Basura de US $ 260 Millones

Es increíble lo mal que me sentí cuando salí de la sala de cine; después de haber esperado por tantos meses esta película que prometía ser excelente por el tema y las posibilidades que podía brindar al público. Los avances del filme fueron maestralmente manipulados para crear una enorme expectativa con la escena del monje corriendo en la montaña hacia su templo a sonar la campana y después decidieron darnos un poco más con la destrucción de Los Ángeles que en verdad es la mejor parte de la película, obviando la limosina y los actores dentro de la misma, la escapada con la avioneta cuando todo se derrumba al rededor; es un poco estúpido todo el concepto que se repite una y otra vez durante todo el largometraje. La historia es un culebrón "venezomexicano" de aquellos; donde las historias de los personajes no son para nada interesantes y encima de eso, las actuaciones son tan malas que en verdad te dan ganas de salir corriendo. El Sr. Roland Emmerich de verdad se pasó con esta; no le dio forma, no supo jugar un poco con las leyes básicas de una buena película de acción/drama/sci-fi, donde tienes que darnos un paseo estilo montaña rusa, una historia donde el clímax se deja al final, la última hora del filme por ejemplo es una verdadera desgracia. El tema de los barcos estilo arca de Noé para multimillonarios (y en Euros); una verdadera farsa. Debió haber escalado la historia con un poco más de ciencia, jugar un poco más con las diferentes teorías de esta fecha que hace la imaginación volar y darnos los efectos y la destrucción mundial con un verdadero "BANG". Hay tantas cosas que deseo escribir sobre esta tragedia de película; pero, que más se puede hacer sino advertir a los amigos y familiares que ni de broma vean esta basura de 260 millones de dólares; hubiese sido un acto de extrema humildad y humanidad haber donado este dinero a los que están muriendo de hambre en estos momentos en todas partes del mundo.