Correr para vivir

Siempre da pavor observar que se acerca la fecha de un estreno basado en hechos reales que, muy posiblemente, podría contener claros propósitos lacrimógenos. Pero, también produce alivio y satisfacción comprobar que ese film es mejor de lo que teníamos pensado.

100 metros sigue la vida de Ramón; un adicto al trabajo con un hijo y otro en camino que, desgraciadamente, descubre que sufre esclerosis múltiple. Lejos de hundirse, decide hacer frente a la adversidad preparándose con la ayuda de su suegro y el apoyo de su mujer para completar el exigente Ironman.

Si bien es cierto que parece que en España no existan más actores que Rovira, Elejalde y compañía (y que ya cansa el asunto), en esta película ambos están acertados y tolerables. Lo que podría chirriar, aunque no parezca importar demasiado a nadie, es ese afán de este tipo de cine por buscar otras sub-tramas que suavicen la principal. De esta forma, encontramos los amoríos del suegro y otros momentos "buenrolleros" innecesarios. Cuando este film triunfa es en las escenas de dramatismo y afán de superación; especialmente en aquellos momentos de corazón que, sin embargo, no buscan la lágrima fácil. Una cinta imperfecta que, por sus claras limitaciones, no da para más, pero que ofrece entretenimiento y una historia digna de ver, aunque no seamos los más fans de los dramas humanos.