"Quiero que la gente sepa que no es oro todo lo que reluce cuando estás haciendo algo como 'Aladdín'.", ha dicho Mena Massoud, el actor canadiense y de origen egipcio en una entrevista para The Daily Beast. "Estoy cansado de quedarme callado al respecto", ha añadido, ya que los pensamientos generalizados tras el estreno de 'Aladdín' por parte del público es que este chico se ha hecho de oro. Según Massoud, no ha hecho millones ni le llueven las ofertas y, aunque aparezca en la nueva serie 'Reprisal', asegura que no está viviendo un buen momento como actor tras el éxito de taquilla de la película de Guy Ritchie: "No he tenido ni una audición desde que se estrenó 'Aladdín'".
Es destacable que, para acceder al papel de Aladdín, Mena Massoud fue elegido entre un grupo de unos 2000 candidatos. Aunque lograra esta gesta y la película fuese un éxito en taquilla, parece que aún le queda mucho para hacerse un hueco entre los grandes nombres de la industria del cine. "Siento que me van a pasar por alto y a subestimar durante un tiempo porque soy un actor joven", ha dicho, ya que tiene 28 años. "'Aladdín' acaba de recaudar mil millones. ¿Puedo, al menos, tener una audición? No espero que sea como «Aquí está Batman», pero, ¿puedo simplemente estar en la lista? ¿Podéis al menos darme la oportunidad?"
"Soy una promesa en el sentido de que llevo haciendo esto 10 años, pero, para mucha gente, 'Aladdín' es lo primero en lo que me han visto. Así que creo que seré visto de esta forma durante mucho tiempo. Voy a tener que trabajar para reducir eso". Aún así, no es insignificante el hecho de haber protagonizado una película exitosa y de gran presupuesto junto a Will Smith. Las expectativas de Massoud pueden haber sido muy altas, pero el actor reconoce que ya se lo toma con más calma: "No puedo decir que sé cómo van a funcionar las cosas nunca más".
Esquivando el tópico
Mena Massoud lleva toda su carrera intentando alejarse de los tópicos en relación a su procedencia. Massoud es un egipcio que emigró a Canadá junto a su familia. Aunque actuó desde pequeño, sus padres no quisieron que se dedicara a ello, por lo que estudió neurociencia. Aún así, decidió entrar en un programa de representación teatral.
Su primer papel para la televisión fue en 2011, cuando hizo del número 2 de la organización terrorista Al Qaeda en la serie 'Nikita'. Desde entonces, Massoud decidió ponerse el objetivo de buscar papeles que no fueran de terroristas y que no tuviesen connotaciones negativas únicamente por su color de piel. A partir de ahí, Massoud ha logrado papeles que no tienen tales implicaciones como el mismo Aladdin o, también recientemente, el de Tarek Kassar en 'Jack Ryan', donde representaba a un analista sobresaliente de la CIA.