Telefilme de sábado por la tarde con unos aceptables efectos especiales

A los que se conformen con una serie de mal logrados efectos especiales unidos mediante una historia patética estarán encantados, pero para mi es una tomadura de pelo. 300 millones que han tirado a la basura y un director,Roland Emmerich que espero desde ya se esconda bajo tierra y nunca más vuelva a salir para tomarnos el pelo de nuevo.

Un insulto a los espectadores, porque si lo que quería era hacer efectos especiales únicamente para eso que no hubiera hecho una película de casi 3 interminables horas de metraje. Partes que llegan a dar verdadera verguenza ajena y que espero que las hiciera como crítica a lo que le diera la gana.

Lo único que merece algo la pena es la moraleja final sobre África.

Indignante que se tire el dinero de esta manera, lo peor de todo que habra tontos como yo que la vayan a ver a los cines y encima sea rentable y de beneficios esta bazofia.