Aunque a alguno le sonará de 'Wallander', serie en la que coincidió con Kenneth Branagh, Tom Hiddleston se hizo mundialmente conocido cuando interpretó a Loki en la primera entrega de 'Thor', convirtiéndose en uno de los villanos favoritos del universo Marvel.
Tras su colaboración en el mundo de los superhéroes, Hiddleston ha encadenado una sucesión de personajes atormentados, oscuros, llenos de problemas: comenzó con 'The Deep Blue Sea' y ese doloroso romance con Rachel Weisz, continuó como el príncipe Hal en la miniserie 'The Hollow Crown' y ha acabado como Thomas Sharpe, el enigmático protagonista de 'Crimson Peake', última película de Guillermo del Toro tras las cámaras. Además, tiene pendientes de estreno 'High-Rise', que muchos han comparado con 'La naranja mecánica', y 'I Saw the Light', biopic del cantante Hank Williams.
Sin embargo, Tom Hiddleston es todo lo contrario en la vida real y eso es lo que ha enamorado a sus seguidores (aparte de su talento, evidentemente). En todas las ruedas de prensa y promociones en las que aparece, demuestra que es un hombre divertidísimo y sin ninguna vergüenza. Estos han sido sus mejores momentos:
- Cuando acudió disfrazado de Loki a la Comic Con y el mundo, literalmente, se detuvo.
- Cuando enseñó a El monstruo de las galletas el significado de 'auto-control'... sin demasiado éxito.
- Cuando demostró que podía cantar sin problema alguno.
- Aunque lo suyo fuera, definitivamente, el baile.
- Y cuando retó a Zachary Levi a una batalla por ser el mejor bailarín.
- Cuando imitó a un velociraptor como si fuera la cosa más normal del mundo.
- Cuando imitó a Robert De Niro... ¡delante del propio De Niro!