Dentro de la cultura popular muy pocos autores, así como sus correspondientes sagas, pueden presumir de haber logrado alcanzar la fama y el éxito que J.K. Rowling ha cosechado con el mundo mágico de 'Harry Potter'. Una franquicia que a día de hoy, además de contar con 7 libros (sin incluir aquellos que amplían su extenso universo), 8 películas, 3 spin-offs (pertenecientes a la saga de 'Animales fantásticos') y una larga lista de videojuegos, se ha transformado en un fenómeno cultural, con millones de seguidores o Potterheads (como se les denomina), que trasciende fronteras y generaciones con la misma facilidad con la que Fred y George Weasley se movían por Hogwarts gracias al mapa del merodeador. Porque, te guste o no la saga, hay que reconocer que es prácticamente imposible encontrar a alguien que no haya oído hablar del mago más famoso (con permiso de Merlín) de todos los tiempos.
Sin embargo, y creo que en este punto estaremos más o menos de acuerdo, más allá de la fantasía y la magia por la que se rige el universo creado por Rowling, que a grandes rasgos son los elementos decorativos (que no por ello menos importantes) de una épica historia que habla sobre el valor de la amistad, la lealtad, el esfuerzo y la humildad; el principal pilar de la saga (por no catalogarlo como el más importante) recae sobre los hombros de sus personajes y la interacción de los mismos. Ya que a diferencia de muchas otras franquicias donde resulta bastante fácil distinguir quiénes son los personajes más importantes, la saga 'Harry Potter' posee una extensa galería de personajes (héroes, villanos y criaturas), desarrollados y tratados con mucho cariño, que, de manera directa o indirecta, han contribuido de manera significativa en la historia del "niño que sobrevivió".
Lo cual, por supuesto, complica bastante la tarea (como fans de la saga) de escoger un solo personaje favorito. Pues a cualquiera de nosotros, independientemente del tiempo que hayamos estado esperando nuestra "extraviada" carta de ingreso a Hogwarts, nos gustaría tener un padrino como Sirius (Gary Oldman), un profesor como Lupin (David Thewlis), un archienemigo como Malfoy (Tom Felton) o unos amigos como Hermione (Emma Watson) y Ron. Y es precisamente este último quien se convierte en el protagonista de este especial, ya que aprovechando el cuadragésimo cumpleaños del sexto hijo de los Weasley queremos analizar una de las dudas que más ha perseguido al personaje desde su presentación en aquel compartimento del expreso de Hogwarts, durante la primera novela de la saga. ¿Es Ron Weasley simplemente un bufón o un héroe incomprendido?
Ron, ¿Héroe o Bufón?
Si nos centramos estrictamente en las adaptaciones que Warner Bros realizó durante diez años (de 2001 a 2011) de los libros de Rowling, Ron, a quien se encargó de dar vida Rupert Grint ('Servant'), cumple con todos los arquetipos (nombre que se la da a pautas, patrones y características de un colectivo o rol específico) para ser el típico "amigo gracioso" del héroe. Y si bien es cierto que algunas de las escenas mas graciosas de la saga en el cine involucran al personaje, cómo olvidar el incidente de Ron con la escoba en 'Harry Potter y la piedra filosofal' o las reacciones del pelirrojo al enfrentarse al ejército de arañas en 'Harry Potter y la cámara secreta' y sufrir los efectos de una poción de amor en 'Harry Potter y el misterio del príncipe'; Ron Weasley está lejos de ser simplemente el alivio cómico de la franquicia.
De hecho, Ron es (sobretodo en los libros) uno de los personajes más complicados y humanos de la saga, ya que su personalidad e historia (al igual que una cebolla) están compuestas de varias capas que no se perciben a simple vista. Si uno se para a analizar el pasado del personaje que Grint interpretó durante una década puede darse cuenta que detrás de ese chico pelirrojo, algo torpe e infantil y con un gran sentido del humor y el sarcasmo, se esconde una persona llena de inseguridades (sobre todo a la hora de hacerse notar, como comprobamos durante la primera prueba del Torneo de los Tres Magos en 'Harry Potter y el cáliz de fuego') y miedos. Elementos que lejos de restar puntos a su personalidad o atractivo (narrativamente hablando), la hacen mucho más humana y real. Lo que permite al lector/público poder identificarse fácilmente con el.
Ya que el pelirrojo es uno de los pocos magos salidos de la mente de Rowling que se mueve por una escala de grises (con sus virtudes pero sobretodo con sus defectos) que es muy poco habitual en este tipo de historias o franquicias. Si no solo hace falta recordar el gran cataclismo que supuso para el fandom de 'Star Wars' que Rian Johnson rebajara a Luke Skywalker (Mark Hamill) de héroe inmaculado (idea que había arraigado George Lucas en la trilogía original) a ser humano con defectos. Estos matices, que en muchos casos reflejan problemas e inseguridades reales que las personas debemos enfrentar en nuestra vida diaria, son los que permiten cogerle cariño a Ron. Pues al igual que el personaje de "Harley" (Jorge Garcia) en 'Lost', el pelirrojo es el representante de los fans en un universo donde lo inusual, extraño y fantasioso es lo normal.
