Terrorífica con toques de humor

Sam Raimi vuelve al cine de terror, mientras esperamos su regreso para Spiderman 4. Con un guion no especialmente original, Raimi es capaz de dejarnos clavados en la butaca durante casi 2 horas sin enterarnos. El hombre que en su momento nos dejara alucinados con las películas de evil dead, terroríficamente muertos y el ejercito de las tinieblas, vuelve como un maestro demostrando como hacer bien una película de terror.

Los momentos de tensión están perfectos, nunca se ve lo que quieres ver y asusta en los momentos que menos te esperas, deseando que la tortura a la pobre muchacha acabe cuanto antes, utilizando los juegos de sombras y del sonido como un genio.

No faltan los momentos de humor, típicos del cine de Raimi, tales como la cena con los suegros, e incluso el espíritu danzarín. No obstante se trata de una película perfectamente realizada, que asusta cuando tiene que asustar y hace reír cuando el director lo desea, y no al revés.