'El Hoyo', ópera prima de Galder Gaztelu-Urrutia, se estrenó en cines españoles el 7 de noviembre de 2019. Con poca promoción llegó a muy pocas salas, por lo que no recaudó más de 220.000 euros llegando solamente a 39.000 espectadores. Ahora, la cinta ha tenido una nueva oportunidad al llegar a Netflix. Tras aterrizar en la plataforma, 'El Hoyo' se ha convertido en todo un fenómeno internacional, situándose en el top 3 de lo más visto en España y como la película más vista en Estados Unidos. Si te quedaste con ganas de saber más de esta película, hemos recogido 10 curiosidades sobre ella.
El final, explicado
'El Hoyo' es una película que plantea diferentes reflexiones dejando muchas preguntas en el aire. Además, cuenta con un final muy abierto a la interpretación, por lo que si la has visto probablemente no hayas terminado de entender algunas incógnitas. Nosotros os hablamos de algunas de ellas en este artículo y explicamos qué podría significar el final que tantas comeduras de cabeza está generando. Sin embargo, puede que la historia no acabe aquí. El productor de la película, Carlos Juárez, ha comentado que se encuentra en negociaciones con Netflix para una futura secuela o remake. De momento todavía está por confirmar.
Curiosidades de 'El Hoyo'
Las sobras del catering
La comida es uno de los elementos más importantes de 'El Hoyo'. Está presente durante toda la película y es la que genera tantas disputas entre los reclusos. Cuando el protagonista se encuentra en niveles bajos, la comida tiene que parecer muy machacada, como si ya hubiera pasado por muchas manos. Para ello, el equipo de arte de la cinta cogía las sobras del catering y de los restaurantes cercanos y los ponía en la plataforma. Si ya es desagradable de por sí, hay que añadirle que el rodaje fue en verano y que al final del día, con el calor que hacía, la plataforma generaba un olor muy fuerte y desagradable.
La dura preparación de Iván Massagué
Durante la película, Iván Massagué, el protagonista, experimenta un declive físico debido a la falta de alimentación desde que entra en el hoyo. Por exigencias de guion el actor tenía que perder 12 kilos. Sin embargo, al tratarse de una producción con un presupuesto muy pequeño, el rodaje no podía pararse a mitad para que Massagué adelgazara esos kilos, por lo que tuvo que hacerlo mientras rodaban. Durante las seis semanas que duró el rodaje perdió esos 12 kilos con la ayuda de un dietista.
La película se rodó en orden cronológico, por lo que Massagué comía prácticamente lo mismo que se veía en la ficción, algo que también le ayudó a meterse en el personaje. "Tenía dos o tres momentos al día de crisis en los que sentía que me venía el monstruo del hambre. Sabía que duraba unos veinte minutos y, si me pillaba rodando, intentaba aprovecharlo y se lo incorporaba al personaje. Pero si no era así, resultaba bastante jodido y lo pasaba mal", explicó a Fotogramas.
Metido de lleno en el papel
Trimagasi (Zorion Eguileor) es prácticamente el único personaje que come durante toda la película. Entre la basura y las sobras que ponía el equipo de arte en la plataforma, los atrecistas colocaban en dos o tres puntos estratégicos comida de verdad que él pudiera ingerir. Sin embargo, Zorion se metía tanto en la piel de Trimagasi que acababa comiendo de todo, hasta los restos de los últimos días de los restaurantes cercanos.
De obra de teatro a película
En un principio 'El Hoyo' fue creada para representarse únicamente en teatro. Fueron David Desola y Pedro Rivero los encargados de escribir y formar la historia. Por desgracia, este proyecto no salió adelante, pero cuando el guion llegó a manos del director Galder Gaztelu-Urrutia, el proyecto tomó una forma distinta. Gaztelu-Urrutia tardó casi dos años en adaptar el guion para convertirlo en un largometraje.
