¡Cuidado! Este artículo contiene spoilers
Alan Taylor es uno de los directores más importantes de 'Game of Thrones'. Ha sido el encargado de dirigir el último episodio emitido, 'Más allá del Muro', penúltimo de la penúltima temporada, pero no es un novato en Poniente. Taylor dirigió seis episodios en las dos primeras temporadas de la ficción de HBO: 'Baelor' (en el que Ned Stark fue decapitado), el 1x10 'Fuego y Sangre' y el 2x10 'Valar Morghulis' entre otros.
Su regreso a la serie ha resultado en un episodio, el 7x06, que ha terminado de dividir al público de 'Game of Thrones' entre los que están disfrutando con un ritmo mucho más dinámico y numerosos giros de guion, y los que creen que la ficción está sacrificando la lógica y a sus personajes.
En concreto, una de las escenas más importantes de 'Más allá del Muro' es en la que Daenerys aparece con sus dragones al norte de los Siete Reinos para salvar a última hora a Jon Snow y su compañía. ¿Eres de los que no pudo disfrutar del momento porque te parecía demasiado increíble? Pues el director ha admitido que sí, que la velocidad con la que ha ocurrido no tiene mucho sentido.
"Sabíamos que el tiempo se estaba volviendo un poco borroso", confiesa a Variety. "(...) Jon y los demás pasaron una noche oscura en la isla en términos de momentos narrativos. Lo alargamos un poco con el crepúsculo eterno al norte del Muro. Creo que nos esforzamos por falsear la línea temporal un poco no declarando exactamente cuánto tiempo estuvimos allí".
Una decisión narrativa (como otras que ha habido esta temporada) algo polémica y que contrasta con la esencia de la serie durante sus años anteriores. Taylor se defiende: "Para algunos funcionó, para otros no. Parecían muy preocupados por cuánto puede volar un cuervo, pero hay algo que llamamos imposibilidades plausibles, que es lo que intentas conseguir, no plausibilidades imposibles. Así que estamos forcejeando con la plausibilidad un poco, pero espero que la fuerza de la historia diluya un poco eso".
Por otra parte, al director le encanta "que la serie sea tan importante para tanta gente que esté siendo escrutada en tanta profundidad". De hecho, le parece que las quejas podrían ser motivo de preocupación "si la serie estuviera en un mal momento", pero como hablamos de 'Game of Thrones', que marca un nuevo récord de audiencia cada semana, no es un tema relevante. Y tiene razón: a estas alturas, no va a haber ningún fan que se baje del carro por mucho que no le vea lógica a lo que la serie esté contando.
El crecimiento de Arya y Sansa
Habiendo dirigido gran parte de las dos primeras temporadas (antes de ser fichado por Disney/Marvel para poner en pie 'Thor: Un mundo oscuro'), Alan Taylor se ha encontrado en el 7x06 con dos personas muy diferentes a las que conoció: Maisie Williams y Sophie Turner. Ya no es solo que hayan pasado de 15 a 20 años y de 16 a 21 respectivamente. Es que "han evolucionado muchísimo como actrices y como personajes", según el director.
"Estamos explorando cosas más profundas y oscuras, y han crecido lo suficiente como para poder hacerlo. En algunas de las escenas entre ellas, cuando es un juego de poder entre dos oponentes a la altura, sientes cómo la balanza se equilibra de un lado y del otro. Manejan muy bien la tensión que hay entre ambas. Y siguen siendo Maisie y Sophie, así que cuando gritas corten empiezan a reírse y bailar y escuchar música en sus auriculares".
6 incongruencias del 7x06 de 'Juego de Tronos'
El manejo del tiempo y el increíble caso del mapa mutante
Esto comenzó como un chascarrillo al principio de la temporada, pero acabado el capítulo 6 ya podemos confirmar que el uso de las elipsis se está convirtiendo en un problema. Tanto en las novelas como en la serie, los viajes de los personajes y sus intentos por llegar a una destinación soñada se convertían en una inagotable fuente de frustración. Las dificultades para moverse por el continente de Poniente o el Mar Angosto daban una sensación clara de la magnitud del universo creado por Martin, además de un punto de vista muy humano frente a las veleidades fantásticas ocasionales. Todos agradecimos en algún momento que esos viajes largos e incómodos se acortaran, pero lo que está ocurriendo en esta temporada es un exceso por el otro lado. Lo incongruente no es que los personajes tarden menos de una escena en atravesar los Siete Reinos, es que lo hacen sin levantar una ceja.
