¿seguro que esto es lo que hemos venido a ver, no?

Prometerlo todo y no dar nada de eso de lo que tanto prometes. Esa es la moda que parece imperar en los últimos tiempos en la industria hollywoodiense. Venderte algo que es mentira, que no es lo que tú querías y yo no sé con que estúpido propósito. Ya hay que ir al cine de otros países o a entregas no tan mediáticas para encontrar cine de terror en condiciones. Porque no os engañéis, esto es un cobarde melodrama abarrotado a reventar de ínfulas de moralina y de estupidez. A ver si os enteráis de que si venimos a ver una película que se anuncia como una bestialidad en toda regla, una salvajada desmedida que hará que la locura invada tu cuerpo hasta impedirte pensar nos importa una mierda las vomitivas historias de unos personajes anormales e insoportables, que si sobreviven que si se hablan y que si se magrean. Queremos ver bestias, nada de cursiladas y mierdas chorras con las que rellenar la duración todo con tal de no entregar lo que se acordaba. Qué manera más cobarde de hacer un trabajo, no termino de salir de mi puta indignación.

Todo tiene una asquerosa explicación con tal de no presentar la verdadera bestialidad, la violencia descarnada gratuita que veníamos buscando. No hay nada de hachazos ni de escabrosas muertes, que es lo que queríamos ver, es patético. Resulta que los cuatro monstruos enmascarados (los únicos que salen en toda la película) resultan ser almas de la caridad que solo quieren ganar un poco de dinero y que los malos son los ricos. Que me suda la polla vuestras historias, las andanzas de los que se comen los mocos, los débiles aquí no pintan nada. Todo es falso, la película está hecha con desgana y sin esfuerzo, cuatro coches de anormales que encima se los cargan esa panda de llorones y no pasa nada más. Ah, nooo, claro que pasa, un montón de babas por parte de estúpidos personajes que desees que mueran ya para que a ver si se dignan de una puta vez a ponerse con lo interesante. El que lo ha dirigido es un auténtico inútil, se debe dedicarse a dirigir culebrones de sobremesa, una planteamiento así... mandarlo al retrete. Joder, es que no se puede hacer peor! Un farsante que ni siquiera posee el pulso suficiente para rodar con mano dura las escenas determinantes, como la que el protagonista varonil, el único al que toleras duda si salir del coche o seguir con su camino. Piensas que por fin va a salir, pero tiene que pasar media hora. Cuando tenía que haber sido algo brusco, un espasmo violento acompañado de un potente giro de cámara en la que sale y revienta a los dos desalmados esos y a las dos negras de paso también, sacar a la bestia asesina que lleva dentro, sin compasión, sin remordimiento. Casi a cámara rápida. ¿Es lo que al fin y al cabo hemos venido a ver?

Y luego se va con ellos a aguantar sus tonterías y sus pedantes engaños en vez de volarles la cabeza a todos a hostias, reventarlas sus cráneos contra la pared (¿esto es lo que hemos venido a ver, no?) y hacer la guerra por su cuenta contra los demás personajes que sean al menos como él y cuya muerte sea factible para convertir así la película en impredecible, que sea un desfile de unos personajes violentos, locos, psicópatas que griten, que chillen, que maten. Que corran por ahí en caos absoluto lanzándose contra todo lo que se encuentren, acuchillando, degollando, fusilando, reventando. Que la adrenalina fluya hasta llegar a los máximos. Que la espectacularidad vibre y resuene en la estancia en un despliegue fantástico, haciendo que lo vivas, que lo sientas. Que te entren ganas de ponerte de pie sobre tu butaca extender los brazos y gritar a pleno pulmón. en coro junto a los locos que no paran de salir en la película, que se cargan todo lo que ven y van a por todos. Una cacería sin reglas, sin cuartel. ¿habéis visto la película 'Doomsday'? Pues algo parecido a eso. Ese ritmo frenético, maníacos por todas partes, barbaridades bizarras, gente sin escrúpulos, que hasta el más callado saque a la bestia que lleve dentro en esa bendita purga, que se pionga en pie y se ponga a disparar como un loco a todo el que ve. Una oda a la violencia descarnada, explícita, sangrienta, con la banda sonora de Crank, y sentir tú que también estas ahí, que estás en la purga y que te estás divirtiendo, que te lo pasas bomba, que corres, que gritas, que vives... Que joder, te están disparando y tú cruzas una esquina y te encuentras con otro espectáculo más terrible que el anterior incluso. Observas unos segundos como se desarrolla... y después ya intervienes. Joder, se me está puesto dura y todo...

Pero despertemos de la dulce fantasía, ¿qué es lo que tenemos en realidad? Unos primeros 20 minutos que SOBRAN más que toda la película incluso, en los que no pasa nada de interés. Me importa una mierda que el viejo ese la está palmando, yo quiero ver como corre por la mansión de los ricos cubierta con celofán y como entre los siete le van cazando y como él se defiende como puede. Al igual que ver a esas negras jodiendo la marrana toda la película. El tipo ese está bien, ¿lo veis? Ese podría haber servido. Y mientras transcurren los cada vez menos minutos que restan del final yo asumo, reflexivo, con la mirada perdida en la butaca de abajo que no he encontrado lo que buscaba, aquí no está eso lo que yo busco. Y para los que estéis pensando en ir a verla os digo que el día del espectador os va a costar ir a verla como unos cinco euros y que en vez de eso que cojáis el billete, lo miréis detenidamente unos segundos e inmediatamente después lo arruguéis y lo hagáis trizas pues esta será un experiencia mucho más enriquecedora. Y si no, id a verla después de leer esta crítica y acordaos de mi, diciéndoos pues sí, tenía razón este chalado, tenía que haber roto el billete. Total, son cinco euros que he tirado a la basura, ¿qué más da la manera? El dinero va y viene pero la experiencia y el aprendizaje es lo que perduran y es lo que de verdad importa.

Y ahora es cuando yo me pregunto si la primera dicen que es aún peor, joder ¿seguro que esto es lo que hemos venido a ver, no?

Todo esto es basura hecha por alguien que no tiene ni cojones ni fé en lo que hace.