La infancia

El relato autobiográfico de Louis Malle es una sutil y delicada obra maestra que deja a 'El niño del pijama de rayas' a la altura del betún. Ambientada en los oscuros tiempos de la ocupación nazi de Francia durante la Segunda Guerra Mundial, 'Adiós, muchachos' refleja la extrañeza que comienza a sentir un niño cuando observa la distintiva personalidad de un nuevo alumno. Entre ambos se crea un lazo de semejanza y curiosidad que está destinado a arder a causa de los actos barbáricos que los humanos somos capaces de llevar a cabo sin someterlos a un juicio crítico razonable. Malle firma una de sus mejores obras con un tacto que infunde vitalidad y ternura a una etapa de su vida marcada por la xenofobia y el apogeo de las mentalidades más cerradas. Es por lo tanto una película que merece revisitar en los tiempos que corren para no tropezar de nuevo con la misma piedra. 'Adiós, muchachos' no sólo nos regaló el título de la ópera prima de Quentin Tarantino, sino que es uno de los ejemplos del cine hecho desde y para el corazón, sin virguerías técnicas ni imposturas de por medio. Una travesía que duele tanto como emociona.