Otra oportunidad perdida

Que Ridley Scott es muy terco ya lo sabíamos. En 'Alien: Covenant' vuelve a demostrarlo, con una secuela directa de 'Prometheus' donde insiste en llevarnos por el camino de su predecesora cometiendo los mismos errores que ella. Él mismo ha reconocido que se equivocó con 'Prometheus' (aunque la película tuviera sus aciertos y hasta cuente con un sector de la audiencia que la defiende a capa y espada), así que para corregir el curso, ha echado la vista atrás, devolviendo a la saga el terror, el suspense y la sangre de la primera película. El resultado es un híbrido entre 'Alien' y 'Prometheus' que empieza de forma prometedora para acabar de nuevo en terreno farragoso.

Porque que no nos engañen, aunque la nueva entrega de la saga lleve la denominación 'Alien' en su título, esta película es una secuela de 'Prometheus', continuación que no funciona de forma independiente y para la que hay que ver la película anterior (además de los vídeos virales publicados por Fox) si uno no se quiere perder demasiado. Ese es uno de los problemas del film, pero hay muchos más. Una tripulación de personajes intercambiables, personajes sin demasiada personalidad, desarrollo narrativo arrítmico, mitología y cronología confusa, y lo que más delito tiene: los mismos errores absurdos que los supuestos expertos de 'Prometheus' cometían. ¿Que hay una planta extraña que lanza esporas misteriosas en un planeta inexplorado? ¡Vamos a tocarla y pegar la cara a medio milimetro de ella!

Afortunadamente, hay aspectos positivos que salvan a la película de la quema. Para empezar, el mencionado factor terrorífico. 'Alien: Covenant' es más oscura, más sangrienta, hay más gore y brutales escenas de violencia gráfica, y lo mejor, vuelve el Xenomorfo. Por otro lado, la película cumple de sobra como blockbuster de acción, y estéticamente vuelve a demostrar que al menos Scott no ha perdido su ojo para crear imágenes espléndidas. Y por último, lo mejor del film es Michael Fassbender, convertido en protagonista absoluto de la saga, a la que lleva por los derroteros de la ciencia ficción filosófica. El actor alemán hace doblete con dos androides, el tímido y servicial Walter y el ambicioso David, convertido en un temible megalómano desde que lo vimos la última vez en 'Prometheus'. La dinámicas de los dos robots y la excelente interpretación de Fassbender es lo que sostiene los cimientos de 'Alien: Covenant', una película que no llega a ser un desastre, pero que podía haber sido mucho mejor.