Tyrion Lannister (Peter Dinklage) vuelve a Desembarco del Rey para tener una conversación que bien se podría haber arreglado con un par de cuervos donde nos privan de todas las reacciones que el personaje pueda tener ante un viaje tan importante. Y no es lo único. Los lectores de la serie llevan desde hace más de 15 años esperando que Daenerys (Emilia Clarke) llegue a Poniente, y en dos semanas ya ha atravesado el continente en dos ocasiones sin que podamos ver ni qué le ha parecido su reino. Y como decimos, el problema no es sólo la rapidez, es que con estas elipsis tan aceleradas nos estamos perdiendo muchos elementos de construcción y desarrollo de los personajes que eran marca de la casa. Además, las distancias empiezan a no cuadrar, lo que se tarda en llegar desde Guardamar hasta donde están los caminantes Blancos y lo que tardan en volver Gendry (Joe Dempsie) y Jon (Kit Harington) no parece ajustarse. Es una serie de fantasía, los dragones vuelan rapidísimo y los zombies caminan muy lento, pero esos detalles comienzan a pesar en la narración.
Decisiones absurdas
Otra incongruencia de esta temporada la encontramos en las extrañas estrategias que están adoptando los personajes. Tenemos en cuenta que cada uno de los protagonistas está lleno de fallos y contradicciones, pero en este último episodio nos están dejando sinceramente asombrados. Las luchas de estrategia entre Dany y Tyrion están medianamente explicadas, no tanto las de Cersei, pero el que se lleva la palma en esto es el pobre Jon Snow. El plan de ir a raptar a un zombie al otro lado del muro para poder llevárselo a Cersei (Lena Headey) y así forzar un armisticio puede que pase a la historia como uno de los giros de trama más absurdos en la historia de la serie. Y no es que 'Juego de Tronos' haya estado falta de vuelcos sorprendentes, pero siempre podíamos rastrear en la historia de los personajes las razones para sus decisiones, pero en este caso nadie se puede explicar un plan con tan pocas posibilidades de éxito, para conseguir algo que beneficia claramente a Cersei, poniendo en riesgo al mismísimo Rey en el Norte y a sus mas valiosos aliados.
Si a esto le juntamos las prisas con las que se tratan las tramas esta temporada es aún más sorprendente ver a ese 'Escuadrón Suicida' al otro lado del muro. Otra cosa que lastra mucho la efectividad de este tramo del capítulo, a pesar de la espectacularidad con la que está rodada es la incongruencia en el comportamiento de los zombies. A veces avanzan, a veces paran, a veces parecen se inteligentes, a veces no, si matas a un caminante blanco sus zombis mueren, pero a veces no, y justamente el que no muere es el zombi que quiero raptar... En la creación de los mundos de fantasía la magia no va a ser nunca verosímil, pero si debe tener cierta lógica interna para que el espectador renga a donde agarrarse. Todo el comportamiento de los Caminantes Blancos, y el de algún que otro noble, está plagado de contradicciones inexplicables.
Arya y Sansa en Invernalia ya no son los personajes que conocíamos
Ojo, que a nuestro parecer este es el fragmento que mejor funciona de todo el capítulo, aún así en la historia de las dos hermanas estamos empezando a no reconocerlas. Es muy interesante y muy en el tono de Martin el conflicto enconado de las dos Stark. Pero están empezando a ir en contra de los que nos habían explicado de ellas anteriormente. Llevamos seis años viendo como ambas mujeres se convertían en personajes potentes y autónomos. Arya (Maisie Williams) se ha enfrentado a las oscuridades del alma humana y ha salido victoriosa, Sansa (Sophie Turner) ha tenido el arco de personaje más completo y satisfactorio de la serie. De hecho, a Sansa la dejamos el año pasado con una actitud de tenerlo todo controlado muy propia de las grandes reinas, despreciando y toreando las intenciones y maquinaciones de Meñique.
