Un día de plumas

'Angry Birds' podría haber sido mucho más si no llega a ser porque ha sido hecha a toda prisa y como mero reclamo comercial. No hay un equipo creativo detrás con experiencia y para saberlo solo hay que investigar un poco sobre quienes son sus directores o su guionista. De los primeros no tenemos referencias pues esta es su primera película, pero si Sony lo hubiese querido hacer bien habría contratado a gente creativa como pueden ser Edgar Wright, Chris McKay o Lord y Miller. Esto huele a que han querido abaratar costes contratando a una pareja novel. En cuanto al guionista, de él si que tenemos referencias y encaja con lo que Sony buscaba: alargar una idea preconcebida como algo más efímero. Puso el guión para la película de 'Los Simpsons' y de 'Alvin y las ardillas' y algunas de sus secuelas. Puros encargo. También se encargó de algunos episodios de Los Simpsons, algo que duele, pues está claro que es alguien con talento y en la propia película se demuestra. En pocas ocasiones, pero lo hace.

Esta película no deja de ser una mala fotocopia de cualquier obra que conozcamos de Disney/Pixar, a pesar de que hay un ligero esfuerzo por no serlo. Intenta ser gamberra, pero no lo es. Ciertamente, su inicio es gracioso. Ver a Red desesperado con la sociedad como vimos a Michael Douglas en 'Un día de furia' o a Ricardo Darín en 'Relatos Salvajes' tiene gracia y los gags que deja son curiosos. El problema viene cuando pasados diez minutos del metraje uno se da cuenta de que todavía quedan 80 minutos en los que se repite una y otra vez la misma broma. Y lo cierto es que no es una película pesada, así como también es verdad que pensando en los niños resulta una opción más que recomendable para ir con ellos a la sala de cine. Pero como adulto (o algo parecido) que soy, no les compro la moto. Tiene un par de momentos donde salen a relucir píldoras de ingenio y se nota que es un proyecto al que han tratado con más cariño su equipo que la propia productora pero ahí está el siguiente error: no desatar completamente la locura/ira para brindarnos un film demasiado cumplidor. Una pizca de humor más ácido y adulto le habría sentido mejor que ese humor fácil que en ocasiones roza lo ridículo. Hay frases que no deberían existir en el guión. Se busca de forma forzada introducir referencias aviarias o porcinas y no solo queda mal, sino que descolocan.

Su última media hora es pura dinamita. En ese momento trasladan el videojuego a la gran pantalla y se dejan de memeces. No es una pasada pero visualmente es atractiva y tiene los mejores momentos de todo el largometraje. Ahí explotan todas las posibilidades que tenía la propuesta en ese aspecto. Allí reside la poca personalidad que hay aquí. Es una pena que el desarrollo de toda la historia no esté al nivel de sus primeros 10 minutos y del momento cumbre comentado en este mismo párrafo, pues habría sido una cinta realmente divertida y no algo que, simplemente, se deja ver muy a pesar de su mediocridad.

Eso si, dentro del disparate que esperaba, no ha sido tan lamentable. Adaptar una idea como esta al cine no es fácil, pero tras ver el gran éxito y el gran resultado de 'La LEGO película' no hay excusas. Hoy en día, de cualquier idea puede salir una película.