'Glee' se estrenó en 2009 convirtiéndose inmediatamente un éxito de audiencia. La serie musical creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk no tardó en adquirir estatus de fenómeno, con sus versiones pop de temas míticos triunfando en las listas de éxitos y sus jóvenes actores convertidos en estrellas recorriendo el país en una gira sold out.
Pero como todo lo que sube rápido tiene que bajar, el momento de gloria de 'Glee' no tardó en desvanecerse. La audiencia de la serie empezó a caer en picado a partir de la tercera temporada. De los 11 millones de espectadores que convocaba durante sus dos primeros años, pasó a los 7, y de ahí descendió estrepitosamente hasta los 2 en sus dos últimas temporadas, despidiéndose para siempre en 2015 bajo mínimos, del puesto 33 de los programas más vistos de la tele al 148.
Su enorme declive en popularidad transcurrió de forma paralela a lo que estaba pasando tras las cámaras. A lo largo de sus seis temporadas, 'Glee' estuvo salpicada por controversias y tragedias que ensombrecieron su carácter optimista y enérgico, una mala suerte que ha seguido al reparto y el equipo una vez terminada la serie, y que ha hecho que se hable de la "maldición Glee". El suicidio de Mark Salling el pasado 30 de enero, tras declararse culpable de posesión de pornografía infantil, es la última de las desgracias que persiguen a los que trabajaron en la serie.
La figura paternal que no pudo evitarlo
Una vez finalizada 'Glee', Ryan Murphy reconoció que su experiencia trabajando en ella había sido el mejor y el peor momento de su vida. "Había muchas peleas. Mucha gente acostándose junta y rompiendo", recordaba el productor, "Fue un buen entrenamiento para ser padre, eso seguro. Pero también cometí un error: Todo se volvió muy personal". En una entrevista con The Hollywood Reporter en 2015, Murphy reconoció, "Ojalá pudiera volver atrás y hacerlo de otra forma con muchos de estos actores. Con algunos sigo manteniendo una relación muy estrecha: Lea Michele, Chord Overstreet, Darren Criss... pero hay otros con los que no salió tan bien, y me arrepiento. Creía que querían un padre, y no era así".
A continuación hacemos un repaso por la historia de los escándalos y desdichas que han oscurecido el legado de 'Glee'.
La maldición Glee
Cory Monteith
La tragedia azotó fuertemente al equipo de 'Glee' en 2013 cuando Cory Monteith, que interpretaba a Finn Hudson en la serie, fue hallado sin vida a los 31 años en un hotel de Vancouver. Los resultados de la autopsia concluyeron que el actor había fallecido de una sobredosis de heroína y alcohol. Monteith se había sincerado público sobre sus problemas de alcoholismo y adicción a las drogas, pero nadie imaginaba que su vida acabaría tan pronto. El actor mantenía una relación sentimental con otra intérprete de 'Glee', Lea Michele, que quedó devastada por la pérdida y entró en depresión. La serie continuó sin Monteith, rindiéndole homenaje en el primer episodio de la quinta temporada (el primero después de su muerte) y más adelante en el capítulo final.
Naya Rivera
Naya Rivera, que encarnaba a la animadora Santana López, tiene un historial de comportamiento violento a sus espaldas. Mientras trabajaba en 'Glee', mantuvo una relación en secreto con su compañero de reparto, Mark Salling. Al parecer, la pareja no era exclusiva, pero Rivera se solía poner muy celosa de las mujeres que se acercaban a él. Según los rumores, la actriz llegó a dañar el coche de Salling en un ataque de celos, lanzándole huevos y rayándolo con las llaves.
Pero ese no es el único episodio violento protagonizado por ella, ni el más grave. En noviembre de 2017, la actriz fue arrestada por agredir físicamente a su marido, Ryan Dorsey, a quien golpeó en la cabeza y la cara. Dorsey llamó a la policía e interpuso una denuncia contra la actriz, que recibió cargos por violencia doméstica. Rivera fue liberada tras pagar una fianza de 1.000 dólares, y dos meses más tarde, Dorsey decidió no proseguir con el caso, por lo que retiró la denuncia.
