Entretenimiento puro y duro

A pesar de que la película dura dos horas y media, que nos metieron un intermedio de 10 minutos que me suele cortar el rollo bastante, y que mi hermano está convencido de que sobran lo menos 20 minutos de metraje, tengo que decir que a mí me ha parecido una película super entretenida.

Vaya por delante que yo soy superfan de todas historias catastróficas, y que me lo paso muy bien viendo este tipo de películas. Cuando algun cineasta loco va a destruir medio planeta con unos efectos especiales cada vez mas sofisticados, ahí estoy yo en primera línea. No me pierdo una. Y esta no iba a ser menos.

La verdad es que me ha gustado mucho, aunque quizás se ha abusado en exceso de los efectos espaciales para dejar de lado una historia un poco más creible como la que el mismo director ya nos contó en la maravillosa "El día de mañana".

Los actores en general salvan bastante bien los papeles. John Cusack esta gracioso en su rol de hombre divorciado que va a hacer lo que sea para salvar a su familia. Danny Glover como presidente de Estados Unidos (eligido antes de ganar Obama, por cierto) está correcto. Y Woody Harrelson, en su rol de loco que pregona que se acaba el mundo y que el gobierno pretende dejar de lado a los pobres, esta genial. El poco tiempo que sale lo borda.

Me quedo con los varios guiños humoríticos que aparecen en según qué situaciones, y con la forma tan espectacular en la que el director se lleva por delante todo ser viviente que se cruza en su camino. Es una de esas películas con las que hay que sentarse con las palomitas en la mano sin tener que comerse mucho la cabeza a ver que rollo raro nos están contando.