Warner Bros ha puesto Hollywood patas arriba con su decisión de estrenar sus 17 películas previstas para 2021 a la vez en salas y HBO Max. Una estrategia que beneficia a una plataforma de streaming hermana (ambas compañías forman parte de WarnerMedia) y supondrá un duro golpe a la recaudación en taquilla de las películas en su paso por los cines. Estos no tardaron en mostrar su descontento con la decisión de la "major", pero después ha venido el resto de la industria del cine, encabezada por Christopher Nolan, que ha llamado a HBO Max "la peor plataforma de streaming".
Según cuenta The New York Times, Nolan no está solo en este barco. Legendary, la productora de 'Dune' y 'Godzilla vs. Kong', se está planteando demandar al estudio, que no contó con ellos para tomar la polémica decisión. El descontento vendría desde hace unas semanas, cuando Netflix ofreció a Warner Bros 250 millones de dólares por 'Godzilla vs. Kong', oferta que el estudio rechazó para que la película acabara en HBO Max.
Para comprender el enfado de Legendary hay que comparar esos 250 millones con lo que Warner Bros recibirá por ceder la película a HBO Max. El acuerdo entre el estudio y la plataforma de streaming consiste en que cada película estará disponible en HBO Max durante un mes desde su estreno, por lo que esta pagará al estudio una licencia de 31 días de derechos equivalente a lo que Warner recibirá en taquilla. Pero este número podría ser demasiado bajo, teniendo en cuenta el estado de los cines durante la pandemia, por lo que se ha establecido un mínimo de licencia de 10 millones de dólares o el 25% de los costes de producción de la película, la cifra que sea más alta. Muchas personas en Hollywood piensan que esta estrategia es injustamente barata y solo beneficia a WarnerMedia, dejando en la estacada a los socios con los que Warner Bros ha hecho las producciones.
¿Quiénes son estos socios? Para empezar, directores como Denis Villeneuve, James Gunn ('El Escuadrón Suicida') o Jon M. Chu ('In the Heights') y actores como Zendaya, Keanu Reeves ('Matrix 4'), Margot Robbie, Will Smith ('King Richard', Hugh Jackman ('Reminiscence') o Angelina Jolie ('Those Who Wish Me Dead'), cuyos agentes están muy disgustados porque Warner ha tomado la decisión sin siquiera consultarles.
El equipo de 'Wonder Woman 1984' ha recibido un trato diferente. Warner Bros consultó con los representantres de Gal Gadot, Patty Jenkins y los productores antes de anunciar que estrenarían la película a la vez en salas y en HBO Max. Gadot y compañía exigieron el dinero que habrían recibido si la película hubiera respetado las ventanas (de cines a alquiler y formato doméstico, y finalmente a televisiones y streaming), y Warner Bros accedió a pagar más de 10 millones de dólares a cada uno. Fue una negociación clave para que los creadores de la película estuvieran de acuerdo con la decisión, y un paso que se han saltado con el resto de las 17 producciones que se estrenarán simultáneamente en cines y streaming a lo largo de 2021. Para evitar la filtración de la noticia y sortear la polémica que claramente iba a traer consigo, el estudio comunicó su decisión a las agencias de representación unos 90 minutos antes de publicarla.
La reacción fue tan rápida como negativa. Los representantes de todos esos cineastas y actores se preguntan por qué sus clientes no han recibido el mismo trato que Gadot, algunos se plantean demandar y el Sindicato de Directores (DGA) está pensando llevar a cabo un boicot contra Warner Bros, que algunos han empezado a llamar Former Bros (Ex-hermanos). "Warner Bros ha sido conocida como la mejor casa para los creadores, y esa ha sido una ventaja competitiva significativa. Con este movimiento se han enemistado con esos mismos creadores a los que se han esforzado tanto por atraer. No son unos ingenieros que puedes simplemente reemplazar", dice un analista al New York Times.
La clave del enfado, más allá de nociones románticas sobre la supervivencia de las salas de cine, es obviamente monetaria. Cineastas y actores llevan décadas negociando en sus contratos bonus en base a la recaudación de sus películas en los cines, y ahora se preguntan cómo piensa Warner Bros compensar el efecto que el estreno de las producciones directamente en streaming pueda tener sobre la taquilla. Por ejemplo, algunos actores de 'Dune' habían accedido a rebajar su caché para participar en la película sin que su presupuesto se fuera por los aires (ha costado unos 165 millones) a cambio de ese bonus por taquilla.
Lo que le queda por delante a Warner son meses de discusiones y acuerdos económicos para mantener satisfechos a todos esos nombres de primera división de Hollywood si no quiere acabar en los tribunales con sus agentes.
La importancia de HBO Max
Hace unas semanas otra "major" de Hollywood, Disney, avisaba que el futuro de sus operaciones estaría en el streaming, algo que tiene sentido teniendo en cuenta el lento pero imparable declive de las salas de cine a lo largo de las últimas décadas, un proceso acelerado por la pandemia del coronavirus. Pero el New York Times ha dado otra clave muy importante para entender la decisión de Warner Bros: el peso estratégico de HBO Max.
La plataforma de streaming pertenece a WarnerMedia, al igual que el estudio de cine, pero WarnerMedia es solo una pequeña parte de AT&T, un conglomerado de telecomunicaciones, desde que este compró Time Warner el año pasado por 80.000 millones de dólares. Y para AT&T HBO Max es algo más que el futuro del cine o una supuesta conexión directa con los cinéfilos: es una oferta más en sus paquetes de telefonía e internet, y una oportunidad para crear lealtad en sus consumidores. Eso es más beneficioso para ellos que el futuro de las salas de cine, un negocio que genera mucho menos dinero que la industria digital.
Así es como se entiende que WarnerMedia esté sacrificando miles de millones de dólares de taquilla (incluso en películas que llegarían a los cines a finales de 2021, cuando la vacuna del coronavirus se supone que ya se habrá administrado a la mayoría de la población) para incrementar las suscripciones de HBO Max, una plataforma que ha empezado muy mal su recorrido, y más en comparación con titanes como Netflix y Disney+.