Harvey Weinstein fue condenado en 2020 a 23 años de cárcel tras ser declarado culpable de actos sexuales criminales y violación en el mediático caso que desató el movimiento social #MeToo en 2017. Ahora, cuatro años después del veredicto, el Tribunal de Apelaciones de Nueva York ha anulado dicha condena por errores en el proceso judicial que se llevó a cabo en 2020.
El fallo de la corte, aprobado por mayoría de 4-3 jueces el jueves 25 de abril, no admite recurso y se apoya en el hecho de que el juez del caso habría exhibido prejuicio al permitir que varias mujeres testificaran sobre acusaciones que no formaban parte del caso. En consecuencia, el tribunal ha ordenado un nuevo juicio.
Sin embargo, esta anulación no supone la liberación del productor de Hollywood, que actualmente cumple su condena en el Centro Correccional Mohawk, una prisión de seguridad media ubicada en Rome, Nueva York. Weinstein permanecerá encarcelado, ya que además fue condenado por violación en Los Ángeles en 2022 y sentenciado a 16 años más en prisión. El nuevo giro en el caso podría suponer su posible traslado a California para cumplir la sentencia de Los Ángeles.
"Reafirmamos que ninguna persona acusada de ilegalidad podrá ser juzgada sobre la base de pruebas de delitos no imputados que solo sirven para establecer la propensión del imputado a una conducta delictiva", escribe la jueza Jenny Rivera en el dictamen mayoritario del tribunal. "Es un abuso de discreción judicial permitir acusaciones no probadas de únicamente el mal comportamiento que destruye el carácter de un acusado, pero no arroja luz sobre su credibilidad en relación a los cargos penales presentados en su contra".
En el caso de Nueva York, Weinstein fue declarado culpable de agredir sexualmente a Miriam Haley, antigua ayudante de producción del concurso reality 'Project Runway', en 2006, y a la exactriz Jessica Mann en2013. En ambos casos, los abogados de Weinstein apelaron la condena presentando diversos motivos. Una corte de apelaciones rechazó la apelación en 2022, pero el tribunal más alto de Nueva York accedió a escuchar el caso.
La reacción del lado de las víctimas
Douglas Wigdor, abogado que representó a dos testigos previos al juicio en Nueva York, ha expresado así su descontento por la apelación, según recoge Variety: "La decisión de hoy es un importante paso atrás para responsabilizar a quienes han cometido actos de violencia sexual. Los tribunales admiten habitualmente pruebas de otros actos no imputados cuando ayudan a los jurados a comprender cuestiones relativas al modus operandi o plan del acusado. El jurado fue instruido sobre la relevancia de este testimonio, y anular el veredicto es algo trágico porque requerirá que las víctimas tengan que soportar otro juicio más".