Casi un año después de que acabase la tercera temporada de 'Outlander', la serie regresa con una nueva entrega que promete numerosas aventuras y peligros para los Fraser. La ficción creada por Ronald D. Moore que adapta los libros de Diana Gabaldon continúa enamorando al público temporada tras temporada, y no es para menos, considerando que cada año van un paso más allá y sorprenden con su magnífica adaptación de las novelas y por la forma en la que consiguen mantener intacta la esencia de la serie. Y eso también se respira en el primer capítulo de la cuarta temporada.
Habrán pasado muchos meses desde que vimos cómo Jamie y Claire naufragaban para más tarde aterrizar en las costas de Georgia, pero bien podría haber sido ayer cuando vimos ese capítulo ('Eye of the Storm') ya que la serie retoma muy bien la historia del matrimonio y da la sensación de que nunca dijimos adiós a estos personajes. Sin embargo, comparado con los inicios de las temporadas anteriores, este resulta algo flojo, por el hecho de que parece que nos encontramos ante una sucesión de escenas en las que aparentemente no ocurre nada, porque no se presenta un conflicto como tal hasta el final, y por eso también resulta prometedor, por esa gran introducción que se hace a lo largo de todo el episodio del nuevo villano de la serie. Por lo tanto, el capítulo sirve para situar al espectador de dónde se encuentran los protagonistas y para preparar a la audiencia sobre lo que está por llegar esta temporada.
El episodio, titulado 'America The Beautiful', condensa los primeros capítulos de la trama de Jamie y Claire de 'Tambores de Otoño', el cuarto libro de la saga de Diana Gabaldon, y en cuanto a adaptación se puede decir que el trabajo es magistral. Aquellas personas que se hayan leído la novela estarán muy satisfechas con el resultado. El nombre del capítulo simboliza la llegada de los Fraser a la América Colonial, a un lugar que parece prometedor, donde comenzar una nueva vida y echar raíces, falto de peligros y que se caracteriza por esa visión idealizada de paz y libertad. Sin embargo, enseguida nos damos cuenta (tanto los espectadores como Jamie y Claire) de que esto, en realidad, es una falacia. Por lo tanto, el nombre del capítulo presenta un significado de doble filo.
En cuanto a los personajes, resulta reconfortante poder ver a Jamie y Claire juntos disfrutando de la compañía del otro sin ninguna fuerza que les intente separar, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que les ha pasado recientemente y que ya vimos en la tercera temporada. Y es que los Fraser necesitaban algo de calma, aunque esto es 'Outlander' y seguro que no dura mucho. Pero este matrimonio no viaja solo, ya que cuentan con la compañía del joven Ian. La temporada parece que promete profundizar en la relación casi paternofilial que tienen Jamie e Ian, cuyo vínculo se ve reforzado tras una conversación que ambos mantienen en el capítulo. Esta es una de las escenas más emotivas que vemos en el inicio de temporada y, a mi parecer, era una escena muy necesaria para cerrar un capítulo delicado de la vida de estos personajes que no se llegó a tratar en la temporada anterior.
Además de volver a disfrutar de los Fraser y observar más de cerca la relación tío-sobrino que comparten Jamie e Ian, lo cierto es que este episodio sirve como transición entre la tercera y cuarta temporada. En él se nos presentan nuevas incorporaciones a la serie, como Rollo, el perro del joven Ian, o la mención reiterada de la tía de Jamie, Jocasta Cameron, a quien veremos en los capítulos venideros y que ya genera expectación. Y es que del capítulo también es reseñable el propio guión, el cual contiene entre sus líneas referencias sutiles a personajes o a momentos que seguramente veamos en esta temporada o en las próximas. Aún así, lo más destacado y la principal función del episodio, tal y como se ha mencionado anteriormente, es la introducción del nuevo villano de la serie.
Bienvenido a bordo, Ed Speleers
Desde que comenzó 'Outlander', la serie ha contado con un principal antagonista, Black Jack Randall, a quien ya tuvimos que decir adiós de forma definitiva en la tercera temporada. Tobias Menzies, el actor que ha dado vida a Jack y a Frank Randall, ha dejado el listón muy alto, pues su magnífica interpretación y la forma en la que se adueñó de ambos personajes, tan distintos y a la vez tan similares físicamente, es algo que ha dejado huella en los espectadores. Sin embargo, Ed Speleers no tiene nada que temer. Todavía es pronto para comentar si su personaje, Stephen Bonnet, será más malvado o igual que el de Jack Randall, pero lo que sí se puede afirmar es que en este primer episodio ha contado con una gran introducción al mundo de 'Outlander'.
En el capítulo Stephen Bonnet tiene una gran presencia y ya alerta al espectador de que no se trata de un personaje secundario, sino que es alguien importante. Se le da un tratamiento algo distinto al del libro y en el episodio conocemos un poco más a este personaje a través de distintas conversaciones y, en especial, la que tiene con Claire. Ya en ese momento alerta con sus miradas y sus gestos sobre cuáles son sus intenciones, algo que queda claro al final del capítulo, momento en el cual terminamos de comprender porqué se llama este episodio 'America the beautiful'. Aunque se entiende el propósito de utilizar la canción de Ray Charles a lo largo de esa secuencia final en la que se contrapone la acción con la banda sonora, cuyo objetivo radica en recalcar la idea de que América en realidad no es tan bonita, ni tan bondadosa, ni tan pacífica, lo cierto es que te saca del capítulo y le quita dramatismo a la escena que se está desarrollando. Aún así, es una secuencia muy poderosa, donde se muestra una auténtica amenaza y un conflicto.
En general, el capítulo es muy satisfactorio y supone un gran retorno de la serie con una temporada que promete bastante. Después de muchos meses esperando este momento, volvemos a disfrutar de nuevos capítulos protagonizados por los Fraser, cuyas aventuras no defraudan y mantienen la esencia de la serie.
Nota (Capítulo 4x01): 8
Lo mejor: El capítulo retoma muy bien la historia desde donde la dejamos al final de la tercera temporada y hace una magnífica introducción del nuevo villano de la serie.
Lo peor: Es un episodio lento y algo flojo en comparación con los inicios de las otras temporadas.