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'El Círculo' es el título la primera etapa de esta escritora estadounidense, y es un magnífico lugar para empezar a conocer a la princesa. Ayuda también el maravilloso trabajo estético de Terry Dodson, que definió la imagen de la princesa hasta 2014. Se suele mencionar mucho a Gail Simone como la autora que más tiempo ha trabajado como guionista de este cómic, que ha tenido muy pocas mujeres encabezándolo. Pero sería injusto resaltar esta etapa sólo por eso, aunque sea necesario. El trabajo es fantástico, en lugar de rehacer el origen, como suelen hacer muchos de los autores que llegan a esta cabecera, Simone hace suya la mitología que fijó Perez, investigando en la reacción del resto de amazonas hacia el nacimiento de Diana, el único de la isla. Crea unas aventuras repletas de acción, respeto, cariño por la princesa y una cosa poco vista; sentido del humor. La Wonder Woman de esta etapa es una temible guerrera, una solemne miembro de la realeza y una casi-divinidad, pero es capaz de soltar una broma de vez en cuando, lo que consigue un personaje más redondo de lo habitual. Además de 'El Círculo', en esta etapa encontraréis historias poco comunes, como un número especial en el que el personaje se enfrenta con resignación a un estudio de Hollywood que quiere rodar una película sobre ella con poco acierto. Y es que Gail Simone fue una de las autoras con las que contactó Warner para uno de los muchos intentos fallidos de hacer una película sobre ella. Ah, y salen gorilas albinos mutantes, ¿a quién no le va a gustar?.

Este dibujante y guionista no oculta la admiración que siente por George Perez, ni la influencia que su trabajo tiene de él. Junto a Jose Luis Garcia Perez los tres dibujantes de ascendencia latina han moldeado la imagen de los superhéroes de DC durante décadas. Al igual que su antecesor, Phil llevaba muchos años dibujando para grandes autores antes de dar el paso a guionista, y lo hizo encargándose de su confesa favorita, Wonder Woman. Tenía toda la pinta de ser una etapa cargada de homenaje y cariño, y vaya si lo fue. No solo utilizó toda los elementos de la historia del personaje, incluyendo el infame avión invisible, además ayudó a definir el efecto que tiene el personaje entre sus seguidores. El estilo de Phil es naturalista y detallado, la cantidad de trabajo que invierte en cada página es tremenda, y se nota, en especial en el final de su etapa, donde al más puro estilo DC reúne a todas las superheroínas de la editorial para pelear contra todas las villanas en una batalla épica donde tiene la oportunidad representar a todo el poder femenino de la editorial. Muy celebrados son los dos números donde Wonder Woman y Batman pelean junto a sus familias extendidas contra dioses y enemigos de Gotham por igual.La representación de Nightwing, Donna Troy, Robin, Wonder Girl, Diana y Batman llega a la perfección.

Greg Rucka, que ha colaborado con muchísimos dibujantes, es el autor que más vamos a nombrar en esta lista, su trabajo como autor en Superman y Batman fue muy celebrado, pero nada ha tenido tanto impacto en el mundo de los cómics como su tiempo a los mandos de Diana. Greg escribió a Diana como nadie, adaptándola a los modos y costumbres de un nuevo tipo de cómic, más cercano a la series de televisión, con un trabajo de personajes importante y un enfoque más psicológico. No es que no hubiera épica, ojo. La pelea de una Wonder Woman ciega contra la medusa, retransmitida al mundo entero, es una de las batallas más impresionantes que podréis leer jamás. Además, Greg puso al personaje en apuros, haciéndole abandonar su puesto en la familia real amazona y convirtiéndose en embajadora, en el primer cargo político atribuido a un superhéroe de la historia. Sus 'Reflexiones', que son el grueso de esta etapa, se han convertido en ejemplo de lo que se puede hacer con un superhéroe cuando se cambia la manera de contar las cosas. Especial atención merece 'La Hiketeia', una de las poquísimas novelas gráficas autoconclusivas dedicadas al personaje, que comparte protagonismo con Batman. Es sin duda una de las mejores historias de superhéroes de todos los tiempos. La parte amarga de esta colaboración de Rucka con DC fueron las diferencias creativas que le llevaron a éste a abandonar la colección de modo abrupto y a declarar que nunca jamás volvería a trabajar para la editorial. Por suerte, el poder apaciguador de Diana se impuso, como veremos más tarde.