Es también curiosos que está dicotomía en su personalidad (llena de momentos admirables pero también reprochables) haya sido la responsable de que una parte del fandom creará ,hace algunos años, una teoría en la cual se "demostraba" que en realidad Ron había sido un mortifago infiltrado en el circulo personal de Harry Potter (Daniel Radcliffe). De hecho, además de darle la vuelta a algunos sucesos de la saga que involucraron al pelirrojo (como su conexión con scabbers/Peter Pettigrew (Timothy Spall) o la fascinación que muestra por la cicatriz de Harry la primera vez que se conocen), la mayor parte de esta teoría, que os dejamos aquí, se sustenta en los aspectos negativos o cuestionables de su personalidad. En otras palabras, en los elementos y matices que humanizan a su personaje más allá de su función como recurso cómico.
Sin embargo, lo que hace realmente hace especial a Ron es el viaje que su personaje realiza a lo largo de la saga. Pues además de enfrentarse en cada curso a una potencial y mortal amenaza del mundo mágico (Voldemort, los dementores, el basilisco, los horrocruxes, los mortifagos...), el pelirrojo tiene que luchar contra sus propios demonios mientras trata de descubrir quién es y dónde encaja en ese mundo. Pues una vez Ron consigue salir de la alargada sombra que proyectan sus hermanos y Harry (que sin pretenderlo siempre acaban eclipsándolo) y aprende a valorarse a sí mismo, descubre que es una persona valiente (capaz de destruir el Horrocrux que explotó su mayor debilidad en 'Harry Potter y las reliquias de la muerte: parte 1' ), inteligente (pues no a todos se les habría ocurrido volver a la Cámara Secreta para buscar los colmillos del Basilisco muerto en 'Harry Potter y las reliquias de la muerte: parte 2') y leal (pudo abandonar a Hermione en el baño con el Troll, pero acabó salvándola)
Y es que Ron, a diferencia de Harry, no recorre lo que nosotros conocemos como el camino del héroe (lleno de epicidad y glamour). Sino que realiza un viaje más personal que, lejos de la fama que rodean al "elegido", está lleno de momentos difíciles y de un crecimiento psicológico y emocional que se asemeja al recorrido que a lo largo de nuestra vida transitamos todos.
La (buena) mala influencia de sus amigos
A su vez, Ron es también el elemento equilibrador dentro del trío protagonista. Ya que consigue balancear el dramatismo de Harry (que cada vez que ocurre algo en la saga decide cargarlo sobre sus hombros) y la lógica aplastante de Hermione (que si por ella dependiera sus aventuras tendrían lugar en la biblioteca) para darle algo de chispa a sus vidas. Y es que se podría decir que Harry consigue disfrutar de su adolescencia gracias Ron, pues el pelirrojo es el que, además de introducir al protagonista en el mundo mágico y sus maravillas, le brinda su primera familia al protagonista, ya que los Weasley reciben a Harry con los brazos abiertos (hasta el punto que tres de sus hijos roban el coche volador de la familia para rescatarlo de sus tíos biológicos) gracias a las historias que les cuenta su hijo.
De hecho, Ron es el primero (aunque no el único, pues Hermione también entra en esta definición) en ver a Harry más allá de su fama dentro de la comunidad mágica. Ya que nuestro pelirrojo favorito no se hace amigo del niño que sobrevivió, sino de aquel chavalillo con gafas rotas, ropa vieja, sin amigos e igual de perdido que él durante su primera travesía a Hogwarts. Desde ese momento, Ron se convierte en el apoyo de Harry, en la persona que ve al ser humano detrás del mito, la que está ahí cada vez que este necesita desahogarse o liberar parte de su carga como el "elegido". Incluso aunque muchas veces esto suponga eclipsar sus propios problemas.
Así mismo, la gran mayoría de las aventuras no mágicas que vive el trío protagonista durante su estancia en el castillo, y que en cierta forma son las que les permiten disfrutar de una adolescencia normal, son gracias al pelirrojo. Él es que consigue sacar a Hermione de sus libros y a Harry de sus responsabilidades, haciendo de contrapeso para equilibrar la balanza entre estudios, responsabilidades y diversión de sus amigos.
En conclusión, se podría decir que Ron Weasley es un mago (humano) normal y corriente que se ve inmerso en una guerra llena de magia oscura, profecías, elegidos y demás cosas extrañas, mientras intenta encontrar su lugar en el mundo. Y es que precisamente en este punto es donde se encuentra la esencia del personaje, ya que el pelirrojo podría elegir no tomar partido en toda la historia, podría irse y vivir una vida normal alejada de los problemas que acarrea ser amigo del salvador del mundo mágico. Pero no lo hace, él está ahí no porque haya que estarlo, sino porque su mejor amigo le necesita. Así que, además de dar las gracias Rowling por no matar al personaje como tenía previsto, aprovechemos este domingo 1 de marzo para celebrar su cumpleaños como se merece. Realizando un maratón de la saga.