Netflix ha sacado la artillería pesada para la segunda entrega de 'Las crónicas de Navidad', y es que esta película, además de contar con los protagonistas de lujo que encabezasen la original, Kurt Russell y Goldie Hawn, está dirigida por un experto en niños y cuestiones navideñas. Chris Columbus, director de 'Mi pobre angelito' y 'Harry Potter y la piedra filosofal', se pone tras las cámaras de esta propuesta de Netflix de cara a las tan distintas fiestas del 2020. Así, de la mano de uno de los puntales del cine para toda la familia, la complicidad entre mamá y papá Noel supera con creces a la que disfrutásemos en la primera entrega.
Al respecto ha hablado la propia Hawn, intérprete encantada de trabajar con el que es su marido en la vida real, que se encontró con algo no muy agradable a la hora de recrear sus arrumacos habituales para la pequeña pantalla. La actriz ha confesado, en declaraciones a 'Live with Kelly and Ryan', que, por mucho que esté conseguidísima y sea preciosa, odiaba la barba que Russell tenía que lucir por exigencias del guion. "Pensé que (la barba) era una obra de arte, de verdad", arranca la que además es madre de la también actriz Kate Hudson.
"Quiero decir, me perdía en ella al mirarla, creo que estaba muy bien diseñada, pero pregúntame si me gustó esa barba", continúa Hawn entre risas, "la odiaba. No era nada divertido besarle". Más allá de este pequeño "contratiempo" y destacando, además de lo bello de sus caracterizaciones, la preciosidad de set de rodaje en el que trabajaron, la actriz asegura que disfrutó mucho de la experiencia y que al final se llevó un pequeño letrero para poner en su casa de Aspen porque "quería una parte del pueblo (de la película)".
El privilegio de ser Mamá Noel
'Las crónicas de Navidad' y su secuela pueden ser mejores o peores, pero lo que está claro es que pocos Santa Claus y señora de la ficción están tan conseguidos como los encarnados por Russell y Hawn. Así, no es de extrañar, que los propios nietos de la actriz estén encantados con ser familia directa de semejantes puntales navideños, algo ideal para Hawn que está feliz de que a los pequeños de la casa les guste algo de su trabajo en Hollywood. "Me encanta la idea de que algún día les gusten otras cosas que Kurt y yo hemos hecho, pero ahora es divertido que vean esto y vayan a la escuela sabiendo que sus amigos también lo han visto", afirma esta intérprete dejando claro que lo único malo de todo el asunto fueron... ¡Los besos peludos!
