El magnetismo, la elegancia, la presencia y, sobre todo, la innegable capacidad para devorar la cámara sin casi esfuerzo, son solamente cuatro de las virtudes más destacadas de Jon Hamm, un actor al que, por tanta suerte como desgracia, muchos siempre verán como Don Draper. Ojo, hay destinos peores y etiquetas mucho más pesadas que la de vivir eternamente en el recuerdo con la apariencia del protagonista de 'Mad Men', una de las obras maestras más impresionantes, complejas y apasionantes jamás creadas para la pequeña pantalla.
Sin embargo, trabajos como 'Atracción peligrosa', 'Un golpe de talento' o la reciente 'Baby: El aprendiz del crimen', demuestran que Hamm es mucho más que el publicista más famoso de la historia de la televisión. Estamos ante un intérprete que se mueve con facilidad en cualquier tipo de género, mostrando un notable talento tanto para el drama como para la comedia, en el thriller o incluso en la ciencia ficción ('Black Mirror'). Por eso, y aunque el traje de de Draper es todo un lujo con el que permanecer en la memoria colectiva, hay argumentos de sobra como para confiar en que, en el futuro, tendremos oportunidades igual de importantes de disfrutar de Hamm.
A continuación, profundizamos un poco más en los aspectos menos conocidos y más sorprendentes de la trayectoria personal y profesional del actor, uniendo las piezas con las que podemos formar, sin miedo a equivocarnos, una imagen bastante acertada de ese espejo que parece siempre a punto de quebrarse llamado Jon Hamm. La vulnerabilidad de un animal herido. El apasionante recorrido de un actor que se ha ganado con creces la reivindicación.
10 curiosidades de Jon Hamm
Experiencia X
Los primeros esfuerzos de Jon Hamm por conseguir formar parte de la industria lo terminaron llevando hasta el mundo del porno. Cuidado, no es que el actor protagonizara ninguna película del género, simplemente se ocupaba de llevar a cabo labores de vestuario y decoración, dos áreas que, a priori, tampoco debería suponer mucho esfuerzo. Posteriormente, cuando su carrera ya se había asentado, el actor aseguró que se trató de una etapa realmente traumática de su vida, confesando que le había destrozado el alma.
Duros comienzos
200 dólares en el bolsillo. Esa es la cantidad con la que Jon Hamm se presentó en Los Ángeles después de la muerte de su madre y de su padre, una situación que terminó de empujar al actor a buscar un cambio de aires. Durante sus primeras semanas en busca del sueño americano, un clásico, Hamm estuvo alojado en casa de una de sus tías hasta que, decidido, se montó en su coche y llevó a cabo un trayecto hacia Hollywood con numerosas paradas en casas de algunos de sus amigos en la zona.
El propio actor confesó años más tarde que no fueron pocas las noches en las que tuvo que dormir en la cuneta. Un viaje complicado y lleno de dificultades que, sin embargo, Hamm consiguió finalizar con 150 dólares. Un buscavidas en toda regla.
El factor Pooh
El instante en el que Jon Hamm decidió que quería dedicarse al mundo de la interpretación tuvo un protagonista tan inesperado como maravilloso: Winnie the Pooh. Y es que, cuando se encontraba cursando el primer grado, el actor fue seleccionado para interpretar al inolvidable oso adicto a la miel. A partir de ahí, Hamm no lo dudó, había nacido para interpretar. Clave dulce.
¿Fumas?
Una de las señas de identidad más inconfundibles de Don Draper, el inolvidable protagonista de ese monumento televisivo llamado 'Mad Men', era que estaba fumando de manera constante. Y de la manera más elegante que uno podría imaginar. Sin embargo, Jon Hamm había abandonado este vicio en su vida real a los 24 años, por lo que todos y cada uno de los cigarrillos que aparece consumiendo en la serie eran falsos. Ni una pizca de nicotina.
Slattery vs. Hamm
A estas alturas, es imposible imaginar al maravilloso John Slattery en otro personaje dentro de 'Mad Men' que no sea el del incorregible Roger Sterling. Sin embargo, el actor se presentó a la audición de la serie de Matthee Weiner para conseguir el papel de... ¡Don Draper! La decisión final de escoger a Jon Hamm ocasionó que la relación entre él y Slattery no fuera demasiado fluida durante las primeras temporadas. Afortunadamente, todo terminó en un malentendido y una posterior amistad y respeto mutuo.
Zombie Hamm
Durante las semanas en las que estaba en el aire quien sería el actor elegido para interpretar a Negan en 'The Walking Dead', es decir, a uno de sus personajes más memorables, Robert Kirkman, creador de este universo lleno de zombies y traumas psicológicos de todo tipo, pidió la opinión de los fans para terminar de desnivelar la balanza entre todas las opciones que había sobre la mesa. Uno de los intérpretes que se presentaron como voluntarios fue, nada más y nada menos, que el mismísimo Jon Hamm.
En palabras del actor: "Sería divertido, eso seguro. Aunque tendría que ganar peso y machacarme en el gimnasio, pero eso también tendría su punto, ¿no?". Nunca sabremos las opciones reales que tuvo antes de que llegara Jeffrey Dean Morgan y arrasara con todo, pero está claro que encajaba con el perfil.
Jon
Año 2016. Globos de Oro. Jon Hamm ganaba, por segunda vez, su galardón por interpretar a Don Draper, subía al escenario, recitó su discurso de agradecimiento y se bajó tan contento. Una felicidad que se esfumó cuando se dio cuenta que en la placa de la estatuilla que acababa de recibir aparecía el nombre: John Hamm. Sí, con 'h'. Tras mostrar su enfado, bastante grande según confesó el propio actor, la organización se disculpó con Hamm y corrigió el fallo. Poca broma.
Conflictos policiales
En abril de 2014, saltó la noticia de una demanda correspondiente al año 1991 dirigida a Jon Hamm y a sus compañeros de fraternidad en la Universidad en las que se les acusaba de organizar y llevar a cabo novatadas realmente peligrosas y demasiado cercanas a los comportamientos violentos. Tras escuchar y analizar los hechos, de los cuales el actor jamás quiso decir ni una sola palabra, Hamm recibió una orden de arresto. Finalmente, el intérprete nunca llegó a ir a prisión, quedándose en libertad condicional.
Problemas de alcohol
Los problemas de alcohol de Jon Hamm se remontan al ya citado 1991, fecha en la que el fallecimiento de su padre ocasionó que el actor se refugiara en la bebida. Finalmente, tras muchos años combatiendo contra este monstruo, el intérprete consiguió completar un periodo de treinta días de rehabilitación para acabar con su adicción. Los resultados, a priori, fueron positivos.
La importancia del tamaño
Entre los muchos comentarios, debates y conversaciones ocasionados por la última temporada de 'Mad Men', la cual terminó resultando absolutamente memorable, el tamaño del pene de Jon Hamm fue uno de los más destacados. Tal cual. Y es que, como todos terminamos descubriendo a base de fotografías omnipresentes en los medios, el actor y los calzoncillos se llevaban regular.
Resumiendo: Hamm nunca llevaba ropa interior. Esta situación, que no ocasionó demasiados problemas durante las primeras temporadas, gracias a un vestuario ancho que ayudaba, se complicó cuando la década de los sesenta llegó al universo Draper. Demasiadas prendas ajustadas. Por petición de sus propios compañeros de reparto, el actor tuvo que rendirse y empezar a acudir al trabajo con los calzoncillos puestos.