Nada menos que cuatro grandes grupos de críticos estadounidenses han decidido dejar de hacer críticas de las nuevas películas de Disney, y no han sido los únicos. ¿El motivo? El boicot que ha impuesto la compañía al periódico Los Angeles Times. El medio ha tenido que retrasar su crítica a 'Thor 3: Ragnarok' debido a que sus críticos no pudieron acceder a ningún visionado anticipado al estreno oficial del largometraje en los cines.
La razón de este boicot la encontramos en dos artículos (el primero y el segundo) de Los Angeles Times en los que los periodistas arremeten contra el impacto que tiene el Disney Resort que se ubica en la ciudad de Anaheim, en California. Dichos artículos realizan un análisis detallado aportando datos económicos en los que instan a los ciudadanos a luchar contra la influencia de la compañía. Los datos apuntan a que el parque se lucra de las infraestructuras existentes y ni siquiera los impuestos que paga son suficiente para compensar su impacto negativo.
La respuesta de Disney a estos artículos fue una declaración bastante hostil: "Trabajamos de manera regular con organizaciones nuevas de todo el mundo con las que no siempre estamos de acuerdo, pero en esta ocasión el LA Times ha mostrado una completa desconsideración por los valores periodísticos básicos". La compañía afirma haber hablado con el periódico respecto a estas historias antes de su publicación: "Aunque compartimos numerosos datos indiscutibles con el reportero, varios editores y el editor del periódico a lo largo de varios meses, el Times ha seguido adelante con una serie de publicaciones parciales e imprecisas, totalmente dirigidas por su agenda política[...]. Hemos tenido una relación larga con el LA Times y esperamos que se adhiera a un periodismo más equilibrado en el futuro". A pesar de la contundencia de su declaración, Disney no ha compartido esos datos indiscutibles con el público y ha vetado al periódico también de los pases de 'Coco' y 'Star Wars: Los últimos Jedi'.
Los periodistas se apoyan
Cuatro de las asociaciones de críticos más importantes en Estados Unidos han reaccionado contra el boicot descalificando todas las películas de la compañía de la posibilidad de ser premiadas. Los cuatro grupos han sido LAFCA (Los Angeles Film Critics Association), la NYFCC (New York Film Critics Circle), la BSFC (Boston Society of Film Critics) y la NSFC (National Society of Film Critics) y han publicado un comunicado conjunto para anunciarlo. La importancia de esto radica en el posicionamiento de los críticos respecto al asunto, ya que la mayor parte de las producciones no estaba en consideración de igual manera.
La reacción de los periodistas cinematográficos también ha sido casi inmediata. Alyssa Rosenberg, que escribe para el Washington Post, ha sido la primera en anunciar que no escribirá sobre producciones de Disney hasta que el boicot sea retirado y ha explicado brevemente sus motivos: "Mientras Disney esté excluyendo a los críticos del Los Angeles Times de los visionados para prensa, no puedo ir a ese tipo de eventos o escribir críticas por adelantado con la conciencia tranquila".
Rosenberg ha ido seguida del A.V. Club y de Ty Burr, de The Boston Globe, que han tomado la misma decisión que la periodista. Por otro lado, Jason Bailey, editor de la web Flavorwire, ha seguido los pasos de sus compañeros de profesión: "Todo el tiempo que Disney bloquee a Los Angeles Times, este medio retendrá la única cosa que tiene de valor para el estudio: la publicidad gratuita que recibe no sólo de las críticas a sus películas, sino también seguimientos de sus tráilers, anuncios de producción, rumores de casting, y demás".
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Como consecuencia, suponemos, de esta reacción de los críticos, la compañía del ratón se ha echado atrás en su exclusión a Los Angeles Times emitiendo un breve comunicado al respecto:
"Hemos tenido varias discusiones muy productivas sobre lo que nos preocupa con el recientemente elegido líder de Los Angeles Times y, como consecuencia, hemos decidido restablecer el acceso de sus críticos a los pases de prensa".
