Porno-2012

Pues si amigos, tal cual. 2012 es junto con Transformers 2, pura pornografía visual,aclaro: a Michael Bay le pone cachondo el ejército de su país, protagonista absoluto de todo el meollo en el film; y, al alemán Emmerich, se le pone dura cargándose el mundo en cada uno de sus films, en los cuales va in crescendo. Me flipa como el tío se esconde siempre aludiendo hacia nuestro despropósito como raza y nuestras decisiones para con nuestro planeta, para justificar una burrada de millones que destroce cuanto más guapo sea posible América y sus alrededores, es decir: el resto del mundo.

El film parte con una premisa hacia la famosa pronosticación Maya sobre el fin de nuestro días y bla,bla,bla; que sólo es eso, una excusa para darse el festín digital. Y eso no es malo, es más, totalmente lícito. Ahora bien, todo y que un servidor reconoce que los efectos especiales (único aliciente del film) están muy logrados (hasta que llegó Avatar y dejó a todos en pañales) y que estos, dentro de nada sonarán a risa (mírate Godzilla o Indepence Day ahora); no justifican el desmadre llevado a cabo y, vuelvo a aclarar:

1) Se toman a sorna cargarse angustiosamente a millones de personas sin que les tiemble el pulso en el teclado.

2) En las salas divertía ver morir a la gente cuanto más espectacular y retorcido fuera. Aplaudían y reían.

3) Toman en el fondo a juego todo lo que envuelve a cosas tan serias para el planeta.

4) Los protagonistas se salvan de todas las quemas que para sí quisiesen Las ángeles de Charlie de marras.

5) Los citados efectos se recrean en las catástrofes de forma obscena, cuando uno pone el telediario, y una simple ola con nada de glamour digital, sega la vida a más de 100.000 personas en un abrir y cerrar de ojos.

6) Intentan darnos una lección de moralidad al señalar con el dedo que solo los poderosos y ricos pueden salvarse, si pagan la cuota de vida para entrar en unas ¡arcas a lo Noé!

7) Los actores son floreros corre-corre que me pilla, como en la bochornosa secuencia de John Cusack corriendo por la pista. Nulo nudo de trama y conflicto familiar previsible y risible hasta la saciedad, visto en todo estos filmes.

Quizá hace una década, cuando salían aquéllas locuras llamadas Twister, La Tormenta perfecta y demás fauna, a uno le hiciese cierta gracia ver esos efectos. Pero visto el panorama real de un planeta que pide a gritos ¡Ayudadme por favor! con desastres políticos como los de Copenhague, sin que nadie resuelva nada, porque el maldito dinero impera; 2012 me parece una tomadura de pelo y una inconsciencia de niño de 7 años. Y encima, sin son ustedes agudos, se darán cuenta, que el abusón del alemán, tan solo rompe aquéllo que sabe no le perjudicará y, es por eso, que tan sólo toca símbolos católicos, no vaya a ser, que otros no capten la broma. Qué hipócrita.

Al final reflexiono sobre lo mismo: esto es cine, es cierto, pero no todo vale. Acepto comercial, independiente, de autor, de género, lo que sea; pero sin faltar el respeto, en este caso nunca mejor dicho, al mundo entero.