La historia de Disney y el proyecto de ley homófobo de Florida 'Parental Rights in Education bill' toma un nuevo giro. Os explicamos aquí que un medio americano había revelado la financiación de The Walt Disney Company a los patrocinadores de un proyecto de ley que prohibiría a profesores y profesoras hablar de orientaciones sexuales e identidades de género que no sean las cishetero normativas. Ante las críticas públicas por su falta de respuesta oficial, Bob Chapek emitió un comunicado interno a sus trabajadores y trabajadoras asegurando que apoyaban a la comunidad LGTBIQ+ y que la empresa promovía la diversidad y la inclusión a través de sus películas, una medida mucho más efectiva que cualquier donación económica. La primera respuesta a las frías y apocadas intenciones de Chapek, CEO de Disney, llegó de Marvel Comics cuando dos de sus autores, Christopher Cantwell y Jordan Blum, donaron las ganancias de sus cómics más recientes a The Matthew Shepard Foundation, una organización benéfica LGTBQ+. Ahora son los empleados y empleadas de Pixar los que se suman al contraataque.
En una carta abierta a la que ha tenido acceso Variety, miembros del estudio de animación aseguran que cuando sus proyectos pasan por las manos de Disney terminan censurados todos los momento de afecto homosexual, aunque haya protestas. Esta afirmación contradice la declaración de Chapek de que la empresa está comprometida a impulsar un mundo más inclusivo, representando la diversidad de la sociedad. Hasta ahora, Pixar tan solo ha introducido un pequeño número de personajes LGTBIQ+ en sus películas, como la cíclope de 'Onward' (que fue censurada en Rusia) o el protagonista del cortometraje 'Out' sobre un hombre gay que intenta salir del armario con sus padres.
El miércoles por la mañana se celebró una reunión de accionistas en la empresa tras la que Chapek anunció que la compañía donaría 5 millones de dólares a la Campaña de Derechos Humanos (HRC) y otras organizaciones LGTBIQ+, sin embargo el presidente de HRC, Joni Madison, rechazará la donación hasta que en Disney "se tomen medidas significativas para combatir la legislación".
Además, Chapek dijo que se reuniría con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, para hablar de las "preocupaciones" de Disney sobre la legislación conocida como 'Don't say gay'. "DeSantis se comprometió conmigo a que quería asegurarse de que esta ley no pudiera ser utilizada como arma de ninguna manera por individuos o grupos en el estado para dañar indebidamente o atacar a niños y familias homosexuales, lesbianas, no binarias o transgénero", dijo Chapek tras una llamada telefónica con el gobernador.
La carta completa
A continuación te dejamos con la carta completa que firman los trabajadores y trabajadoras de Pixar en respuesta a Chapek y sus insuficientes propuestas.
"Escribimos esto porque estamos decepcionados, heridos, asustados y enfadados. Con respecto a la participación financiera de Disney con los legisladores que se encuentran detrás del proyecto de ley 'Don't Say Gay', esperábamos que nuestra compañía nos defendiese. Pero no fue así.
El mail del lunes, 'Nuestro compromiso inquebrantable con la comunidad LGBTQ+', suena a hueco. Comienza con la afirmación de que Disney tiene una larga historia de apoyo a la comunidad LGBT, pero los parques de Disney no celebraron oficialmente el Orgullo hasta 2019, y solo en París. Disney tiene un historial acabar con eventos del Orgullo promovidos por fans en los parques, incluso expulsando de ellos a parejas del mismo sexo por bailar juntos en la década de 1980. Además, Disney comenzó a capitalizar el Orgullo en 2018 con 'The Rainbow Mickey Collection' (mientras restaba importancia a términos como LGBTQ+ y ni siquiera sacó piezas explícitamente LGBTQIA+ como pines de la bandera del Orgullo hasta 2021). Así pues, es una sensación terrible ser parte de una empresa que gana dinero con merchandising gay mientras elige «dar un paso atrás» en los momentos de mayor necesidad, cuando nuestros derechos están en peligro.
