empezando por un Ewan McGregor muy atractivo en la piel de Máscara Negra, villano sádico que no deja de conectar la posesión y el poder con el sexo, mientras lo mezcla todo con una actitud de pataleta y una contención emocional que brilla por su ausencia si el personaje de Chris Messina no está ahí para apaciguarle. La relación de estos dos, absolutamente obvia, no se sella con ningún beso ni viene apoyada por ninguna línea de diálogo como es el caso de Renee Montoya (Rosie Perez) y su ex (Ali Wong), pero se asume dentro de esa dinámica tóxica y apasionada que comparte el par. En esta línea la cinta deja claro que mujeres y hombres han roto el corazón de Harley, y lo hace de manera evidente, tanto como lo fue su casting a la hora de apostar por la inclusión, no hay más que fijarse en esas aves de presa.
Harley Fucking Quinn
Más allá de la actitud en general de la película, muy de marcar todos esos comportamientos masculinos detestables: de la condescendencia y el menosprecio al abuso; la visión de la cinta es completamente femenina. Se aprecia en esa goma de pelo en medio de una pelea y en el tampón cuando meten la mano en el bolsillo equivocado, pero también en esa devoción absoluta de Harley por su sandwich de huevo y en ese hilo conductor de lujo que supone meterse en su mente. Y es que lo de Margot Robbie con este personaje es tremendo. Su Harley es tan arrolladora, está tan bien construida y funciona tan como un tiro que lo impregna todo y sale ganando.
Así uno de los puntazos del guion a veces demasiado obvio que firma Christina Hodson, es una estructura narrativa muy marcada por el tren de pensamiento de esta psicóloga que perdiese la cabeza por amor. Hodson, cineasta un poco en la línea de Yan, que viene de encargarse del libreto de 'Bumblebee' y poco más, también aprovecha todo lo que hay dentro de esa cabecita loca, provocando que no solo la estética venga marcada por la peculiar manera en la que este arlequín ve el mundo; el ritmo de la cinta, los saltos temporales y en definitiva el discurso de la historia, obedecen a este personaje, lo que termina fomentando que la película te envuelva evocando a una experiencia inmersiva.
La voz en off de esta Quinn acompaña al espectador a lo largo de todo el viaje que presume de arco argumental en el caso de cada una de sus protagonistas, pero que brilla especialmente con una Harley que arranca el camino sintiéndose nada ni nadie sin el Joker, considerándose a sí misma un mero adorno a pesar de saber que ella era la clave del éxito de muchos de los planes de mister J. Vaya, que partimos de una mujer anulada que en el fondo sabe que su fuerza está ahi, para ver cómo vuelve a ser ella misma psico-analizando al personal mientras va poniendo parches a su vida, recae, encaja otro golpe, se levanta y así. Todo de la mano de esa relación con la comida tan de empatizar instantáneamente (y un poco con la bebida también), una actitud de sacar las castañas del fuego que lo impregna todo (humor incluido) y una banda sonora tan de traca que merece aplauso aparte.
Junto a ella encontramos a la mencionada Montoya, policía a la que no toman en serio y que no deja de hacer quedar bien a los hombres que la rodean y se adjudican sus méritos; a Canario Negro (Jurnee Smollett-Bell), una mujer que no abraza su poder y acepta el papel de cosa bonita en la galería de rarezas que colecciona su jefe Roman *Romy* Sionis (McGregor); a Cassandra Cain (Ella Jay Basco), una niña que no tiene más remedio que espabilar a un ritmo trepidante; y a Cazadora (Mary Elizabeth Winstead), una máquina de matar que solo busca venganza tras perder a toda su familia y que brilla especialmente desde esa incomodidad que le provoca sentirse de repente parte de un grupo de chicas. Este abanico de situaciones y personalidades hace que al final cada miembro del equipo viva una experiencia de abuso diferente a manos del sector masculino de la cinta, lo que provoca que el puzzle sea más que llamativo y que se recurra a todo tipo de homenajes cinematográficos para construir el tono/ carácter de cada una, guiños que van desde 'El perfecto asesino' a 'Moulin Rouge', pasando por 'Kill Bill' o 'La naranja mecánica'.
Feminista y femenina, 'Aves de presa' explota dando caza al malvado hombre blanco, presume de acción imponente, apuesta por los lazos positivos entre mujeres, se ríe desde la adversidad, bebe de la locura de Harley y se deja llevar por ese caos regado con margaritas, purpurina y el placer que provoca un buen sandwich de huevo. Todo un acierto para una DC que no brillaba así desde 'Mujer Maravilla'.
Nota: 7
Lo mejor: Harley Fucking Quinn gracias a una Margot Robbie única en este papel, y a todo el trabajo que ha hecho para llevar 'Aves de presa' a la pantalla.
Lo peor: Que en algún momento pueda pesar esa locura narrativa, de pegar saltos y repetir conceptos.