Arya tampoco parece ser la víctima más propicia de un manipulador. Pues bien, ambas están cayendo completamente en las maquinaciones palaciegas más burdas. Sansa está volviendo a confiar en un personaje del que ya ha dicho que no podía volver a confiar y está mandando a una aliada tan importante como Brienne a lo que parece una trampa segura. Esta incapacidad de Sansa de darse cuenta de la manipulación y las malas decisiones que está tomando hacen que nos preguntemos donde esta esa mujer empoderada que conocimos al final de la temporada pasada. Parece que para hacer avanzar la trama hacia nuevos e inesperados lugares los guionistas están dispuestos a sacrificar la construcción de personaje realizada hasta la fecha. Y a todo esto, Bran, por los siete dioses, di algo.
El dragón de hielo
Es el giro más sorprendente y espectacular del capítulo, la terrible pérdida que sufre Daenerys con la muerte de uno de sus tres 'hijos' ha sido uno de los momentos más impactantes de la temporada. Después de ver como fracasaba un intento similar de matar a un dragón planeado por Qyburn vemos una vez más que la magia de los caminantes blancos no puede ser subestimada. Y todo esto en un capítulo en el que por vez primera veíamos a los tres dragones tomando parte en la batalla. Aunque parezca descabellada, la teoría de que uno de los dragones iba a convertirse en un enemigo ya existía, aunque poca gente esperaba que se hiciera realidad.
Uno de los motivos de que el giro sea tan inesperado es que Martin, en los libros, había planteado varias veces la existencia de un dragón enterrado bajo el hielo del Muro, de un dragón marino en las islas de Pyke, y más importante, la trama del cuerno valyrio en posesión de Victarion Geyjov. Esta reliquia Targaryen le proporcionaría a su dueño poder sobre la fantástica criatura, y la última vez que vimos al tío de Theon en los libros llegaba a la bahía de Mereen a comprobar el funcionamiento. Con tantas opciones sobre la mesa y la importancia que desde siempre han tenido los tres dragones para las teorías de los fans de la serie, es muy sorprendente que la muerte y zombificación del dragón haya sido la opción elegida para que los enemigos de Dany cuenten con tan temible arma en su poder.
Reunión de personajes secundarios más allá del muro
En otro de los interminables giros de la serie en los últimos dos episodios, hemos visto como de manera improvisada han reaparecido un buen puñado de personajes que habían tenido gran importancia en temporadas anteriores pero que habían perdido relevancia. Ser Jorah, el Perro, Gendry, y los hombres libres de Beric Dondarrion y Thoros de Myr han abandonado sus tramas secundarias para formar parte de un improbable e improvisado 'Escuadrón Suicida'. La manera en la que se forma este grupo y deciden lanzarse a la fatídica aventura vuelve a ser apresurada y poco justificada. Además, la formación de la compañía de los hombres libres nos confirma algo que los fans ya temíamos, Lady Stoneheart, la versión vengativa y revivida de Lady Stark, no tiene cabida en la serie, ya que a estas alturas, en los libros, ella es la jefa de la compañía después de que Beric le cediera su última vida. Pero parece que, milagrosamente Beric va a sobrevivir un tiempo más.
El dragón ya no tiene tres cabezas
Uno de los elementos que ha alimentado más teorías es el parentesco de los Targaryen. "El dragón tiene tres cabezas", uno de los lemas Targaryen ha sido entendido por muchos como una indicación clara de que Dany acabaría teniendo a dos compañeros de sangre como jinetes de sus dragones. Parece clarísimo ya que Jon es una de esas "cabezas" y ahora las teorías intentaban descubrir quién iba a ser la que faltaba. Pero después del último capítulo parece que ya no va a ser necesario. La teorías fans apuntaban a Tyrion, y los libros nos presentan a Aegon, un sobrino de Dany que Varys y otros habían ocultado al mundo. Pero parece que en la serie no va a haber sitio para este pretendiente al trono, ni va a haber ocasión de indagar en la relación entre la madre de Tyrion y Aerys, ya no queda tercer dragón que comandar. Además, parece que hay un incipiente romance entre Daenerys y Jon Snow, algo que a los que ya sabemos que son tía y sobrino nos llena de inquietud.