CARA DUNE

Pedro Pascal intentó ayudar a Gina Carano con la polémica que acabó con su despido de 'The Mandalorian'

La actriz intenta explicar las publicaciones en redes sociales que acabaron con su despido y también por qué ha decidido demandar a Disney con la ayuda de Elon Musk.

Por Jesús Agudo Más 15 de Marzo 2024 | 10:52
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Pedro Pascal y Gina Carano en 'The Mandalorian'
Pedro Pascal y Gina Carano en 'The Mandalorian' (Disney+)

Cara Dune, el personaje de Gina Carano en 'The Mandalorian', se convirtió en una de las grandes favoritas del público de 'Star Wars' cuando debutó en la saga a través de la serie de Disney+. Pero su aventura por la galaxia muy, muy lejana terminó después de la segunda temporada. Disney y Lucasfilm despedían a la actriz a principios de 2021 por una serie de publicaciones en redes sociales que incendiaron Internet.

Dos en particular fueron los principales clavos en el ataúd de la carrera de Carano en 'Star Wars'. Uno fue cuando decidió poner en su perfil de Twitter que sus pronombres eran "boop/bop/beep", que se entendió como una burla hacia el colectivo trans.

El otro, el que de verdad fue la gota que colmó el vaso, fue una Story en Instagram en la que se veía la foto de una mujer judía siendo perseguida acompañada del texto "los judíos eran golpeados en las calles no por los soldados nazis sino por sus vecinos. (...) ¿De qué manera eso es diferente de odiar a alguien por sus opiniones políticas?". Disney decidió despedirla y emitió un comunicado: "Gina Carano ya no está empleada por Lucasfilm y no hay planes de que lo esté en el futuro. Sus publicaciones en redes sociales denigrando a la gente en base a sus identidades culturales y religiosas son aberrantes e inaceptables". La actriz se enteró de su despido con ese comunicado.

Gina Carano en 'The Mandalorian'

En una entrevista con el Hollywood Reporter, Gina Carano afirma que nunca fue su intención burlarse de la comunidad trans: "He tenido publicistas hombres con la misma talla de calzado que yo y ellos se ponen mis zapatos y se prueban mis vestidos. Estaba enfadada (por la presión por poner sus pronombres). Así que dije: 'vale, pondré algo en mi bio: boop/bop/beep. Pensé que sería adorable, como R2-D2".

No lo fue. La comunidad LGTBQ+ la criticó y hasta Pedro Pascal intentó ayudarla a calmar las aguas: "Me dijo, 'simplemente pon #transrights en tu perfil. Hazlo y te dejarán en paz'". Decidió no hacerlo porque "no es su estilo poner hashtags de nada. Tampoco voy a poner #TrumpsRights". Asegura que ella y Pascal, que tiene una hermana trans, siguen teniendo muy buena relación y que él "sabe al 1000 por ciento que no soy homófoba o tránsfoba". Dice que ella y Pascal tuvieron una conversación "muy bonita" tras la muerte de Carl Weathers: "Una cosa que me dijo fue 'gracias. Tú y Carl Weathers siempre habéis sido protectores'. Y él sabe lo que significa, y yo sé lo que significa, y desearía poder decir por qué. Básicamente lo dejamos en 'no puedo esperar para darte un abrazo enorme'".

Disney intentó solucionarlo con "un campamento de reeducación" según describe la actriz, que en realidad fueron charlas con representantes trans de GLAAD, un comunicado "de los que te hacen poner los ojos en blanco" que se negó a publicar y se ofreció a escribir uno propio (que finalmente no fue aprobado), y entrenamiento con una experta en relaciones públicas. "Me dijo algo que me pareció muy interesante: 'no es lo que digas, es cómo se interpreta. Estás dando respuestas muy lógicas a una reacción emocional'". También le obligaron a reunirse con varios miembros LGBTQ+ del estudio, pero se negó, ofreciéndose a invitar a "cinco o seis de esos líderes trans a cenar, pago yo". Se negaron.

Carano sigue sin entender cómo esa broma acabó con "20 años de carrera, con la sangre, el sudor y las lágrimas de luchar". Pero la actriz ya se estaba haciendo un nombre como figura polémica en redes por declararse antivacunas y antimascarillas, y por borrar el post en negro tras el asesinato de George Floyd por la policía cuando vio que las protestas del #BlackLivesMatter se volvían violentas. También puso en duda los resultados de las elecciones de 2020 que derivaron en la toma del Capitolio. "La prensa de Hollywood y los principales medios me asociaron con la extrema derecha, algo que no soy", comenta, y añade: "Se volvió muy popular odiarme e ir contra mí".

Sobre algunas de sus polémicas, Gina Carano dice acerca de su postura sobre las elecciones: "Soy un ser humano. Pensé que iba a haber una batalla enorme entre antifascistas, Black Lives Matter y MAGA (los que apoyan a Trump) como si fuera 'Gangs of New York'. Lo único que sabía es que no era lo que quería". Sobre la publicación que acabó con su periplo en 'The Mandalorian' remarca que para ella "tenía sentido: no odies a tu vecino".

La actriz dice que lo pasó muy mal cuando leyó el comunicado: "Me acurruqué en posición fetal. No es que no hubiera pensado que podría ocurrir algo así. Lo que no podía imaginar es que publicaran un comunicado tan horrendo sobre mí después de haber trabajado conmigo. La empresa de entretenimiento más poderosa del mundo diciendo esas cosas sobre mí".

La demanda contra Disney

A principios de este año decidió demandar a Disney por incumplimiento de contrato y por coartar su libertad de expresión: "Te vuelves incontratable. Y se vuelve aceptable que otra gente te falte al respeto. Tú solo cargas con esas faltas de respeto y esa vergüenza, y te afecta física y mentalmente. Pierdes la esperanza. Poder pelear te hace pensar 'vale, esto se siente bien'". Afirma que no va por el dinero: "No estoy pensando en eso. Estoy pensando en limpiar mi nombre. Estoy pensando en ser más sana y quitarme este mono de la espalda, contar mi historia y seguir con mi vida".

Cuenta con el apoyo de Elon Musk, que se ha ofrecido a pagar los gastos judiciales. Carano no se ha puesto en contacto con él pero le defiende: "Creo que es bastante increíble lo que hace. Muchos millonarios gastan su dinero en comprar islas y construir búnkeres. Elon Musk lo utiliza para luchar contra enormes injusticias".

No descarta, si la demanda sale bien, retomar su carrera: "Si el pecado imperdonable en Hollywood es ser una persona que no se conformaría a la perfección en un momento en el que las emociones estaban desbocadas en todo el mundo, entonces ese no es probablemente el Hollywood al que vaya a pertenecer. Pero creo que una vez puestos los egos a un lado, Hollywood tiene la oportunidad de crecer como lo hacemos todos. Creo que una vez has sido una luchadora, sientes que vas a serlo el resto de tu vida. Creo que tendré 80 años boxeando en mi garaje y seguiré pensando 'algún día tendré ese regreso'".

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