"Es el héroe que Gotham merece, pero no el que necesita ahora". El famoso colofón que los Nolan le pusieron a 'El Caballero de la Noche', en boca de James Gordon, viene a la mente cuando uno ve 'Guasón'. La película que explica el origen del villano más famoso de Batman conecta con la cinta de Christopher Nolan en varios sentidos. 'El caballero oscuro' no solo sigue siendo considerada por muchos la mejor película de superhéroes, también resultó un paso adelante en el género. Con ella este tipo de historias dieron un estirón, podían tener la ambición de ser menos familiares, más oscuras, complejas, ambiciosas; podían aspirar a tener la validación del prestigio y además arrasar en taquilla. Con 'El caballero oscuro', el cine comercial de superhéroes se hizo adulto. Y ahora, con 'Guasón', entra en la crisis de los 40.
Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) es un hombre con problemas mentales que malvive ejerciendo de payaso mientras se ocupa de su madre, Penny (Frances Conroy). Por las noches, Arthur sueña despierto con visitar el programa de su ídolo, el rey del late night Murray Franklin (Robert De Niro). Por el día, sufre las vejaciones, el maltrato y la incomprensión de una sociedad cada vez más crispada. La pobreza, la suciedad y la marginalidad asolan a Gotham, y para muchos la única esperanza de la ciudad es Thomas Wayne, el empresario que planea convertirse en alcalde de la ciudad. Bruce Wayne es un niño y Batman aún no existe. Arthur Fleck aún no es el Guasón.
El director Todd Phillips (conocido sobre todo por la trilogía 'Resacón en Las Vegas'), junto con su coguionista Scott Silver ('The Fighter'), se preocupan mucho por explicar el contexto que rodea a Arthur. Su enfermedad mental, que le provoca carcajadas cuando en realidad está sufriendo; la incomprensión y el acoso en su trabajo, y lo más importante, la falta de una estructura de servicios sociales que ayuden a los individuos sin recursos a solucionar sus problemas. Mientas la sociedad le pide constantemente que sonría (su madre lo ha apodado Happy), los recortes del ayuntamiento de Gotham eliminan las pocas ayudas, en forma de terapia y medicamentos, con las que Arthur contaba.
'Guasón' es una crítica inequívoca y explícita al sistema económico liberal de Estados Unidos, un país que crea monstruos, revestida como cine de superhéroes. En ese sentido, es sin duda una película transgresora, relevante y ambiciosa que abre una puerta a que los personajes de cómic empiecen a protagonizar películas que no son necesariamente de acción, y que tratan temáticas más complejas y adultas que la sobada lucha entre el bien y el mal. Para un público y una sociedad que ya no tienen tan clara la línea entre lo correcto y lo incorrecto, y que están tan dispuestos a ponerse del lado del villano, esta es una película catártica.
También está llena de imágenes, frases y momentos icónicos que marcarán a una generación de espectadores. Como también lo hará sin duda la interpretación de Joaquin Phoenix, física, monstruosa, histérica e histriónica. Este pobre payaso trágico, construido para que el público lo entienda y compadezca, es el mejor Guasón desde Heath Ledger, al que por cierto parece homenajear en ciertos momentos.
El mayor mérito de 'Guasón' es aprovechar a un personaje que todos conocemos, jugar tan bien con sus elementos y con las expectativas del público, contando una historia de origen que sorprende, incluso aunque algunos de sus giros son muy predecibles. Es un mérito porque esta es una película dura y difícil, aunque sea por la tensión, la vergüenza ajena y la pena que su protagonista provoca. 'Guasón' te deja un nudo en el estómago, pero gracias a su inteligente uso del personaje podría convertirse en uno de los fenómenos de taquilla del año. Y todo ello con una fábula que pretende empezar una conversación sobre el privilegio (encarnado por Thomas Wayne), las desigualdades sociales, la marginalidad y las enfermedades mentales.
Por supuesto que tiene un guión problemático. Además de coquetear con la frivolización de las enfermedades mentales, 'Guasón' pisa peligrosamente la línea que hay entre explicar al monstruo creado por la sociedad y romantizarlo, fetichizarlo e incluso celebrarlo. La idea de un villano que solo mata a quienes lo merecen es peligrosísima. Phillips retrata al Guasón como el héroe que Gotham necesita y nos muestra una sociedad al borde de la debacle; está confiando en que el público sabrá discernir por sí solo cuál es el peligro del que nos avisa.
La película que Hollywood necesita
Puede que 'Guasón' sí sea la película de 2019, como algunos dicen. Al fin y al cabo, en un año en el que las franquicias más blancas y palomiteras y los remakes más intranscendentes reinan los rankings de taquilla, 'Guasón' toma a un personaje icónico del género más comercial del momento y lo convierte en un símbolo del cine adulto. 'Guasón' no aspira a gustar a todos, sino que pretende tratar temas sociales e invitar a la reflexión. Frente a una Marvel que se aferra a su fórmula del entretenimiento familiar, tan infalible como inocua, DC ha aceptado que no puede hacer lo mismo (tras obligarnos a tragarnos truños como 'La Liga de la Justicia' y 'Escuadrón Suicida') y se ha propuesto dirigirse al público más olvidado en las salas, el adulto. Y al hacerlo aprovechando a un personaje tan popular como el Guasón puede que no solo esté revolucionando el cine de superhéroes: también podría estar salvando el cine de adultos. Si 'Guasón' acaba siendo un fenómeno de taquilla, a pesar de ser violenta, intransigente y compleja, Hollywood se atreverá a hacer más películas como ella.
Nota: 9
Lo mejor: La inolvidable interpretación de Joaquin Phoenix.
Lo peor: Que pueda ayudar al espectador a romantizar y celebrar a un asesino.