La bueno se nota, y se agradece

El buen cine es... difícil de encontrar... pero Iñárritu no me ha decepcionado nunca, de momento.

Esta película es... una obra de difícil comprensión, lo cual hace que una parte del público se elimine directamente. Es una alusión a la locura, a el pasado, o quizá a los sueños, por muy idílico que suene.

Nuestro protagonista, que sueña con llegar a ser un gran director-actor de teatro, se encuentra enfrentado con su antigua personalidad del cine: Birdman, el cual le habla y convence de caer de nuevo en el mundo de las ventas, o del cine-producto, al cual el director hace una profunda crítica.

En la película, sin embargo, no solo encontramos la crítica al mundo del cine o a los sueños, también vemos las diferencias entre los mundos de la juventud y el mundo adulto, el amor, la sociedad en sí o el teatro.

Montada en un plano secuencia, plano continuo, o como os guste llamarlo, la convierte en una obra que, no solo muestra el gran guión y actores, sino que además muestra la dedicación y el detalle puestos en cada momento. Cada personaje muestra una personalidad, y lo que es más importante, nos la transmite, y nos hace ponernos en su piel, eso es algo que hoy en día veo cada vez menos y que sin duda es de muy agradecer.

Quizá lo que más me extrañó, fuera el final (no haré mucho spoiler) que le deja a uno como... en shock, ya que no sabes de que trata verdaderamente la película al final. Quizá lo que de verdad quiera transmitir es, de una forma metafórica, como el protagonista cumple su sueño de ser un gran actor y eso 'le da alas' o le hace libre, y eso se transmite de esa forma, volando.

Pero quitando ese extraño final, la película se trata de una gran obra audiovisual, que hace que la sientas y disfrutes, es una de esas películas que se recomiendan ver, al menos, una vez en la vida.