Culmen

Para buenas o para malas, Marvel Studios ha cambiado el blockbuster moderno y la manera en la que se crean y venden las grandes producciones. Cada año que pasa esto se confirma más. Si comparamos Thor Ragnarok con la primera Iron Man nos encontramos con una evolución muy importante. Películas que empezaron sin gran pretensión, ofreciendo puro espectáculo y teniendo su propia personalidad se han convertido en piezas de un universo compartido controlado por un grupo de ejecutivos. El Universo Cinematógrafico de Marvel no es más que un gran negocio que ya funciona en piloto automático. Es un negocio cuya agenda no ofrece demasiada libertad artística a sus directores. Cada nuevo estreno de la compañia está hecho con el propósito de anticipar la cinta siguiente. Es una maquina de dinero gigantesca. Podría seguir encontrando puntos a criticar pero creo que la idea queda clara.

El caso es que funciona. Por muy contradictorio que sea, me lo he pasado fenomenal viendo Infinity War. Honestamente, a casi nadie le van a importar las conveniencias del guión, los actores desaprovechados o las escenas de acción sobresaturadas de efectos especiales. Te quedas con la música de Alan Silvestri, las bromas de Star-Lord y las referencias que haran felices a los fans de los comics. Esta es una cinta para el gran público, no tiene otro propósito que ser una enorme función para ver a tus superheroes favoritos peleando juntos. La verdad es que resulta dificil recordar un reparto de este tamaño en cualquier otra película. Pero así cada uno puede quedarse con su personaje favorito, en mi caso, Thanos. Este villano es uno de los mayores aciertos de la cinta y ha compensado por algunos de mis problemas con la trama.

Nadie puede negar que la escala de Infinity War es impresionante. Su historia transcurre en múltiples localizaciones y su ambición a la hora de reunir protagonistas es enorme. En pocas palabras, es épica. Sus 160 minutos se pasan volando. Además creo que es una de las películas del UCM que mejor equilibran emoción y comedia, llegando a puntos en los que consigue sorprender. Eso sí, también es una obra que no produciría el mismo efecto de no ser por todo lo que ha venido antes. Así son las películas de Marvel, al fin y al cabo. No me queda mucho más que decir. Una vez más he caido en la trampa y estoy ansioso por pagar la entrada del siguiente éxito mundial el estudio. Puede que no sea más que un grupo ejecutivos despiadados, pero son más listos que el hambre.