Parece que este personaje atrae de manera particular a la figura del dibujante/autor. En este caso, el canadiense aterrizaba en esta colección después de haber marcado una época inolvidable en los 'X-Men' de Marvel y de redefinir a Superman para una nueva generación. El mismo trabajo que George Perez había hecho con Wondy después de la 'Crisis' de DC lo hizo también John con Superman, incluyendo un legendario cross-over entre las dos colecciones. Esta etapa es de las más particulares de la historia, pero le debemos grandes momentos que ya se han quedado incorporados, la aparición de la nueva Wonder Girl, Cassie Sandmark, el nuevo origen de la anterior Wonder Girl, Donna Troy e incluso la resurrección de alguno de los villanos más imposibles, como 'Egg-Fu' una computadora con forma de huevo que recuerda a un villano asiático a estilo Fu-Man-Chú. John Byrne es famoso por sus tramas imposiblemente complicadas y largas, y aquí no se cortó. En esta etapa incluso se permitió matar a la protagonista y ascenderla a diosa de la verdad. Y no será la última vez que esto pase, Diana pasa de amazona, a semi-diosa y a diosa y vuelta otra vez bastantes veces. El trabajo de John Byrne está lleno de nostalgia y color, y nos lleva a unos tiempos más simples plagados de acción.

Esto es oro puro, después de unos cuantos años de titubeos y de decisiones bastante cuestionables, Geoff Johns y Jim Lee lanzaron la iniciativa 'Dc: Renacimiento', un golpe de timón a todas sus colecciones que las acercaban a un legado del que se habían alejado demasiado. No es ninguna exageración decir que Wonder Woman ha sido una de las mayores beneficiadas por esto, además de la editorial, que ha visto como ganaba en ventas a Marvel por primera vez en mucho tiempo. Una de los grandes golpes de efecto de la iniciativa fue la recuperación de Greg Rucka como guionista de la serie. Él siempre ha dicho que lo que le impulsa es un amor inmenso por eñ personaje, y que nada es imposible. Cuando se anunció su fichaje veníamos de unos años extraños para la princesa, con un carácter mucho más violento, una relación amorosa con Superman y unas amazonas que más que feministas eran monstruos come-hombres. La etapa de Brian Azzarello es artísticamente estupenda, pero subvirtió los rasgos más característicos del personaje hasta el punto de hacerla irreconocible. Cuando se presentó al nuevo equipo, Gail Simone, que nunca había hecho comentario público alguno sobre el tema, le mandó un sencillo mensaje a Rucka. 'Arréglala'.

Y vaya si lo hizo, y justo a tiempo, con el 75 aniversario y la película en el horizonte la princesa desenmarañó las mentiras en las que había vivido los últimos años y volvió a su ser. Pero no solo ha sido una etapa de arreglar orígenes. Wonder Woman ha llegado a unos nuevos topes de narrativa e imagen, convirtiéndose cada número nuevo en todo un acontecimiento con las mejores críticas. Este año, la serie se ha publicado quincenalmente alternando dos historias que se alimentaban entre sí. En la serie actual, Liam Sharp se ha encargado de ilustrar los esfuerzos de Wonder Woman por aclarar su origen con una maestría pocas veces vista antes. El estilo de Sharp es barroco, casi excesivo, recuerda a las portadas de una banda de death metal, pero de algún modo ha conseguido encajar a la perfección con la historia. El otro arco es el 'Año Uno', Rucka corta por lo sano y nos narra de nuevo el mito de la heroína, contando su salida de Themyscira de mano de Steve Trevor y su llegada al mundo del hombre para transformarse en Wonder Woman. En este volumen hemos tenido la suerte de ver el trabajo de Nicola Scott, que ya ha pasado a la historia como una de las mejores ilustradoras de Diana, Steve, Etta, Cheetah y compañía. En serio, nos faltan las palabras. Bilquis Evely ha sustituido a Nicola con maestría, aunque su dibujo sufre un poco cuando no entinta y acaba ella misma el trabajo. Todo esto coloreado por el arma secreta de DC, Rómulo Fajardo, un verdadero artista. Cualquiera de los dos volúmenes es igual de recomendable, pero la experiencia completa la tendréis si leéis ambos, creednos.