Si F. Gary Gray dice que estuvieron muy preocupados es que en Universal hubo un pánico real tras la muerte de Paul Walker, una tragedia que para la productora podía suponer el adiós a una de sus sagas más exitosas: 'Rápidos y furiosos'. Está claro que lo sintieron así, más ahora que el director de la cinta ha asegurado, en declaraciones a Screen Rant, que "no había garantía de que la misma audiencia fuese a estar ahí" sin Walker. Ese miedo a perder a sus fans fue lo que motivó que Vin Diesel y compañía se planteasen marcarse "un 'Rogue One'" y recuperar a Brian O'Connor haciendo uso de la última moda de la era digital: la resurrección de actores.
No sorprende demasiado que Gray cuente que existió la posibilidad, teniendo en cuenta la dificultad a la que se enfrentaba el equipo de la octava entrega, pero choca si tenemos en cuenta el éxito que se habían anotado con 'Rápidos y furiosos 7'. Y es que una de las cosas que los fans recuerdan con más cariño es la despedida tan acertada que se planteó, tanto del actor como del personaje, en la séptima entrega. La emotiva escena con 'See you again', además de un par de momentos más de la cinta, fueron fruto de una cuidada mezcla de material ya rodado de anteriores entregas, dobles de cuerpo y CGI, una combinación de la que no pudieron salir más airosos. Pero que se planteasen esa "resurrección" no solo no cuadra por el perfecto adiós que ya habían ideado, sino porque esa despedida nació de un concepto que era muy difícil que se olvidase en la familia Fast: el respeto tanto a Walker como a los fans.
Y es exactamente ese sentimiento el que, según asegura Gray, empujó a desechar la opción. "Tuvimos cientos de conversaciones sobre la mejor forma de tratar el legado de Paul en la franquicia. Había muchas opciones. Podíamos haber creado a un Paul digital y que hubiese continuado con un mayor protagonismo. También podíamos haberle dejado fuera fingiendo que ya no forma parte del mundo de Fast. Todo esto lo hablamos pero llegamos a la conclusión de que la opción que elegimos era la que mejor respetaba su legado. Y, según creo, su familia está muy satisfecha con como lo hemos hecho", asegura un Gray que, junto al resto del equipo, ha salido más que airoso del reto. Y es que 'Fast 8' quizá no haya alcanzado el tremendísimo éxito de su predecesora, pero ha recaudado unos nada envidiables 1.238 millones en todo el mundo.
El CGI, ¿la mejor opción?
A titulo personal respondo: no, y aún menos cuando no es necesario. En el caso de Walker en 'Fast 7' era imprescindible, y la técnica se usó con el máximo cuidado, limitando mucho las escenas retocadas y "apoyando" el CGI con un puñado de recursos más. El resultado no fue perfecto pero sin duda resultó mucho más notable que lo que vimos en 'Rogue One'. Y es que ante la resurrección del Tarkin de Peter Cushing, todavía se podía hacer la vista gorda, pero ante esa escena final... ¿Lo peor? Que ahora que la opción está sobre la mesa, el regreso de la Carrie Fisher digital nos acecha como una mala pesadilla.
Lo bueno es que la presidenta de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, ya ha asegurado en varias ocasiones que no tienen intención de abusar de esta tecnica, pero su posición ahora es bastante similar a la que viviese Universal en su día: de verdad necesitan cerrar la historia de Leia en 'Star Wars'. ¿Os gustaría que lo que vimos en 'Rogue One' volviese a repetirse?