'Pink' es una de esas películas que sin lugar a dudas se ha ganado un merecido puesto en la categoría de cintas que nunca debieron ver la luz del sol. Bajo el eslogan "Adopción gay...¿Acierto o error?", el último proyecto del -¿cineasta?- ultraconservador Paco del Toro nos ofrece un absurdo y distorsionado retrato del mundo de la homosexualidad repleto de estereotipos, clichés y más que trillados lugares comunes. No obstante, y contra todo pronóstico, nuestro amigo Francisco fue inteligente en la búsqueda de sus propósitos y optó por alejarse de arquetipos inofensivos y cómicos para emplear aquellos capaces de hacer daño y crear poderosos estigmas.
Pero Paco no se ha salido con la suya. Gracias a Dios (nunca mejor dicho), 'Pink' se ha pegado un fuerte batacazo en la taquilla de nuestro país. Y es de agradecer que los espectadores de Jalisco, Monterrey, Tijuana y otras zonas en las que se proyectó el film decidiesen obviar ese universo de payasos, bufones y golfas enfundadas en cuero rosa que del Toro tenía preparado para ellos. Porque a pesar de los esfuerzos realizados en las redes sociales para simular una fuerte asistencia a la salas de cine, un estudio realizado por NotieSe confirma todo lo contrario. La realidad es que la afluencia fue más bien escasa: aunque se estrenó en 200 salas de cine en todo el país, se colocó en el lugar número 22 de preferencias entre los consumidores y fue retirada de cartelera en diversos complejos de la cadena debido a la baja asistencia.
En realidad, no resulta sorprendente la falta de entusiasmo que ha suscitado 'Pink'. A menos que la intención del espectador sea realizar un estudio sobre la falta de sensibilidad humana o una investigación sobre la posibilidades narrativas que un discurso torpe, retrógrado y enfermo ofrece. Porque lo que está claro es que Paco del Toro confeccionó el guión de 'Pink' mientras observaba restos prehistóricos en Puebla o Veracruz. Tal vez se desplazase un poco más y llegase hasta Chihuahua para construir semejante relato con la Biblia en la mano.
La falta de una representación compleja, diversa y matizada se convierte en algo más que evidente. ¿Cuál es el mensaje que pretende trasmitir la cinta? Que las parejas compuestas por homosexuales no están preparadas para tener hijos a su cargo. De hecho, 'Pink' va un poco más allá y parece esconder un discurso mucho más perjudicial y dañino: los gays suponen una seria amenaza para la sociedad en general debido a sus insanos y alocados comportamientos. Con el objetivo de construir y asentar tal propaganda, Paco se sirve de dos personajes, Iván (Pablo Cheng) y Rubén (Charly López), una pareja de homosexuales que entra tanta fiesta y tanta depresión parecen no estar muy capacitados para solucionar los conflictos que vive su pequeño dentro y fuera del hogar.
Locas rosas
En un escenario dominado por plumas, disfraces de reinonas y algún que otro "homo contagiado" (cómo no, de VIH), asistimos a los delirios de una serie de figuras que hacen que el 'Bruno' de Sacha Baron Cohen nos parezca todo un auténtico macho a su lado. Aunque en realidad esto no es lo peor: los personajes encuentran solución a sus problemas cuando deciden "curarse" de su trastorno a golpe de evangelio y charlas de exgays arrepentidos. ¿Sabe del Toro que la homosexualidad no es algo pasajero? ¿Por qué todos los personajes gays de su relato rechazan sus cuerpos? ¿Por qué cree que el amaneramiento es algo que se pegue? ¿por qué considera que todos los hombres de la comunidad LGTB adoran el rosa? ¿en el caso de las lesbianas se trata del azul? En realidad no necesitamos respuestas, porque nosotros lo tenemos muy claro: lo sentimos Paco del Toro (y nos ponemos católicos) pero una y no más, santo Tomás. Aunque solo con ver el tráiler nos damos cuenta de que, además de un mensaje absolutamente intolerante y desvirtuado, la calidad de la película es digna de estudio también.