Walt Disney inició allá por 1937 una corriente que se convertiría en una de las ramas más fuertes de su compañía: las princesas. Blancanieves fue la primera, pero luego le siguieron Cenicienta, Aurora, Ariel, Bella, Jasmín y una larga lista de jóvenes de la realeza adoradas entre los más pequeños. Una fuente de ingresos sin fin que, sin embargo, ha tendido a envejecer en ciertas ocasiones un poco mal.
A pesar de que algunas de las historias puedan llegar a resultar problemáticas, el estudio ha seguido apostando por las princesas Disney con Elsa y Anna, Rapunzel, Vaiana o Raya. Pero también por las protagonistas más "del pueblo" como Mirabel, que acaban colgándose el título de princesa por tradición a pesar de no venir de familia real.
Con 'Wish: El poder de los deseos' a la vuelta de la esquina, y siendo una película tan importante para Walt Disney Animation Studios como que está hecha para celebrar los cien años de legado de sus películas, están dispuestos a abrir el melón de las princesas y, de hecho, están también preparados para dejarlas atrás en pos de enviar el mensaje de que no es necesario venir de familia real para ser la heroína de la historia.
"No puedo hablar por el pasado, pero desde que he llegado aquí nunca ha habido la carga de si debían de ser princesas o no. En 'Frozen' no eran de la realeza al principio, pero luego nos dimos cuenta de que también era emocionante tener la responsabilidad del reino mientras todo ocurría, no hacer la idea de ser rey o reina como recompensa, sino que sumara al reto. Con Raya, ese era su reto, la responsabilidad y la carga que acarreaba. Sumaba al conflicto. Ahora lo vemos de una manera diferente. Con Asha, lo más importante es que un héroe ordinario que se convierte en extraordinario forma parte de los cuentos de hadas clásicos. No todo se basa en la estructura social de la vieja Europa. Si te fijas en Hans Christian Andersen o los hermanos Grimm, está enterrado en la naturaleza de donde se crearon" explica Jennifer Lee, jefa creativa del estudio de animación, a Fandom.
La directora de 'Frozen', que también ha trabajado en el guion de 'Wish', espera democratizar el puesto de protagonista para que todos podamos ser los héroes, vengamos de donde vengamos: "Es sobre todos nosotros. Y sobre ese momento en el que observas el mundo, ves los fallos y decides '¿cómo voy a lidiar con ello?'. Puedes tener esa pregunta desde cualquier posición en el mundo. Y era mucho más emocionante tenerla desde un punto de absolutamente ningún poder en términos de estructura social, para luego reconocer el increíble poder de cada individuo. Para Asha, no era algo que nos pareciera necesario encajar en nuestra historia. Al menos desde que yo llegué, así hemos afrontado el 'princesa o no princesa'".
Sentirse identificado, no importa el estatus social
Jennifer Lee añade a The Wrap: "Asha representa un tipo muy diferente de adolescente. Representa a una adolescente con la que nos podemos identificar hoy. No tendría sentido que cargara con ningún peso de una estructura social en la que estuviera al principio de la película".
Para Fawn Veerasunthorn, codirectora de 'Wish' y representación de la nueva generación de creativos en Disney, era muy importante que Asha no viniera de familia con poder: "Es menos importante para mí si tienes sangre real en los tiempos que corren. Afronté al personaje desde el punto de vista de que yo pudiera sentirme identificada con ella, como público, que me pudiera ver en esta persona" comenta.
Chris Buck, codirector de 'Wish', desvela el rebranding: "Las llamamos heroínas Disney" y avisa: "Muchas veces se asume que nuestras heroínas son princesas. La gente asume 'es otra película de princesas'. No necesariamente. Esperad a ver la película".
La historia de Asha y su enfrentamiento contra el rey Magnífico (¿no será esta película republicana?) llegará a los cines el 22 de noviembre.