¡Cuidado Spoilers!
'The Walking Dead' sigue encaminándose a cerrar su décima temporada con la emisión de los seis capítulos extra. Este lunes 29 pudo verse en Fox España el episodio que llevó el título de 'Cada uno por su lado', que continuó donde terminaba el episodio 'Encuéntrame' de unas semanas antes. Lo protagonizan el dúo favorito de los fans, Daryl (Norman Reedus) y Carol (Melissa McBride), pero esta vez desde lugares separados físicamente, que no emocionalmente. Recordemos que ya habíamos visto la tensa discusión que mantuvieron en la cabaña; ahora se han separado para cumplir con sus objetivos en sus respectivas tramas.
En ellas, Carol decide regresar a Alexandria, lugar donde librará una batalla interminable contra unas ratas mientras intenta cocinar. Daryl, por su parte, trata de arreglar el problema que tiene con su motocicleta rota. Lo novedoso del capítulo fue su narrativa, que se estructuró intercalando estas tramas con sendos saltos hacia atrás y adelante. Y así, trasladándonos desde un espacio hasta otro, se consiguió profundizar, casi más que nunca, en la relación entre estos dos personajes mediante un diálogo emocional. Esto se materializó al final del mismo, cuando ambos deciden cerrar a la vez las puertas de sus casas.
Sin embargo, el capítulo inicialmente no estaba concebido para ser narrado así, al menos cuando se rodó, tal y como ha confesado la showrunner Angela Kang a EW. La estructura del episodio originalmente era más convencional y la decisión final llegó ya en el montaje: "Tenían una estructura de historia corta en la que había pequeñas viñetas separadas. (...) Pero con la forma en que se rodó, las piezas eran tan desiguales, así que dijimos: «Sabes qué, en realidad, vamos a intercalar todo, pero vamos a intercalar de una manera en la que esas piezas se sientan que se alimentan unas a otras emocionalmente». (...) Conectó mucho mejor así al final", afirmaba.
El efecto reflejo
Este paralelismo entre las emociones que sienten Daryl y Carol en sus tramas se conoce como el efecto reflejo, es decir, aquello que produce un espejo cuando uno y otro sujeto se miran a la cara. Esta era la idea que quería desarrollar el capítulo y el montaje fue lo que contribuyó en este caso a generarla: "Definitivamente queríamos tener a propósito estos momentos en los que son tan parecidos que incluso tienen reacciones similares a ciertas cosas. Para que incluso por su cuenta, sus pequeñas cosas, estén conectados psicológicamente. Daryl piensa en ella, ella piensa en él, y ella tiene su pequeña navaja suiza en esa historia. Así es como surgió", contaba.
Otro aspecto que contribuyó en dar más importancia a estos detalles fue el propio set y decorado. Por falta de medios, fueron al rodaje bastante limitados en cuanto a localizaciones, y ante los recursos disponibles, decía, "pensamos que realmente sería más sobre dónde estaban emocionalmente como personas y amigos".