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Durante su niñez, Guillermo del Toro pasaba horas y horas con la cámara Super 8 que le dejaba su padre para que jugara. Fue en esa etapa donde el director empezó a rodar sus primeros cortometrajes con la inestimable ayuda de los juguetes que tenía de 'El planeta de los simios', quienes eran casi siempre los protagonistas de estas primeras historias.

Guillermo del Toro trabajó junto a los hermanos Weinstein con 'Mimic', una cinta que, precisamente, podría ser perfectamente la menos personal de su trayectoria. Una experiencia que, además, resultó una pesadilla para el cineasta, quien confesó años después que odió aquella etapa. "Mi primer trabajo en Estados Unidos casi fue el último porque fue con Miramax. Debo decir que me pasaron dos cosas horribles en los noventa: el secuestro de mi padre y trabajar con los Weinstein. Y estoy seguro de cuál fue la peor. Lo del secuestro tenía sentido, porque al menos sabía lo que buscaban los secuestradores." Imposible hablar más claro.

Durante los primeros días de rodaje de 'Hellboy 2: el ejército dorado', Guillermo del Toro recibió una de esas ofertas imposibles de rechazar. O no. La propuesta era la de encargarse de la dirección de la adaptación cinematográfica de 'Harry Potter y el misterio del príncipe', una de las novelas más completas y emocionantes de la saga firmada por J.K. Rowling. Sin embargo, el cineasta rechazó la invitación y decidió centrar toda su atención en la secuela de 'Hellboy'.

En el primer borrador escrito por Guillermo del Toro, 'El laberinto del Fauno', su obra maestra, tenía una historia mucho, mucho más oscura y terrible. Esta versión inicial estaba protagonizada por una mujer casada y embarazada que conocía a un fauno dentro de un laberinto, se enamoraba de él y dejaba que sacrificara a su bebé con la promesa de que los tres estarían juntos y felices en el más allá. No sabemos si habría salido mejor o peor, pero está claro que hubiera sido una película mucho menos 'accesible'.

Dick Smith, responsable del maquillaje de clásicos de la talla de 'El exorcista' o 'El Padrino', ejerció de maestro personal de Guillermo del Toro en este área artística, una de las favoritas del cineasta. Una influencia clave y evidente en la obra del mexicano.

Guillermo del Toro cuenta con una residencia muy especial en Los Ángeles, llamada, claro 'Bleak House', algo así como casa encantada. Un nombre que tiene todo el sentido del mundo ya que es ahí donde el cineasta mexicano guarda todos los regalos, maquetas, carteles, esculturas, dibujos y fotografías relacionadas con el mundo del fantástico y del terror que ha ido coleccionando a lo largo de su vida.

Una de las mejores intros de la historia de 'Los Simpson' estuvo firmada por el mismísimo Guillermo del Toro. Y es que, de cara a su episodio especial de Halloween en 2013, los creadores de la serie pensaron en el cineasta mexicano para que se ocupara de los tres minutos iniciales, una sucesión maravillosa de referencias tanto a grandes clásicos del cine de terror como a personajes de su propia filmografía. Una (breve) delicia.

Aunque sea conocido, evidentemente, por sus propias películas, lo cierto es que la carrera de Guillermo del Toro va mucho más allá. Y es que, hasta la fecha, el mexicano ha participado, de una forma u otra, en casi cuarenta películas.

Aunque Guillermo del Toro sea un auténtico fanático de clásicos del terror monstruoso como 'Drácula', 'El hombre invisible' o 'El hombre lobo', su debilidad personal siempre ha sido 'La novia de Frankestein', la obra maestra de James Whale, a la que se ha referido en numerosas ocasiones como su película favorita de la historia del cine.