Esta última entrega no mejora ni de lejos. Sigue siendo una película de adolescentes hormonad@s.

Cuando la ví el Domingo de la semana pasada (del aburrimiento), me dije ´´Aprovecha ahora para ver alguna película mala´´, porque es que la última entrega de La Saga Crepúsculo no deja de ser nada más y nada menos que una película que intenta revolucionar a adolescentes hormonad@s.

Empezaré diciendo que me esperaba que el final de la película, que iba a cambiar con respecto a la novela, fuese a mejor. Pero el final es PÉSIMO. Una tomadura de pelo en toda regla. El guión sigue siendo un cachondeo. Frases tontas, que no vienen a cuento, y el personaje del padre de Bella (Billy Burke), ya no hace ni siquiera gracia.

Las actuaciones son bastante malas: Kristen Stewart sigue estando muy limitada, y no mejora su interpretación. Robert Pattinson sigue (y seguirá) siempre con su cara inexpresiva. Por último, Taylor Lautner sigue sin ofrecer nada más que cuerpo, porque interpretar no sabe. Los demás no hacen falta ni mencionarlos, todos actúan bastante mal.

Por el lado técnico, Bill Condon deja bien claro que no ha sabido dirigir bien las dos últimas entregas, y el guión de Melissa Rosenberg es PÉSIMO.

Lo único a destacar es la Banda Sonora, que es bastante correcta y buena.

En definitiva, que mejora un pelín (apenas se nota) con respecto a la anterior entrega, pero no deja de ser una Saga lamentable y una verguenza para el mito de los Vampiros y Hombres Lobo.