Mucha sustancia
Sin spoilers
Polanski y la banalidad son incompatibles.
Que los temas de las películas de Polanski estén de moda es otra historia.
Pero él ahí sigue, haciendo películas sustanciales sobre temas eternos.
Que por ser eternos son actuales. Otra cosa es que interesen.
El tema de este film es "lo correcto"rn¿Hacemos siempre lo correcto o hacemos más bien lo que nos interesa?
La historia es como un árbol frondoso del que cuelgan todo tipo de frutos. Y en cada fruto se pueden percibir olores, sabores, colores, etc., etc.
En el hecho histórico en que se basa esta historia, el caso Dreyfus, acaecido en Francia a finales del siglo XIX, había muchos asuntos que contemplar, pero Polanski ha incidido en uno. En esos que llamamos "actuar en conciencia".
Hacer lo correcto, al fin y al cabo, es actuar con justicia. ¿Qué más se puede pedir?
Pues viendo la película y los tiempos que vivimos, pienso que es pedir muchísimo. De hecho pienso que es pedir el cielo.
Polanski, como acostumbra, traba una narrativa sobria, solida, con un objetivo claro, y va desgranando los sucesos sin desviarse un ápice del tema. Se permita ciertos juegos cinematográficos, no muchos, pero su interés es plasmar los matices de los personajes que se entrecruzan en el suceso.
Crea la solemnidad necesaria cuando el desarrollo de la historia lo exige, se vuelve crítico y mordaz cuando el hecho necesita respirar y se cisca en las convenciones sociales, en lo bueno y en lo malo, como si diera pinceladas gruesas en un lienzo.
Todo el estamento social de la época sale fregado. El aspecto policial y el militar ya ni recuerdan que es hacer lo correcto.
Evidentemente es el siglo XIX, pero uno pone aquí en España a cierto ministro del Interior y a cierto comisario, aderezados con algún fiscal, y queda clavado. Como una calcomanía.
Polanski reflexiona sobre lo que significa mantenerse con unos principios férreos y al final gratifica a los que lo consiguen. Parece querer animarnos a que lo hagamos.
Mucho me temo que así como ha triunfado otra vez a la hora de hacer una película llena de contenido, cinematográficamente irreprochable, en lo otro, lo de convencernos para renunciar a nuestro interés en aras de de lo correcto, fracase estrepitosamente.
Cada película de Roman Polanski, una gozada.
Si rodara en blanco y negro, se podría decir que su películas son de cuando le ser humano tenía mas vergüenza y pudor.
Ahora ya todo está muy mediatizado. Nunca mejor dicho.
Críticas de los usuarios
Cinefiloman
Polanski y la banalidad son incompatibles.
Que los temas de las películas de Polanski estén de moda es otra historia.
Pero él ahí sigue, haciendo películas sustanciales sobre temas eternos.
Que por ser eternos son actuales. Otra cosa es que interesen.
El tema de este film es "lo correcto"rn¿Hacemos siempre lo correcto o hacemos más bien lo que ...Leer más
federicocasado
Tiene la última película de Polanski un delicioso regusto a cine clásico -como todo su cine- y una evolución inteligente del género detectivesco, trufado de las implicaciones sociológicas que determinaron en su día a la Francia que conservaba parte de la grandeza del imperio -a finales del siglo XIX- y a la misma Europa, donde la comunidad judía era ...Leer más
holasoyramon
Roman Pola?ski tiene 86 años y una vida truculenta.
Padeció el Holocausto, malvivió varios años abandonado después de la Guerra, se quedó trágicamente viudo, huyó de los USA acusado de violación, ha dirigido 26 películas (algunas excelentes), ha sido actor, guionista, productor, misógino, abusador sexual?
Un personaje muy polémico ...Leer más
Críticas de los medios
The Guardian
Es una pieza de carpintería sólida y bien realizada, como una pesada pieza de muebles victorianos; construidos para durar; construidos para ser usados. Cuanto más la miras, más crece la impresión.
Screen Daily
Jean Dujardin está excelente como el oficial francés cuya mayor convicción de que Alfred Dreyfus (Louis Garrel) es inocente de traición le pone en un problema con sus superiores. El actor ganador de un Oscar da a la película su alma, a pesar de la familiaridad del material y de su tono de procedimiento.
The Telegraph
Es un procedimiento sobrio, de cuello rígido, bien filmado pero también dudosamente sin sangre hasta que entran en acción los ritmos más convencionales de thriller paranoico de su acto final.
The Wrap
Cualquier controversia que pueda nacer de la decisión de Roman Polanski de igualarse a sí mismo con una de las mayores víctimas en la historia de la injusticia, se disipa por la apatía resultante de la película.
Variety
'El oficial y el espía' tiene esta calidad de pasó esto y entonces pasó esto otro. Y por eso la película, debajo de las dos dimensiones de irritabilidad por la actuación y la viveza de la época en sus sets y trajes, se siente más obediente que fascinante.
El Periódico
Es una buena película. No está a la altura de las obras maestras de su director -'La semilla del diablo' (1968), 'Chinatown' (1974), 'El pianista' (2002)- pero, valorada por sus méritos artísticos, es una obra irreprochable.