Romance terminal

Parece que, últimamente, las películas destinadas a captar a un público adolescente no acostumbrado a productos "no millennials" están casi todas cortadas por un mismo patrón. Y siempre es un acierto aquello de presentar ante el público a dos enamorados que parecen tener los días contados por la grave enfermedad de uno de ellos. Sin embargo, el resultado en cuanto a calidad se refiere tampoco suele variar y, como se podría suponer, es bastante pobre.

El film versa sobre una joven que nunca sale de casa durante el día, ya que padece una rara enfermedad por la que no puede darle la luz del sol. Una noche, conoce a un chico al que desde pequeña miraba por la ventana al pasar, y comenzarán un intenso romance.

Se trata de un remake de una cinta japonesa de 2006, que no parece ser demasiado conocida fuera de las fronteras niponas. Esta versión americana no aporta absolutamente nada nuevo al género y, aunque comienza mejor de lo que podríamos esperar, no aguanta el tipo y acaba recorriendo las mismas situaciones que cualquier otra película de este tipo. Lo cual, naturalmente, desemboca en un largo y nada apetecible aburrimiento. Nulo interés.