Cuando el séptimo arte se moja
Crítica de 'B, la película'
28 sep 2015
Sin spoilers
Como sociedad, necesitamos pelÃculas que se fijen en la realidad que nos rodea y por tanto, trabajadores de este arte que es el cine, que se presten valientemente a dejarnos un documento histórico como B que nos muestra cómo entre todos, aun con diferentes grados de responsabilidad, estamos abonando el futuro de una clase de mierda de la que sólo puede crecer inmundicia si no hacemos nada para transformarnos. La creatividad para pensar en las alternativas queda para el público pero haberlas haylas, sólo hay que empezar a hacer el camino.
Críticas de los usuarios
MaXrisaS
No es ficción.... es realidad, necesario para que no se nos olvide, para pensar con sentido crítico y actuar en consecuencia. Aún conociendo el caso como todos por las noticias, me sorprendió y me concienció como pensaba que ya lo estaba...pero no. Creo que más cine político es necesario. Los personajes están muy bien acabados y la actuación de los ...Leer más
QuieroverB
Como sociedad, necesitamos pelÃculas que se fijen en la realidad que nos rodea y por tanto, trabajadores de este arte que es el cine, que se presten valientemente a dejarnos un documento histórico como B que nos muestra cómo entre todos, aun con diferentes grados de responsabilidad, estamos abonando el futuro de una clase de mierda de la que ...Leer más
Críticas de los medios
Fotogramas
Hay películas que hablan de la Historia y otras que hacen historia. No suelen ser necesariamente las mismas, pero en algunos casos en concreto sí que se dan ambas circunstancias.
Cinemanía
Igual que su última reencarnación ornitológica en 'Carmina y amén', Bárcenas sigue haciendo en el cine lo que mejor se le da: piar.
El País
Y, precisamente, lo que más se hace ver en la película que el debutante en el largo David Ilundain ha realizado a partir del montaje original son la desbordada expresividad de Pedro Casablanc (Bárcenas) y la tensa contención de Manolo Solo (Ruz), fuego y hielo en un pulso dialéctico que funciona como punta de iceberg de un patológico estado de la cuestión.