En 1996 llegó a los cines el que quiero creer que fue un experimento surgido de un "no hay huevos" en las oficinas de Warner Bros. ¿Podía funcionar una película protagonizada por Bugs Bunny y Michael Jordan? En taquilla lo hizo moderadamente, pero fuera de las salas para los que éramos niños por aquel entonces fue un auténtico furor. Reventamos los VHS, compramos todo el merchandising y guardamos con cariño el recuerdo de la película. La idea de una secuela de 'Space Jam: El juego del siglo' lleva años dando vueltas, casi siempre con el carismático LeBron James mencionado como lógico sustituto de Jordan. Han tardado 25 años, pero por fin es hora de volver a la cancha de baloncesto con los Looney Tunes.
'Space Jam: Una nueva era' es mucho más consciente que la primera, parte de la base de que este "mix" ya funcionó una vez, pero ni el público es el mismo que en 1996 ni el cine es igual. Malcolm D. Lee sabe que no puede hacer la misma película porque ya no estamos acostumbrados a un cine familiar tan inocente como lo fue 'Space Jam'. La original era un producto totalmente noventero, así que la de 2021 tenía que ser también producto de su tiempo. Lo que han hecho básicamente es coger la esencia de la primera y convertirla en algo por lo que los niños de hoy en día puedan sentir un mínimo interés de primeras. Así esta vez LeBron James y su hijo, interpretado por Cedric Joe, son succionados por el servidor de Warner Bros. James es retado por un algoritmo, con la forma de Don Cheadle y el nombre de, ojo, Al G. Rhythm, a un partido de baloncesto. Si gana serán libres. Si pierde se quedarán atrapados en el servidor para siempre. A diferencia de Michael Jordan, que era "secuestrado" por los Looney Tunes porque eran ellos los que necesitaban la ayuda de la estrella de la NBA, esta vez es LeBron quien busca un equipo para enfrentarse al algoritmo y sus monstruos, y es cuando se topa con Bugs Bunny.
Aunque las promos nos han vendido una especie de 'Ready Player One', en realidad el uso de los guiños está muy acotado y sirve para empezar la película con un poco de ayuda extra, además de por supuesto para sacar pecho y fardar de catálogo. Warner Bros. Animation aprovecha cada mundo para jugar con el estilo de animación y ver el humor desquiciado de los Looney Tunes en escenarios como 'Matrix' o las series de animación de los superhéroes de DC es realmente divertido. Ni por asomo es un recurso explotado durante toda la película, y sirve para que los adultos en la sala tengan al menos un momento en el que sentirse parte de la fiesta si es que se pierden entre la jerga de los videojuegos de después o una duración que juega en contra de la cinta. 'Space Jam: Una nueva era' sigue siendo 'Space Jam' al fin y al cabo y el centro de la película es el partido de baloncesto entre los Looney y los Goons.
Y es precisamente en el partido donde la película pincha un poco debido a la excesiva duración del encuentro, y de la película en general. A 'Una nueva era' le sobra la media hora de más que tiene respecto a la primera entrega. El partido aprovecha de sobra el salto tecnológico de 25 años y tiene momentos muy divertidos gracias a las locuras de los Looney y el incorporado aspecto de videojuegos estilo 'Fortnite', con jugadas delirantes o "power ups" que convierten cada minuto de partido en algo impredecible. Si solo durara un poco menos... Tampoco ayuda que los comentaristas tengan tan poca gracia.
Quien sí la tiene es LeBron James, toda una sorpresa. El deportista está volcadísimo toda la película, y aunque sigue siendo un no actor haciendo lo que puede cuenta con el encanto suficiente para mantener el papel protagonista sin problema. Probablemente lo haya tenido más fácil que Jordan a la hora de rodar porque la tecnología ahora es mucho más agradecida que en 1996, pero el personaje de Michael Jordan era mucho más plano que el que nos presenta King James. Este, además, tiene algo que no tenía el protagonista de la primera 'Space Jam' y es un arco evolutivo. Al principio de la película, como pasaba en la original, vemos un flashback en el que se nos muestra a un joven LeBron aprendiendo la lección de que la cancha es su lugar de trabajo y que hay que respetarla. La dura disciplina que le inculcaron la quiere pasar a sus hijos, pero Dom muestra muchísimo más interés por diseñar videojuegos que por la pelota, y eso crea roces. LeBron tiene que aprender que tiene que dejar que sus hijos encuentren su propio camino y eso ya es mucho más de lo que tuvo que aprender Michael Jordan en su periplo con los Looney. Su personaje es mucho más interesante, y James no desaprovecha su oportunidad. Quizás los que salen perdiendo más son los Looney Tunes, que al pasar a ser los apoyos de la historia de LeBron no tienen una trama particularmente interesante o bien desarrollada, a pesar de que se quiera crear un conflicto inicial entre James y Bugs Bunny. Y duele ver al pato Lucas tan desaprovechado cuando no solo fue el MVP de 'Space Jam' y el que mejores frases tenía, también lo es de los Looney en general.