10 personajes Disney dentro del armario
Flor ('Bambi')
La tímida y presumida mofeta del clásico número 5 de Walt Disney es uno de los personajes más ambiguos de los primeros largometrajes de la compañía. ¿Quién no pensó alguna vez que Flor era hembra? No queremos caer en el error de equiparar afeminado con homosexual, porque no siempre es así, pero sospechamos que en el caso de Flor se cumple. Que al final fuera emparejado con una mofeta hembra y tuviera un hijo era probablemente una tapadera.
Elsa ('Frozen: El reino del hielo')
En 'Frozen: El reino del hielo', el romance no ocupaba el conflicto central de la historia, sino que la película se centraba en la relación entre dos hermanas, Elsa y Anna. Aunque esta no prescindía del elemento romántico, como sí lo hiciera 'Brave (Indomable)', o unos años más tarde 'Vaiana', 'Frozen' destacó entre otras cosas porque una de sus dos protagonistas no tenía interés romántico masculino. Elsa fue percibida por un gran sector de la audiencia como lesbiana, y su canción, 'Let it Go', interpretada como un himno de salida del armario. Esto propició la campaña #GiveElsaAGirlfriend, una petición para que Disney confirmase la homosexualidad del personaje y le diera una novia en la secuela. El hashtag hizo mucho ruido en las redes sociales, poniendo de manifiesto la necesidad de referentes abiertamente LGTB en el cine para toda la familia.
Ryan Evans ('High School Musical')
La homosexualidad de Ryan Evans (Lucas Grabeel), el hermano de Sharpay (Ashley Tisdale) en 'High School Musical', era tan evidente que para muchos es como si Disney la hubiera confirmado implícitamente casi desde el principio. Pero en realidad, ninguna de las tres entregas de la famosa franquicia musical concretaba que Ryan era gay, suponiendo una oportunidad perdida para hacer algo realmente valioso y transgresor con el personaje. Lo mismo, pero de forma algo más sutil, ocurría con Kelsi (Olesya Rulin), la compositora y pianista del grupo de teatro del instituto. Ryan y Kelsi llegaron a ser emparejados, pero a la fuerza. Estaba claro que esto no era sino una cortina de humo para distraer a sus compañeros de la realidad: los dos eran homosexuales y ejercían de "barba" ("beard") el uno del otro. Pero al público no se le engañaba tan fácilmente.
Jafar ('Aladdin') y todos los villanos de los 90
Tras una mala racha, Disney volvió a lo más alto en los 90 gracias a sus relecturas de cuentos clásicos con atractivos príncipes y princesas, grandes canciones y... villanos fabulosamente gays que hoy podrían ser concursantes (o jueces) de 'RuPaul's Drag Race'. En esta década, Disney recurrió continuamente al estereotipo del malvado afeminado. Jafar sería quizá el caso más evidente, aunque no es el único. Está el gobernador Ratcliffe de 'Pocahontas', Frollo de 'El jorobado de Notre Dame', y siempre se ha dicho que Scar era gay, aunque lo del personaje doblado originalmente por el inglés Jeremy Irons podría ser un caso de "¿Es homosexual o solo británico?". Tampoco podemos obviar a Úrsula, ya que la villana de 'La Sirenita' está inspirada en la mítica Divine y doblada en su versión latinoamericana por la también drag queen Serena Olvido.
Runt Benjamón ('Chicken Little')
El de Runt Benjamón es el caso más evidente de Disney intentando decirnos que un personaje es gay sin llegar a concretarlo en ningún momento, pero sin dejar lugar a dudas tampoco. Este personaje secundario de la olvidada 'Chicken Little' es fan de las divas gay, se desata cantando el 'Wannabe' de las Spice Girls y tiene toda la discografía de Barbra Streisand. Es más que probable que Runt no supiera todavía que era gay, pero sus creadores sí lo tenían claro. Si hemos de imaginarnos una secuela que nunca ocurrirá, el cerdo saldría del armario para sus amigos y familiares, que reaccionarían con un "Ya lo sabíamos, cariño".