Debido al bajo presupuesto con el que contaban y al plan de producción tan apretado que tenían, el director tuvo que planificar cada detalle de la película, dibujando cada secuencia en un total de 1.000 páginas, para no perder ni un segundo durante el rodaje.
La actriz que interpreta a Miharu fue concursante de 'Operación Triunfo'
Alexandra Masangkay es la encargada de meterse en la piel de Miharu, ese personaje callado y enigmático que ayuda al protagonista en varias ocasiones y que busca incansablemente a su hija. Masangkay es actriz, cantante y bailarina y dio sus primeros pasos en la octava edición de 'Operación Triunfo', en la que llegó a la final quedando en cuarto posición. Después de eso, ha aparecido en series como 'Dreamland', 'Yo quisiera' y '+ de 100 mentiras' y en películas como '1898. Los últimos de Filipinas'.
La profundidad del hoyo
En varias ocasiones se nos muestra la enorme profundidad que tiene el hoyo, con niveles y niveles que parecen no acabar nunca. Cuando al final descubrimos que tiene 333 niveles y sabiendo que cada nivel de la edificación tiene una altura de 6 metros, el hoyo tendría una profundidad de 1.998 metros. Si además le añadimos el nivel cero y el sótano que es donde cae la plataforma al final de la película, el hoyo en la ficción tiene aproximadamente 2.022 metros de profundidad.
Solamente se crearon dos niveles
A pesar de haber más de 300 niveles, para grabar 'El Hoyo' solamente se crearon dos de ellos y el resto se añadió digitalmente. Se crearon con hormigón para que fuera una estructura eficiente, duradera, inexpugnable, aséptica e indestructible. Además, hicieron una construcción basada en líneas geométricas, simples y con un mobiliario mínimo.
Misma proporción
Todos los elementos de cada nivel guardan la misma proporción para conseguir crear imágenes muy gráficas, repetitivas y lúgubres. La plataforma y los elementos que hay en cada nivel tienen exactamente las mismas proporciones: las placas de las paredes, el retrete, el espejo o las mesas. Los apliques, las camas y los lavabos tienen esa misma proporción pero multiplicada por 1,33.
Esto contrasta claramente con la comida, que representa justo lo contrario. Cada plato de comida no guarda ninguna proporción con el resto. La comida es irregular, líquida, cambiante. Tiene formas redondas, es suave y tiene colores ocres y cálidos. Un poco de luz dentro de esa especie de cárcel.
El terror del rodaje para los protagonistas
Galder Gaztelu-Urrutia crea una película claustrofóbica con escenas desagradables y realmente escatológicas. Para sus protagonistas, muchas secuencias no fueron nada fáciles. Antonia San Juan, que interpreta a Imoguiri, afirma que sintió mucho vértigo y que lo pasó muy mal en aquellas escenas en las que se tenía que acercar a la orilla del hoyo para hablar con los del nivel de abajo. Además, cuenta que el director le pedía constantemente que se acercara más para que le captara bien la cámara, ya que ella inconscientemente no se daba cuenta de lo alejada que estaba.
Para Iván Massagué una de las escenas más difíciles de la película fue cuando estaba atado. La presión de las ataduras en todo su cuerpo y la situación le agobiaron. Y Zorion Eguileor afirma que sintió en algunos momentos claustrofobia, al ser verano, estar en un sitio tan cerrado y con tanto equipo alrededor.
Hubo un final alternativo
El final de 'El Hoyo' es muy abierto y da lugar a varias interpretaciones. El director confirmó que se grabó un final alternativo en el que la niña llegaba al primer nivel, pero lo sacaron de la película porque lo que quería era dejarlo abierto a la interpretación de cada espectador. Con este final quizá hubiéramos podido ver cómo reaccionaba la Administración y si hubiera cambiado su forma de actuar, las normas y reglas del hoyo al darse cuenta de que habían incumplido sus propias normas al tener a una niña menor de 16 años ahí abajo.