Algunas de las películas que más han impresionado a nivel visual en los últimos años son 'El Hobbit: La desolación de Smaug' y 'Una aventura extraordinaria'. Esta primera presentó una soltura y viveza tan real y palpable por haber subido los habituales 24 fotogramas por segundo de las cámaras a 48. Por otra parte, el oscarizado filme de Ang Lee nos recordó que el 3D puede llegar a fascinar más allá de 'Avatar'. Aunando estas dos tecnologías, el mencionado director taiwanés ha querido llevar un paso más allá los efectos visuales en 'Proyecto Géminis', un film que enfrentará a Will Smith consigo mismo (literalmente) y que puede hacernos (volver a) confiar en estas innovaciones técnicas.
Aunque no se estrena hasta el próximo 11 de octubre, Paramount nos ha mostrado en exclusiva y en pantalla grande algunas de las escenas de acción más destacadas de la película. En todo el metraje, lo más sorprendente es el dinamismo visual de cada plano que aporta la tecnología HFR (High Frame Rate). Al haber rodado a 120 fotogramas por segundo, toda la acción y cada movimiento (ya sean de pelea o de simplemente hablar) se perciben tan viva e intensamente como si estuviéramos viendo un documental con imágenes tomadas directamente de la naturaleza. Esta opción sólo estará disponible en algunos cines, seguramente de grandes cadenas, pero es una entrada por la que merece la pena pagar.
Ang Lee le ha sacado todo el partido a esto en los casi 20 minutos que hemos visto, ya que su dirección de la acción es lo más clara y explícita posible, sin miedo a sostener el plano y renunciando a esos tramposos montajes frenéticos que cortan en cada golpe. Por si fuera poca hazaña haber doblado en imagen a Will Smith, la película no esconde las peleas tan corporales y los puñetazos que su yo adulto le da al joven en magníficas coreografías de los actores. Por ello, al igual que con 'Una aventura extraordinaria', el 3D es una opción casi tan imprescindible como el HFR; gracias a la exitosa combinación de ambas técnicas, el espectador se encontrará de frente literalmente con Smith, el humo iluminado por la linterna de su pistola o el hilo de su granada que parece extenderse por todo el patio de butacas. Esperemos que todo este atractivo visual tan digno de sala de cine no esconda una trama insulsa.
La humanidad tras todos estos efectos
Estas ventajas de 'Proyecto Géminis' sí que pueden depender del equipamiento de cada cine, aunque lo que todos los espectadores van a poder apreciar es el toque emocional del director. Si Jerry Bruckheimer es aquí sinónimo de entretenimiento puro, Lee aporta lo que ya avisó que para él es la película: un drama humano. En las secuencias de acción se puede apreciar su limpieza visual e incluso algunos guiños estilísticos como el constante uso de los espejos para enfrentar a los dos protagonistas (en referencia a su conflicto de identidad).
Sin embargo, donde más se puede apreciar lo conseguido que está la creación digital del joven Will Smith es en las conversaciones y momentos dramáticos. En el diálogo que hemos podido ver con Clive Owen, los efectos no solo no dificultan la emoción (como sí ocurría en 'Liga de la Justicia' con el bigote de Henry Cavill), sino que son tan buenos que se invisibilizan y dejan que Smith ofrezca una interpretación sorprendentemente emotiva (¿será la trama más dramática de lo que pensamos?). Este personaje recreado digitalmente transluce a la perfección las expresiones de su intérprete, con todas las arrugas, lágrimas y ojos rojos. Lo más primordial es que apuntes 'Proyecto Géminis' y que busques la sala de cine más puntera que tengas cerca el 11 de octubre.