Don Cheadle también es una gratísima sorpresa. El actor podría haber puesto el piloto automático y simplemente haber esperado al cheque pero ha decidido aprovechar la oportunidad que le brinda Al G. Rhythm y se lo ha pasado bomba con él. Su villano es un derroche de energía y el actor transmite el disfrute al espectador. Su plan e intenciones son bastante mediocres, pero lo compensa con una defensa férrea del personaje durante toda la cinta. La prensa americana ha señalado que una película que pone un algoritmo como enemigo debería haber sido más subversiva y haber jugado más con la crítica. No sé qué 'Space Jam' vieron en su momento, pero nunca ha sido ese tipo de película. 'Space Jam' es una película familiar cuyas mayores pretensiones son entretener y vender merchandising y la secuela vuelve a tener esto como objetivo primordial. ¿Que de paso vende también un poco el catálogo de HBO? Perfecto, pero nunca pretendía ser una crítica del Hollywood actual. Por favor, si la primera era el mayor ejemplo de un producto pop que pudo haber en los noventa. 'Una nueva era' sabe a lo que viene. Nos hace pasar un buen rato mientras deja que LeBron James saque a relucir otra faceta suya y nos vende nuevos muñecos y camisetas. Quien pensara que la primera ya era una tontería no se va a ver convencido por la segunda. Como fan de la original, a mí la fórmula me ha vuelto a funcionar y a pesar de que le pesa la duración, de que no cuenta con la misma frescura ni con una banda sonora tan memorable que la daba tanta personalidad, tiene de sobra para cumplir como propuesta divertida para acercarse al cine este verano. Desde esa locura marca ACME que sigue funcionando como el primer día a un apartado visual impresionante. Hablando del apartado visual, además de jugar con los estilos de animación, he de decir que las versiones tridimensionales de Bugs Bunny y los demás no desentonan tanto como me parecía al principio. Los prefiero en 2D y por suerte ahí tienen su esencia intacta, pero el 3D funciona muy bien con lo frenéticas que son las escenas de baloncesto.
Para las nuevas generaciones
El componente nostálgico también está ahí porque al fin y al cabo sabe que muchos de sus potenciales espectadores somos aquellos niños y niñas que nos obsesionamos con la primera hace 25 años. La secuela es tan parecida a la primera en muchos aspectos que probablemente conseguirá que disfrutemos de nuevo con ella, y tenemos el valor añadido de los guiños del principio. Pero tenemos que recordar que esta 'Space Jam' está hecha para la nueva generación. La película se esfuerza mucho por hablar su idioma y por llamar su atención, así que serán los niños de hoy los que decidan si 'Una nueva era' cumple con ese cometido y se convierte en un futuro bonito recuerdo de su infancia como lo es la primera para nosotros o si no le ven ninguna gracia y en vez de hablar su idioma solo consiguen darles repelús. A mí hubo partes de la película que me dieron bastante vergüenza, como ver a Porky rapear, pero quizás yo no estaba en la mente de los guionistas cuando escribieron esa escena y a los niños sí les hace gracia. De nuevo, creo que se nota a lo largo de la película que la han hecho para ellos. No buscan tanto subirse al carro de la nostalgia, aunque hay bastantes guiños a la primera (algunos maravillosos), sino ganar una nueva generación de adeptos. Esos niños puede que no pillen la referencia a 'Casablanca' pero si consiguen que se lo hayan pasado bien y salgan deseando apuntarse a baloncesto, o mejor, queriendo que sus padres les compren todo lo que tenga puesto 'Space Jam', la película habrá cumplido su cometido como lo hizo la de 1996.
Nota: 7
Lo mejor: Tan entretenida como la original, pero no se siente anclada en el pasado. LeBron James y Don Cheadle están muy divertidos. Algunos guiños son geniales.
Lo peor: Se hace demasiado larga. Los Looney Tunes se sienten en un segundo plano. Ha perdido frescura y ciertos momentos dan algo de "cringe".
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