La segunda afirmación decía que «las declaraciones corporativas hacen muy poco para cambiar las cosas o las mentes». Sin embargo, el mismo correo electrónico que hacía este afirmación empezaba con una declaración corporativa sobre la situación actual en Ucrania. Ocho días después de que Rusia invadiera Ucrania, Disney canceló el estreno de sus películas en Rusia y anunció: «Tomaremos futuras decisiones comerciales en función de la evolución de la situación». Tras el asedio a la capital en 2021, Disney detuvo todas las donaciones políticas a los miembros del Congreso que se habían opuesto a los resultados de las elecciones presidenciales. En 2016, Disney le dijo al estado de Georgia: «Nos plantearemos llevar nuestro negocio a otro sitio en caso de que cualquier legislación que permita prácticas discriminatorias se convierta en ley estatal» en respuesta al controvertido proyecto de ley de Libertad Religiosa. Al tomar una posición, Disney afectó directamente el resultado legislativo en Georgia. Se ha demostrado que las declaraciones corporativas de Disney pueden y marcan la diferencia.
Finalmente, llegamos al 'impulso del contenido' como respuesta. En Pixar hemos sido testigos personales de historias preciosas, llenas de personajes diversos, que se nos devuelven tras la evaluación corporativa de Disney reducidas a migajas de lo que alguna vez fueron. Casi todos los momentos de afecto abiertamente gay se cortan a instancias de Disney, independientemente de las protestas tanto de los equipos creativos como del liderazgo ejecutivo de Pixar. Incluso si crear contenido LGTBIQ+ fuera la respuesta para arreglar la legislación discriminatoria en el mundo, se nos prohíbe crearlo. Más allá del "contenido inspirador" que ni siquiera se nos permite hacer requerimos acción.
Hacemos un llamado a los líderes de Disney para que retiren de inmediato todo el apoyo financiero de los legisladores detrás del proyecto de ley 'Don't Say Gay', que denuncien públicamente esta legislación y nos compensen por su participación financiera. Si bien firmar para donar a HRC es un paso en la dirección correcta, la reunión de accionistas del miércoles dejó en claro que esto no es suficiente. A lo largo de la reunión de accionistas, Disney no solo no adoptó una postura firme en apoyo de la comunidad LGTBIQ+, sino que intentó aplacar a «ambos lados» y no condenó los mensajes de odio compartidos durante la parte de preguntas y respuestas de la reunión. Esto no es lo que significa «apoyar inequívocamente a nuestros empleados LGBTQ+, sus familias y sus comunidades».
La decisión de Disney de honrar los valores de su empresa ha cambiado el curso de la legislación en el pasado. Si Disney es fiel a sus valores, tomará una posición pública decisiva contra la legislación discriminatoria que se está proponiendo en Florida y ofrecerá un apoyo tangible a las comunidades LGBTQ+ afectadas por la legislación intolerante que se extiende por todo el país. Se opondrá a este proyecto de ley en Florida y a proyectos de ley similares en Carolina del Sur, Arizona, Virginia y Tennessee. Se opondrá a la legislación transfóbica en Texas, Iowa, Utah, Kansas, Indiana, Louisiana, Missouri y Alabama. Muchos grupos de odio están intentando erradicarnos a través de la legislación; necesitamos que nos apoye por completo, no con palabras vacías.
Este asunto no es algo que pueda esperar hasta el 'Reimagine Tomorrow' de abril o el Mes del Orgullo en junio. Este asunto debe abordarse ahora. Esto es urgente. El 42 % de los jóvenes LGBTQIA+ consideraron seriamente el suicidio en 2021, incluida más de la mitad de los jóvenes transgénero y no binarios, siendo un factor importante la falta de apoyo que permiten estas legislaciones discriminatorias. Disney afirma preocuparse por el bienestar de los niños, pero apoyar a políticos como este perjudica directamente a una de sus audiencias más vulnerables. Hay vidas en juego y el apoyo de Disney podría salvar esas vidas. «Todavía tenemos trabajo por hacer», decía su correo electrónico. Este es ese trabajo.
Firmado con orgullo,
Los empleados LGBTQIA+ de Pixar y sus aliados.