Albert Pyun, director de películas de culto como 'Sueños radioactivos' o 'Cyborg', ha fallecido a los 69 años. Su mujer, la productora Cynthia Curnan, ha confirmado la noticia. Pyun sufría esclerosis múltiple y demencia. Su mujer dice en una publicación en Facebook: "Estuve junto a él en su último suspiro, que sonó como si liberara todo el peso del mundo".
Albert F. Pyun nació en Hawái y se crió en bases militares. Desde pequeño mostró una pasión por el séptimo arte. Siendo un veinteañero trabajó como becario de Toshirô Mifune y tuvo también como mentor a Takao Saito, director de fotografía habitual de Akira Kurosawa. Comenzó su carrera rodando anuncios publicitarios, y en 1982 dio el salto al cine con 'Cromwell, el rey de los bárbaros', que resultó ser un éxito de taquilla gracias a su bajísimo presupuesto.
Trabajar con poco dinero fue su gran talento, y la falta de recursos no le impidió lograr películas que luego se volverían muy queridas por un sector del público, aunque no gozaran del aplauso general, ni mucho menos del beneplácito de la crítica. En su filmografía encontramos películas como 'Los centinelas', 'Cyborg' con Jean-Claude Van Damme, varias secuelas de 'Kickboxer' o la saga 'Némesis'.
La "primera" 'Capitán América'
También dirigió la primera película contemporánea del 'Capitán América' (hubo un serial cinematográfico en 1944 con Dick Purcell como el Capi). Lanzada en 1990 con Matt Salinger como Steve Rogers y Scott Paulin como Cráneo Rojo, fue una adaptación muy libre de los cómics de Marvel y tuvo un rodaje complicado, con muchas idas y venidas entre saltos de estudios y cambios delante y detrás de las cámaras. El estreno se fue posponiendo hasta que acabó lanzándose directamente en video en Estados Unidos. Las críticas la destrozaron, pero con el tiempo ha alcanzado cierto estatus de culto, llegando a proyectarse en la Comic-Con de San Diego en 2013.
Pyun siguió trabajando casi sin parar, y aunque sus últimos títulos datan de 2017 y 2018, su esposa asegura que tenía un par de proyectos nuevos entre manos a pesar de su delicado estado de salud.