A principios de mayo una considerable cantidad de fans del éxito de animación 'Frozen', incendiaban las redes con el hashtag #GiveElsaAGirlfriend exigiendo que la princesa Elsa, protagonista de la película, ampliara la conciencia LGTB y comenzara una relación de amor con una mujer. Esto desencadenó muchos comentarios, muy a favor y muy en contra (el tema desata opiniones de lo más radicales), pero lo que ha sorprendido es que, apenas una semana después, los fans más conservadores hayan puesto en marcha toda una campaña para derrotar esta idea.
El principal impulsor ha sido el grupo conservador español CitizenGO, que tiene su principal sede en Madrid, y que ha contraatacado de la misma forma con el hashtag #CharmingPrinceForElsa, exigiendo a Disney que la princesa cumpla con los "valores femeninos" y que se le encuentre un príncipe azul. La asociación también ha lanzado una carta o petición a Disney titulada "O princesa o lesbiana", que ya cuenta con 71.619 firmas, y en la que se pueden leer frases como estas:
"Que una princesa que encarna los valores femeninos y la búsqueda del amor verdadero tenga una novia resulta cuando menos forzado... Además, es exactamente lo contrario de lo que queremos para nuestras hijas, por lo que nuestras familias no verían esa película. Suponemos que se trata de una campaña del lobby rosa para forzarles a guionizar en contra de su público natural: las familias. Encuentren un príncipe azul para Elsa... #CharmingPrinceForElsa".
Una homofobia que debe parar ya
La historia no se queda ahí. La plataforma española hazteoir.org también ha publicado una campaña de recogida de firmas (son ya 13.416) titulada "No a un Disney de gays y lesbianas para mis hijos", en la que aseguran que el lobby LGTB quiere "imponer su ideología" por motivos simbólicos y estratégicos, y en la que finalizan con esta idea: "Ya puestos: ¿Quieres ver a Woody casándose con Buzz Lightyear? ¿Quieres una Cenicienta bisexual? ¿Quieres un Rey León trans?". Al otro lado del océano, el pastor de Colorado Kevin Swanson, conocido por sus ideas homófobas, decía el lunes en su programa de radio lo siguiente: "Por supuesto que Elsa va a conseguir a su novia con el tiempo. Esta es la forma en la que destrozáis la sexualidad. Esta es la forma en la que destrozáis una civilización entera. Todo el sistema social de los Estados Unidos de América se está derrumbando".
Hay opiniones que resultan absolutamente inconcebibles, pero desgraciadamente, son ciertas. ¿De verdad hemos llegado al punto de recoger firmas para que Disney no "destroce" la vida a nuestros niños? ¿Es que no tenemos cosas más importantes de las que preocuparnos? De verdad, ojalá Elsa acabe soltera, opción que parece no valorarse y sería totalmente respetable, pero todo este revuelo solo ha destapado una realidad cada vez más evidente: el problema no está en Disney, el problema está dentro de cada casa.