Naya vs. Lea
Los problemas en torno a Naya Rivera no terminan ahí. De hecho, si quisiera, Ryan Murphy podría dedicar una temporada de su serie antológica 'Feud' a la rivalidad que esta protagonizó con su compañera de reparto, Lea Michele. En 2016, Rivera publicó un libro de memorias titulado 'Sorry Not Sorry: Dreams, Mistakes and Growing Up', en el que desvelaba detalles turbulentos acerca de sus compañeros de reparto. En sus páginas, la actriz confirmaba la enemistad que tenía con Michele, que se rumoreaba desde hacía tiempo. Así lo explicaba: "A medida que la serie avanzaba, la amistad empezó a romperse. En especial cuando Santana dejó de ser un personaje secundario y pasó a ser uno de los principales de la trama, teniendo por tanto más tiempo en pantalla. Creo que a Rachel (quiero decir, Lea) no le gustaba compartir el escenario. Además, a ella le costaba separar el trabajo de nuestra amistad fuera del set, mientras que para mí era mucho más fácil". Rivera relata en el libro que Michele comenzó a ignorarla y con el tiempo dejó de dirigirle la palabra. "Definitivamente no éramos mejores amigas y dudo que alguna vez nos sentemos a comer juntas de nuevo".
Escándalo GQ
En 2010, Lea Michele, Dianna Agron y Cory Monteith protagonizaron una picante sesión de fotos para promocionar la serie en la revista GQ. Las imágenes recibieron críticas por hipersexualizar a estudiantes de instituto, menores de edad en la ficción, en una publicación orientada a hombres adultos. Aunque los tres actores eran mayores de 18 años (Agron y Michele tenían 24, Monteith 28), el hecho de que ellas aparecieran caracterizadas como colegialas ligeras de ropa y en actitud altamente erótica hizo que los sectores más conservadores acusaran a la publicación de promover la pedofilia. Poco después, Agron publicó una entrada en su blog en la que se disculpaba por la sesión y aseguraba que las fotos no la representaban.
Fotos filtradas
En agosto de 2014 un gran número de celebridades fueron víctimas de un ataque a su intimidad cuando cientos de fotos privadas fueron hackeadas y publicadas en Internet. Entre ellas se encontraban varias actrices del reparto de 'Glee', Lea Michele, Heather Morris, Becca Tobin y Melissa Benoist. Mientras algunas prefirieron no dar declaraciones al respecto, Morris reaccionó bromeando públicamente: "Bueno, podría haber sido por. ¡Al menos salgo bien!".
Jim Fuller y Nancy Motes
Tras la muerte de Cory Monteith, 'Glee' sufrió otro revés cuando la ayudante de producción Nancy Motes (hermana por parte de madre de Julia Roberts) se suicidó en 2014, dejando a sus compañeros devastados pocos meses después de haber tenido que decir adiós a otro miembro del reparto, Jim Fuller, ayudante de realización que falleció tras sufrir un ataque al corazón. Es decir, tres muertes en el transcurso de un año.
Becca Tobin
Becca Tobin se unió al reparto de 'Glee' en la cuarta temporada para interpretar a la animadora Kitty Wilde. En julio de 2014, su novio, el empresario Matt Bendik, fue hallado muerto en un hotel de Filadelfia a los 35 años. Ocurrió durante un viaje de negocios en el que Tobin había acompañado a su pareja. Al parecer, Bendik sufrió un ataque al corazón debido al estrés que le estaba provocando expandir su negocio.
Violencia doméstica
En 2011, Dianna Agron, la animadora Quinn Fabray en la serie, rompió con el que era su novio por aquel entonces, Alex Pettyfer, al que conoció en el rodaje de 'Soy el número cuatro'. Según US Weekly, Pettyfer no se tomó bien la ruptura y supuestamente empezó a mostrar un comportamiento violento hacia ella, llegando a amenazarla por teléfono, lo que hizo que la actriz tuviera que esconderse de él. El representante de Pettyfer lo negó todo, pero una fuente cercana a la pareja aseguró a US Weekly que el actor era "una bomba de relojería psicópata" y ella vivía aterrorizada por él.
Mark Salling
El último capítulo en la historia negra de 'Glee' es el más escabroso de todos. Mark Salling, conocido por los gleeks como Noah 'Puck' Puckerman, se suicidó el 31 de enero de 2018, a los 35 años. El actor fue hallado muerto a la orilla del río en Sunland, barrio de Los Ángeles en el que residía. Según un portavoz de la oficina del médico forense local, Salling se quitó la vida ahorcándose en un árbol. El actor esperaba condena de prisión tras declararse culpable de posesión de pornografía infantil en 2017. Dos años antes había sido detenido cuando la policía encontró más de 50.000 imágenes pornográficas y 600 vídeos de menores en su domicilio. Salling se enfrentaba a una pena de cárcel de entre cuatro y siete años, sentencia que iba a tener lugar en marzo de 2018.
Ese no fue el primer encontronazo con la justicia de Salling. En 2013 fue denunciado por agresión sexual por su pareja, Roxanne Gorzela. La denuncia fue retirada dos años después tras llegar a un acuerdo económico por el cual el actor pagó 2,7 millones de dólares a su expareja.