Hades ('Hércules')
Ya hemos mencionado el gusto de Disney por los malos que se ajustan al arquetipo del gay extravagante, hiperdramático y afeminado. Nos hemos dejado aparte a Hades, el "flameante" villano de 'Hércules', cuya fijación por el musculoso protagonista nos hacía pensar que había algo más que ganas de verlo derrotado. A Hades le ponía "Múscules" y no conseguía disimularlo del todo, como tampoco lograba esconder su despecho hacia los hombres cuando daba consejos sobre tíos a Megara, probablemente residuos de una relación anterior con otro adicto al gimnasio (puestos a hacer conjeturas...). 'Hércules' es responsable de que toda una generación de niños gays se dieran cuenta de su orientación sexual, y su villano contribuyó en cierto modo a ello. De cero a héroe, y del odio al deseo en un pis pas.
Lady Kluck ('Robin Hood')
A lo largo de la historia de Disney hay bastantes casos de personajes masculinos armarizados, pero no tantos de personajes femeninos que podrían ser lesbianas. Uno de los primeros sería Lady Kluck, la gallina de 'Robin Hood'. Su devoción hacia Lady Marian podía leerse como enamoramiento, y su actitud y físico "butch" han hecho pensar a muchos disneyfilos que se trata de la primera lesbiana en un Clásico Disney.
Din Don ('La Bella y la Bestia')
No incluimos a LeFou en la lista porque el remake en acción real de 'La Bella y la Bestia' nos confirmó que, efectivamente, el secuaz de Gastón es gay y está enamorado de su amo. En su lugar, tenemos que hablar de Din Don, porque 'La Bella y la Bestia' no tiene un solo personaje homosexual, nada de eso. El estirado sirviente del castillo convertido en reloj bebía los vientos por Lumière, que sin embargo solo tenía ojos para el Plumero. Esta dinámica se repitió en el remake live-action, y de hecho en la nueva versión se hace más evidente que Din Don es gay y está enamorado de Lumière (lógico por otra parte, ya que el seductor candelabro está interpretado por Ewan McGregor). Quizá tenga algo que ver el hecho de que en el remake, Din Don no es otro que Ian McKellen, venerado actor británico abiertamente gay y defensor a ultranza de los derechos de la comunidad LGTB.
Merida ('Brave')
Merida es la primera mujer protagonista de una película de Pixar y la primera princesa Disney sin interés amoroso. 'Brave (Indomable)' rompió el molde en varios sentidos, pero para muchos fans, le faltó el más importante: que su protagonista saliera del armario. El hecho de que Merida no esté interesada en tener una relación con un hombre en la película no tiene por qué implicar necesariamente que el personaje sea homosexual (al igual que ocurre con Elsa de 'Frozen'), pero su reticencia a ser asfixiada por el corsé heteronormativo de los cuentos de hadas la convirtió en un icono lésbico, además de feminista.
Carlos de Vil ('Los Descendientes')
En 'Los Descendientes', la franquicia televisiva sobre los hijos de los villanos de Disney, ocurre algo parecido a lo que pasó con 'High School Musical'. El público identifica sin lugar a dudas a uno de sus personajes como gay. Este sería Carlos de Vil, el vástago de la villana de '101 Dálmatas' interpretado por Cameron Boyce, al que los fans "shippean" con varios personajes masculinos, como Jay y el príncipe Ben.
Pero eso no es todo. La secuela, 'Los Descendientes 2', iba a incluir un beso entre otros dos personajes masculinos, el hijo del Capitán Garfio, Harry (Thomas Doherty), y el hijo de Gastón, Gil (Dylan Playfair), pero Disney Channel tomó la indignante decisión de eliminar la escena. Los fans de la franquicia expresaron su disgusto en las redes sociales, ya que el beso aparecía en las novelas en las que se basan las películas, pero Disney se excusó alegando que ese momento no estaba en el guion, sino que fue improvisado y nunca llegó a rodarse. Sin embargo, Doherty compartió una captura del beso en Instagram, confirmando que, efectivamente, la escena se había filmado.
Lo que deja claro el ejemplo de 'Los Descendientes' es que, aunque sus mayores pongan trabas, la audiencia infantil y juvenil está preparada para recibir con los brazos abiertos a los personajes LGTB. No sé a qué estamos esperando.